Especialistas advierten de la "peligrosidad extrema" del rottweiler que atacó a dos niñas

Los informes reflejan que "no obedece a órdenes básicas, pues tiene fijados patrones de comportamiento agresivos difíciles de modificar y conductas que repetirá"

Juzgados de Granada en Caleta
Complejo judicial de La Caleta, donde se encuentra el juzgado que investiga el ataque a la menor de Armilla | Foto: Archivo / Antonio L. Juárez
Europa Press
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El Juzgado de Instrucción número 3 de Granada, que investiga el ataque de un rottweiler a una niña y su madre en Armilla en octubre del año pasado, está analizando los informes aportados por el Seprona y la veterinaria designada judicialmente para decidir sobre el destino del animal. Unos documentos que apuntan a la "peligrosidad extrema" del perro, con un carácter "incontrolado" debido al "deficiente adiestramiento" recibido por sus dueños, a los que se investiga por un presunto delito de lesiones por imprudencia grave, según han informado a Europa Press fuentes del caso.

Se trata del mismo perro que en febrero de este año atacó a otra niña de cinco años a la que mordió en la cabeza y la espalda cuando paseaba sin bozal por Ventas de Huelma y que tuvo que ser operada por las lesiones sufridas. El animal iba en ese momento con su dueña, a la que a su vez agredió cuando intentó separarle de la pequeña, y que también está investigada por esta segunda agresión que se sigue en un juzgado de Loja.

La víctima del primer ataque en Armilla declaró ante el juzgado que dos rottweiler salieron de una vivienda que tenía la puerta entreabierta y "engancharon" de la chaqueta a su hija, a la que mordieron en el brazo. Fue la madre, no obstante, quien salió peor parada, pues mientras forcejeaba con los perros la mordieron en el rostro, a escasos milímetros de uno ojo; en el glúteo y sufrió desgarros en una pierna. La mujer se ha sometido a cinco operaciones desde lo ocurrido.

Recientemente se han aportado a la causa los informes que acreditan las importantes secuelas que madre e hija arrastran por estrés postraumático, así como secuelas estéticas en un nivel muy alto en el caso de la progenitora.

Respecto al animal, que tras la última agresión quedó a disposición judicial, la jueza está valorando qué medidas tomar y no se descarta un posible sacrificio a tenor del sentido de los informes que se han incorporado a la causa por parte del Seprona y de la veterinaria designada judicialmente.

En ellos se alude a una "peligrosidad alta-extrema" del perro, que presenta "una reeducación muy difícil" y no se considera a sus propietarios cualificados para su tenencia y cuidado. Recalcan los expertos que el animal "no obedece al darle órdenes básicas, no se le pueden quitar objetos de la boca, no se deja poner un bozal y no se puede dominar físicamente".

Ello se atribuye a que ni este ni el otro rottweiler "están adiestrados en obediencia básica", lo que impide manejarlos puesto que son adultos y tienen fijados "patrones de comportamiento agresivos difíciles de modificar y conductas aprendidas que --según auguran los expertos-- repetirán en el futuro".

El abogado de la víctima, Manuel Zurita, de Zurita Abogados, ha señalado a preguntas de Europa Press que esta parte no ha solicitado el sacrificio del animal pues, pese a lo ocurrido, su cliente es "una amante de los animales". Además, no querría sumar a todo lo que ha padecido ya la "carga moral de decidir sobre un ser vivo". Ahora se encuentran a la espera de los pronunciamientos tanto de la Fiscalía, como de la defensa de los investigados y de lo que decida la propia magistrada sobre el destino próximo del can.







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