Denuncian que el autobús que conecta el pantano de Cubillas con Granada no está adaptado a personas con movilidad reducida

Así figura en la página web del Consorcio de Transporte Metropolitano

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Autobús del Consorcio de Transportes del Área de Granada | Foto: Archivo
Sergio Rodríguez Acosta
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Carmen Campos, la vecina de Albolote que denunció hace más de un año que vivía incomunicada por la ausencia de un transporte adaptado a sus dificultades, ha vuelto a alzar la voz para transmitir que su situación va a peor. A sus 75 años, se encuentra recién operada del lagrimal y con su movilidad más mermada. "Yo no puedo salir de casa", sostiene esta mujer, quien no esconde su enorme desesperación. Asimismo, denuncia la existencia de una "clausula" que le tiene "prohibido" subirse a un autobús con el que mantiene una larga disputa. En la página web del Consorcio de Transporte Metropolitano figura que la línea que conecta el pantano de Cubillas con la capital no está adaptada a personas con movilidad reducida.

Información de la línea 117 en la web del Consorcio de Transporte | Foto: Captura

La vecina de la Urbanización Pantano del Cubillas sostiene que ha hablado con autoridades como el delegado del Gobierno u el Defensor del Pueblo y que le han trasladado que "el responsable de cambiar de empresa o comprar un autobús es el alcalde". "Prometió que ponía el dinero para poner el autobús. Ahora ha cambiado de opinión y dice que está en perfectas condiciones, que no es cierto, pero nadie habla de la cláusula", agrega Carmen Campos, quien insiste en que "no me dejan subir". Su necesidad de acudir a citas médicas es mayor tras su operación en un ojo debido a un cáncer, tal y como ella explica.

La anciana interpuso una denuncia el 22 de octubre de 2023, pues asegura que aquel día le negaron la posibilidad de subir al vehículo y tuvo que regresar a su domicilio. Carmen Campos relata que llegó a recibir la visita de un concejal del Ayuntamiento de Albolote que le trasladó que estaban "estudiando" la situación. La afectada lamenta que otras personas de su edad no claman por este problema porque "les llevan y les traen sus hijos para llevarles a los médicos". "Yo no tengo a nadie en el mundo", añade. Carmen espera que el autobús de la línea 117 cambie pronto, pues su esperanza cada día mengua.