El Real Madrid se cuela en la final de la Copa a base de triples

Los pronósticos no fallaron, el Real Madrid barrió al Lenovo Tenerife con una gran efectividad desde el tiro exterior y ya es el primer equipo clasificado para la gran final de la Copa del Rey. Se podían esperar pocas sorpresas de este crece, pero sí se preveía un encuentro más igualado. Salvo en los primeros compases del encuentro donde el marcador mostraba una diferencia de uno o dos puntos, en el resto del encuentro los de Laso dominaron en el luminoso hasta acabar llevándose la victoria por (94-74).

Lenovo Tenerife tuvo un buen inicio de partido, tratando de igualar la intensidad y el ritmo de juego que los blancos impusieron sobre el parqué, pero sin anotar ni un solo triple es complicado conseguir un triunfo. El primer periodo contó con un invitado inesperado, Jeff Taylor fue el protagonista de los primeros compases del encuentro con 3/3 en triples. A pesar de la mala actuación de los canarios en el tiro exterior, lograron marcharse al segundo cuarto con tan solo seis puntos de diferencia y todo gracias a la gran actuación de Tobias Borg y Marcelinho Huertas (26-20). 

Los madrileños firmaron un increíble 6 de 8 en triples en el primer cuarto, cifra que aumentaría hasta los 10 de 15 al descanso. 30 punto fueron generados desde la línea de 6’75, contra eso no hay nada que hacer salvo que tu acierto sea similar. Los de Txus Vidorreta anotaron su primera canasta de tres puntos a falta de un minuto y medio para el final del segundo cuarto. El devenir del encuentro estaba claro. Aun así, los tinerfeños no le perdieron la cara al encuentro, siguieron peleando cada balón y plantándole cara a Tavares y compañía para seguir sumando poco a poco desde el juego interior y al menos marcharse a vestuarios con una diferencia en el marcador aún salvable (50-38). 

De regreso al parqué, el Real Madrid acabó de romper el partido como mejor sabe hacerlo, desde el triple. Trató de reaccionar el equipo de Txus Vidorreta, pero ante un Rudy Fernández, Thomas Heurtel, Trey Thompkins, y así casi hasta completar toda la plantilla, en su día de gracia, todos los esfuerzos quedan en nada. Comenzó a anotar el conjunto canario algunos triples, quiso seguir luchando para mantener el sueño de la Copa vivo, pero el Madrid tenía muy claro que una de las plazas en la final era suya. 

Con la llegada del último cuarto ocurrió como en el choque entre Barcelona y Manresa de cuartos de final, solo quedaba sentarse y disfrutar del gran partido que los blancos estaban brindando a todos los asistentes al Palacio de Deportes. Con el 94-74 se cerró el encuentro y el Real Madrid ya espera a su rival en la final que saldrá del cruce entre Barcelona y Murcia.