Así ayuda el Hospital Clínico San Cecilio a las familias en situaciones de pérdida perinatal

El apoyo psicológico especializado o la suma de asociaciones como Matrioskas son algunas de las medidas impulsadas

Duelo perinatal
Los profesionales del hospital granadino son conscientes de la dureza que implica una pérdida perinatal | Foto: Gabinete
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El Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada cuenta con un protocolo específico en la atención a la muerte y duelo perinatal. Las buenas prácticas en esta materia, sustentadas en la evidencia científica disponible, consisten en ofrecer a las madres y padres apoyo y acompañamiento en situaciones tan difíciles como las que representan este tipo de pérdidas, que incluyen las muertes fetales (nacidos muertos) y los nacidos vivos que mueren dentro de los primeros siete días de vida. Este sábado se conmemora el día mundial de la muerte perinatal, y el Clínico de Granada se iluminará de morado para visibilizar estas pérdidas, a petición de la Asociación Matrioskas.

Así, algunas de las medidas con las que cuenta el hospital granadino para prestar soporte a las personas afectadas son facilitar la despedida del bebé, mediante habitación individual y ofreciendo la intimidad y el tiempo necesario para hacerlo, respetando los deseos de la familia; ofrecer una caja de recuerdos, que puede contener ecografías, fotos, brazaletes, huellas de pies y manos, impresión de placenta con acuarela, etc.; apoyo psicológico especializado; así como contar con una asociación de referencia que pueda confortar y acompañar a las familias en este trance, como es el caso de Matrioskas, con presencia en Granada.

Dentro de las medidas protocolizadas también se encuentran la utilización de etiquetas para puertas de duelo perinatal que identifican las habitaciones donde se está viviendo un duelo, para que todos los profesionales implicados en el proceso tengan conocimiento; el uso de certificados de nacimiento ficticios, en el caso de no tener la edad gestacional de inscripción en el registro civil; se ofrece la donación de leche materna tras la muerte perinatal, por si la madre lo desea, o en caso contrario, la inhibición farmacológica de la lactancia materna; se recomienda aconsejar a las familias la realización de necropsia, ya que en muchos casos aporta información sobre los motivos de la muerte, lo que supone un beneficio emocional; y se facilitan los ritos de despedida que marcan el inicio del duelo (compartir con los demás familiares la experiencia, solicitar la presencia de un sacerdote, actos simbólicos, etc.).

Otra de las medidas clave es poder disponer del cuerpo. En este sentido, los padres tienen dos opciones: hacerse cargo del entierro o cremación del cuerpo, o que permanezca en el hospital con un tratamiento respetuoso del mismo. De todo ello se informa a las familias. Asimismo, se tienen en cuenta otras consideraciones importantes tales como anular el resto de citas prenatales para no recibir llamadas indebidas o recordar a las madres cuyo bebé muere a partir de los 180 días de gestación (semana gestacional 26), que tienen derecho a baja maternal.

María Dolores Hernández, supervisora de matronas del Clínico San Cecilio e impulsora del protocolo de buenas prácticas en esta materia, explica: “La muerte de un hijo antes de nacer, o al poco tiempo de hacerlo, supone una de las situaciones más devastadoras para los padres y familias. Los profesionales sanitarios se convierten en esos momentos en referentes para los padres dentro del ámbito hospitalario, ya que de la calidad de la atención depende en gran medida el inicio y resolución del duelo fisiológico que se produce”.

La importancia de medidas protocolizadas

Al hilo de ello, disponer de un protocolo específico de atención al duelo perinatal sirve como guía a los profesionales sanitarios para humanizar, facilitar y mejorar la asistencia en este tipo de situaciones. Con ello se contribuye también a normalizar la práctica clínica y disminuir la variabilidad en la atención y cuidados que se prestan en estos casos. De igual modo, la formación de los profesionales del Área Materno Infantil en atención del duelo perinatal también resulta clave para garantizar unos cuidados y acompañamiento adecuados. Actualmente, uno de cada tres profesionales de esta área han recibido formación específica sobre el abordaje de la pérdida y duelo perinatal; cribado, prevención y atención a la muerte perinatal, etc.

La ginecóloga y jefa de sección de Obstetricia del hospital granadino, Pilar Carretero, apunta: “Para poder ayudar a las personas que se encuentren en estas circunstancias, es necesario adquirir un conocimiento y una comprensión mayor de lo que la propia evidencia científica suele medir, siendo el acompañamiento al duelo perinatal una forma de prestar asistencia sanitaria humanizada, centrada en las familias que pasan por esta situación”.

Por ello, añade la Dra. Carretero, en 2019 se inician en la Unidad de Medicina Fetal, las interrupciones por anomalías fetales severas de las gestantes del área de referencia del hospital. La puesta en marcha de este procedimiento responde a las necesidades en la mejora de la calidad de atención a las familias, con una asistencia más cercana y con un control de calidad de cierre del proceso, ya que en ocasiones el estudio anatomopatológico permite conocer con más exactitud las malformaciones fetales, el pronóstico y la influencia del mismo en sucesivos embarazos. Así, se realiza una valoración multidisciplinar en los casos que lo precisen, implicando también la colaboración de los servicios de Anatomía Patológica, Genética y Pediatría. Todas estas prácticas estás sustentadas en recomendación de sociedades científicas como la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia).

El circuito de actuación, creado por el servicio de Obstetricia, implica la colaboración de todos los profesionales que participarán en la atención de estas pacientes y de sus familiares en las diversas áreas hospitalarias: consultas, paritorio y hospitalización. Además, resulta igualmente reseñable la trayectoria del centro en este sentido, puesto que, desde hace más de 20 años, existe en el servicio de Ginecología y Obstetricia del Clínico de Granada un profesional responsable de seguimiento y cierre del proceso, con información a las madres y padres en los casos de mortalidad perinatal.

Por otro lado, además del apoyo que psicólogos clínicos del hospital ofrecen a los familiares que lo requieren, resulta especialmente reseñable el trabajo de colaboración con la Asociación Matrioskas, con presencia en Granada, de apoyo al duelo perinatal, con la que el hospital trabaja conjuntamente para detectar necesidades y mejorar la atención que se presta a las familias que se enfrentan a una pérdida perinatal. Ofrecer información sobre el contacto con la asociación es otra de las buenas prácticas implantadas, desde hace tres años, en el Clínico de Granada.

Por otro lado, recientemente, un trabajo denominado “Prácticas de atención a la muerte y duelo perinatal en la provincia de Granada”, presentado por la matrona María Dolores Hernández, ha recibido el segundo premio en las III Jornadas Internacionales de Innovación y Desarrollo en Cuidados, organizada por el Colegio de Enfermería de Granada y celebradas en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves.







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