El clavecinista, organista y director de orquesta Ton Koopman será Medalla del Festival de Música y Danza

El galardón reconoce la relevancia artística y profesional del artista y su vinculación con este evento, en el que participó por primera vez en 1988

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Tom Koopman es una de las grandes figuras de la música barroca de las últimas décadas | Foto: Camile Schelstraete
Europa Press
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La Medalla de Honor del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, con motivo de su 72ª edición, ha recaído, según decidió su consejo rector por unanimidad, en el clavecinista, organista y director de orquesta holandés Ton Koopman.

El galardón reconoce la relevancia artística y profesional del artista y su vinculación con el Festival de Granada, en el que participó por primera vez en 1988. También "su compromiso con la música antigua en su triple condición de clavecinista, organista y director de orquesta, desde hace más de 50 años".

Según ha informado el Festival de Granada en una nota este miércoles, holandés Tom Koopman (Zwolle, 1944) es uno de los artistas residentes este año, actuando dos veces como director de la Orquesta Barroca de Ámsterdam que él mismo fundó - en la primera de ellas, con participación también del Coro-, otra dos veces en calidad de organista, en uno de los casos, dentro de un espectáculo del FEX, y ofrecerá una clase magistral en los Cursos Manuel de Falla.

A punto de llegar a sus 80 años, Tom Koopman es una de las grandes figuras de la música barroca de las últimas décadas, un continuador de la línea que iniciaron en los años 50 nombres míticos como los de Gustav Leonhardt y Nikolaus Harnoncourt, ya fallecidos.

Su presentación en el Festival será además por todo lo alto con una 'Pasión según San Juan' de Bach que se presentará este miércoles en el Colegio Mayor Santa Cruz la Real a las 22,00 horas. Cuando llegó a Leipzig en 1723, el compositor alemán se impuso la tarea de renovar por completo el repertorio que se escuchaba en las iglesias de la ciudad.

Fruto de ese empeño son sus ciclos de cantatas -culminación de toda una tradición que arranca con la misma reforma de Lutero- y sus pasiones, cumbre del arte occidental. El Viernes Santo de 1724 Bach ofreció la primera de ellas, escrita sobre el Evangelio de San Juan, "no tan monumental como la escrita tres años después sobre San Mateo, pero de una cohesión dramática, doctrinal y musical deslumbrante", como han destacado muchos especialistas, que la tienen por obra de culto.







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