La última bala del Covirán para depender de sí mismo en la permanencia

El Obradoiro traslada la presión a un conjunto rojinegro que debe vencer de forma obligada en el Príncipe Felipe para llegar a la última jornada con claras opciones de salvación

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Kwan Cheatham en el encuentro de la primera vuelta ante Casademont Zaragoza | Foto: ACB Photo
Ainoa Morano
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El futuro del Covirán Granada en la ACB se complica cada vez un poco más. Los rojinegros siguen dependiendo de sí mismos para conseguir la permanencia, al menos hasta casi la media noche, momento en el que el partido que enfrenta a los rojinegros con el Casademont Zaragoza finalice. Si la victoria se viene para Granada, la flechita indicará que la pelota sigue en el tejado granadino. Por el contrario, si los de Pablo Pin suman una nueva derrota, la última jornada será un partido a cara o cruz donde las probabilidades de salvación ya no estarán tan a favor del Covirán Granada.

La victoria de Monbus Obradoiro este pasado jueves ante Zunder Palencia obliga a los rojinegros a sumar un triunfo más a su casillero si quieren llegar al último partido de la temporada con una mínima ventaja en la lucha por continuar un año más en la ACB. Más presión. Más nervios. Más responsabilidad. Todo aumenta conforme se acercan las 20:30 horas de este viernes, momento en el que la pelota naranja sobrevolará el cielo del Príncipe Felipe y ya será cuestión del destino determinar si toda esa positividad y balanza a favor que los granadinos poseían se mantiene o no.

El Covirán Granada regresa a un pabellón donde hace un año y cinco meses comenzaba su calvario. Cristiano Felicio cayó lesionado en aquel encuentro de la jornada 11 de la pasada campaña. Una lesión que condicionaría la temporada de los de Pablo Pin hasta el final. Malos recuerdos en el escenario, pero felices en el rival. Hace justo un año y un día, el Covirán vencía a Casademont Zaragoza en el Palacio de Deportes. Un triunfo que significaría el principio de una racha épica de victorias que les acabaría dando la salvación. Ahora, un año y un día después, los zaragozanos vuelven a cruzarse en el camino de los granadinos, una vez más ya salvados y sin nada en juego.

La salvación de los de Porfi Fisac la pasada semana tras vencer a Manresa abre una ventana al optimismo en el club rojinegro, esperando que la ausencia de presión permita al Covirán liderar el encuentro. Como ocurrió ante Breogán, ya no será un encuentro de táctica o de estratégicas, a estas alturas de la temporada, como ya mencionó Fisac en su momento en el Palacio, esto se trata de quién quiere más la victoria y el Covirán debe quererla más que nadie.

Para el duelo en el Príncipe Felipe, Pablo Pin contará con todos sus jugadores. Las lesiones no han sido un problema esta temporada, pero sí la regularidad. Para este viernes se necesita el Christian Díaz de Andorra; el Rousselle del duelo ante Manresa; el Kwan Cheatham de principio de temporada que le hizo 23 puntos a Zaragoza; la magia de Lluís Costa y sus increíbles anotaciones ante Bilbao, Palencia o Manresa; la incansable energía de Jacob Wiley o el David Kramer que sostuvo a Covirán ante Breogán con 22 puntos. También el equilibrio en el juego de Elias Valtonen, los minutos de brillantez de Pere Tomàs en ese juego que no sale en las estadísticas y la continuidad de un Felicio que debe cerrar su redención con una salvación. En definitiva, se necesita al Covirán Granada de las grandes ocasiones, ese que tiene ambición, que tiene coraje, garra y sueña con alargar la historia en ACB del club rojinegro. Para ello, habrá que dejar atrás los malos recuerdos, las derrotas en los últimos segundos o las injusticias arbitrales. Es momento de dar el máximo los 40 minutos, sin errores, solo así se podrá optar a mantener la categoría.

Casademont Zaragoza, cerrar en Europa una temporada irregular

Ante el Covirán Granada estará un Casademont Zaragoza que, a simple vista, no se juega nada al tener asegurada la permanencia, pero que ambiciona un puesto en competiciones europeas. Los de Porfi Fisac llegan a estar jornada 33 con los deberes hechos, pero con opciones a seguir escalando posiciones en una semana final en la que su máximo líder en la plantilla, Santiago Yusta, ha firmado su renovación hasta 2027. Precisamente, la labor del alero madrileño ha sido clave para sostener a un Zaragoza irregular, capaz de vencer a equipos como Unicaja, Barcelona o UCAM Murcia, así como de sumar tan solo cuatro triunfos en las últimas doce jornadas. Eso sí, victorias claves ante Breogán, Obradoiro y Palencia.

Zaragoza ha pasado por una temporada complicada con continuos cambios en su roster, desde la pretemporada, por lesiones y salidas de jugadores que no dejaban asentar el proyecto rojillo. Las llegadas de jugadores como Didac Cuevas o Thad McFadden reforzaron un proyecto que por momentos fue candidato al descenso, pero que siempre supo mantenerse fuera del riesgo.

Una de las claves del equipo maño está en el excelente rendimiento que está mostrando Bell-Haynes durante toda la temporada. El canadiense aporta 12’7 puntos, 2’7 rebotes, 5’3 asistencias y 15’2 de valoración en los más de 25 minutos que está en pista. Otros dos referentes de la línea exterior son Santi Yusta y Mark Smith. El español está cuajando una gran campaña y así lo demuestran los 12’3 puntos que promedia por partido. Por su parte, el estadounidense suma 12’6 puntos cada fin semana. A ellos hay que añadirle un Thad McFadden capaz de romper un partido en minutos. En el interior los jugadores más destacados son Emir Sulejmanovic y Mitchel Watt. El primero aporta 7’7 puntos, 5’7 rebotes y 9’9 de valoración, mientras que el pívot suma 12’6 puntos, 4’3 rebotes y 13’6 de valoración por partido.