Madrid y sus puestas de sol

palacio real de madrid - Foto ddzphoto en Pixabay
El Palacio Real de Madrid, que puede presumir de ser el más grande de Europa occidental | Foto: Ddzphoto en Pixabay
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Vaya por delante que el propósito de este artículo no es ensalzar las puestas de sol capitolinas por encima de las de Granada. En primer lugar, porque ya se sabe cómo le salió el tiro a Feijóo con las de Finisterre. En segundo lugar, porque creo firmemente que Granada no tiene que envidiar nada a ninguna ciudad nacional en este aspecto. Como mucho, a la ciudad croata de Zadar, la cual os recomiendo visitar, pero de eso tampoco he venido a hablar en esta ocasión.

Lo cierto es que, evitando las siempre odiosas comparaciones, Madrid también tiene su encanto en lo que a este fenómeno se refiere. Especialmente en la época veraniega, donde la ciudad se vacía con el éxodo de sus habitantes a la playa. Los que nos quedamos tenemos que sufrir dos meses sofocantes en una ciudad llena de obras (aprovechando el menor tránsito de personas). Sin embargo, pasadas las nueve, tenemos esa pequeña gratificación de color anaranjado.

Lo bueno de la capital es que no faltan promontorios y lugares de interés para despedir a la estrella que nos mantiene vivos. Yo me he querido quedar con cinco enclaves donde la marcha del astro resulta especialmente cautivadora. Sin más dilación, os presento las que para mí son las cinco mejores puestas de sol en Madrid:

5. Palacio Real. Caigo en la cuenta de que todavía no he hecho mención a uno de los lugares más emblemáticos en mi columna. Cuando comienza a anochecer se conforma un triángulo mágico en él. Por un lado, el propio Palacio, que puede presumir de ser el más grande de Europa occidental. Enfrente, la belleza de la Catedral de la Almudena. De fondo, el cielo anaranjado que deja el sol mientras se despide de los gatos y no tan gatos.

4. Lago del Retiro. Ya os hablaba del Estanque, que da vida a todo el parque formado a su alrededor, hace unas semanas. El parque cierra por las noches, pero antes deja un último regalo a los visitantes. El del reflejo de los últimos rayos de sol sobre las aguas estancados, luchando por hacerse un hueco entre las barcas. Si vais al Retiro, os recomiendo observar la puesta de sol sentados en la escalinata situada entre los leones, en el monumento erigido en honor a Alfonso XII.

3. Templo de Debod. Uno de los lugares preferidos por todos los madrileños. Por un lado, los amantes de la cultura, que acuden a visitar el monumento egipcio. El mismo es un regalo del Gobierno egipcio, no confundir por tanto con los expolios de otras naciones. Por otro lado, por los más jóvenes y más fiesteros. Y es que esta zona elevada sobre la ciudad es el lugar perfecto para montar botellones (no pensaríais que este fenómeno es exclusivo de Granada).

Entre unos y otros, se encuentran los cazadores de puestas de sol, entre los que me incluyo. Como comentaba, el Templo de Debod está elevado sobre la ciudad, regalando unas vistas privilegiadas de la misma. Si acudís en lo que los ingleses llaman “the evening”, podéis disfrutar de unas vistas exquisitas del Palacio Real y el resto de la ciudad teñidos de naranja. En muchas ocasiones, con el acompañamiento musical de artistas callejeros que imprimen un carácter mágico a la estampa.

2. Parque de las Siete Tetas. Supongo que os estaréis preguntando el origen del nombre. Este parque, situado muy cerca del Estadio de Vallecas, está formado por siete colinas. Las cuales que un grupo de salidos debieron rebautizar como las Siete Tetas. Desde cualquiera de estas colinas se puede observar la ciudad de sur a norte. Cuando llega el buen tiempo, estas suelen llenarse de domingueros que acuden a despedir al sol ataviados con sus cestas de picnic.

1. Círculo de Bellas Artes. Este también es un enclave elevado, pero en este caso de forma artificial. Se trata de un edificio que ya presume de por sí de ser uno de los más bellos de la capital, pero que además cuenta con su guinda particular. La Azotea del Círculo de Bellas Artes, desde donde se puede observar el casco histórico de Madrid coronado por un cielo anaranjado que combina a la perfección con las vistas.

Subir a la Azotea del Círculo tiene un precio de cinco euros. Como curiosidad, en este edificio tuvo lugar la presentación de Pedro Sánchez para las primarias del partido socialista. Supongo que este último no generará especial consenso entre los lectores. De lo que sí que creo que hay consenso es de que merece la pena pagar los cinco euros, pues las vistas son únicas. Incluso disfrutar de una cerveza en el bar mientras se saborea el paisaje, aunque el precio de esta sea algo elevado (y no incluya tapa, por supuesto).

Y hasta aquí mi top 5 de puestas del sol. Ni que decir tiene que esta es una opinión personal, al igual que la de Feijóo (aunque me reconocerá que no fue muy acertado expresarla en determinado contexto). En cualquier caso, como diría su predecesor, Mariano, “hay gente para todos los gustos y gentes con gustos distintos”. Os aseguro, eso sí, que las puestas de sol en Madrid son como sus gentes: variopintas y encantadoras.







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