Monbus Obradoiro, artillería ofensiva para convertir el Fontes do Sar en un fortín

Con dos victorias en su casillero, siendo la última el golpe de moral que tanto necesitaba el Covirán Granada, los rojinegros viajan este fin de semana hasta Santiago de Compostela para medirse al Monbus Obradoiro. Los de Moncho Fernández se presentan como un rival imprevisible dada su irregularidad en las diez jornadas disputadas de la ACB, pero como un equipo tremendamente sólido cuando juega de local.

Los gallegos cuentan con un balance de cuatro victorias y seis derrotas, siendo todos los triunfos cosechados en el Fontes do Sar. Sus victorias han llegado ante rivales que, a priori, lucharán por la salvación como Palencia, Zaragoza y Girona. La sorpresa llegó ante Baskonia en la Jornada 9, encuentro en el que Obradoiro venció por 108 a 95 y donde se vivió un apasionante encuentro entre los hermanos Howard. Los de Moncho Fernández tan solo han perdido un partido ante su público, el correspondiente a la segunda jornada de la competición ante Bilbao Basket. Con estos antecedentes, el reto de conseguir el primer triunfo lejos de tierras granadinas se complica un poco más. En cuanto a las derrotas, Monbus Obradoiro ha caído, además de ante los MIB, contra Valencia, Andorra, Gran Canaria, Unicaja y Manresa.

Una de las características más peligrosas de Monbus Obradoiro es su capacidad de pelear cada partido hasta el pitido final. Los gallegos fueron capaces de llevar a todo un Baskonia a la prórroga para arrebatarle la victoria. Sin embargo, uno de los ejemplos más claros de su perseverancia y su lucha se vio en el duelo ante Bàsquet Girona de la jornada 6, encuentro en el que se demostró que a Obradoiro no se le puede dar nunca por muerto. Después de dominar casi todo el partido el último periodo de aquel duelo arrancó con un 64 a 53 en el marcador. Un parcial de 3 a 15 para los catalanes llevó el resultado al 67-68 a falta de poco más de cuatro minutos para el pitido final. Tras una remontada así, más de uno perdería la concentración, sin embargo los de Moncho Fernández devolvieron el golpe con un 10-2 de parcial para acabar llevándose el triunfo.

Sus victorias, e incluso sus derrotas, tienen un denominador común: siempre hay dos o más jugadores por encima de los diez puntos. La única excepción fue en el encuentro ante Manresa del pasado fin de semana, lógico por otra parte teniendo en cuenta que Obradoiro tan solo anotó 56 puntos. Jordan Howard es uno de los jugadores que se postula como gran referente ofensivo en el conjunto gallego. El hermano de Markus Howard supera los 12 puntos anotados en seis de los siete partidos que ha disputado en ACB, siendo sus mejores actuaciones ante Bilbao y Baskonia con 24 y 22 puntos, respectivamente. Junto a él, Artem Pustovyi, con 12’6 puntos de media; Thomas Scrubb con 11’5 puntos de media o Tres Tinkle con 9’4 puntos por encuentro.

Aunque destaca por su capacidad anotadora, el proyecto de Moncho Fernández presenta ciertas lagunas. A pesar de su evidente resistencia durante los partidos, los gallegos presentan cierta fragilidad a la hora de mantener el dominio en el marcador. Ejemplo de ello fue el encuentro ante Andorra donde un parcial de 31 a 9 les impidió sumar un triunfo que tenían prácticamente amarrado. Esta “facilidad” del rival para darle la vuelta al resultado quizás sea fruto de los continuos cambios que está sufriendo la plantilla obradorista, unos cambios que le impiden tener una línea de trabajo continua.

El primer golpe a la plantilla llegó con la lesión de Rigoberto Mendoza. El alero dominicano sufrió una fractura de las apófisis transversas derechas en tres vértebras lumbares en la primera jornada de la presente campaña, lesión que le ha impedido volver a las pistas, de momento. A su baja se une la de Eric Washington que abandonó la disciplina gallega por “motivos personales”. Con el paso de las semanas se han incorporado Roko Badžim y Oleksandr Kovliar. Unos cambios en la plantilla que pueden estar provocando que el proyecto de Moncho Fernández no termine de asentarse.

Para combatir la solidez de Monbus Obradoiro en tierras gallegas, el Covirán Granada deberá centrar sus esfuerzos en frenar defensivamente a focos importantes como Jordan Howard, Pustovyi, Scrubb o Zurbiggen, así como controlar muy de cerca a su segunda unidad que también aporta positivamente en todos los encuentros que juegan como locales. Así mismo, el ritmo de partido será clave. Para lograr la primera victoria a domicilio, los de Pablo Pin deberán apostar por un juego rápido tanto en contraataque como en transición, buscando jugadas efectivas en los primeros segundos de posesión y evitando el cinco contra cinco, situación en la que Obradoiro tomará gran ventaja.