Los motivos para creer del Granada CF Femenino

Los seis principales argumentos de las rojiblancas de cara a las seis 'finales' que restan para estar en el ansiado playoff de ascenso

El Granada Femenino en el tradicional saludo inicial entre ambos equipos en la última jornada frente al Athletic Club B | Foto: Sandra Muñiz
Sandra Muñiz Fernandez
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El Granada Femenino salvó este sábado el primer 'matchball' de la recta final con una victoria vital frente al filial del Athletic Club. El conjunto de Roger Lamesa afrontaba un encuentro capital para sus aspiraciones, mantener vivo el sueño de Primera, tras no poder sumar ningún punto en la visita a Osasuna en Tajonar. Las rojiblancas, en su regreso a la Ciudad Deportiva, sabían que no podían permitirse fallar de nuevo para no perder el tren del playoff. Por eso, tras unos minutos iniciales donde las visitantes tomaron la iniciativa, el Granada iba a ir tomando progresivamente la medida a las de Jonathan Ledesma para terminar la primera parte volcadas sobre la meta de las leonas. Tanto lo habían buscado las locales, sobre todo por la banda izquierda frecuentada por Gaste y Lauri, que llegó el premio. Lo hizo mediante una gran jugada construida por ese mismo perfil que terminó con Alicia siendo derribada en el área y una pena máxima que convirtió su socia en la medular, Pamela.

Las nazaríes dejaban bien encarrilado el encuentro hasta que Naima levantara al público de la Ciudad Deportiva con un golazo marca de la casa desde la frontal tras un disparo que se colaba directo por la escuadra. La '17' parece haberse guardado sus mejores trucos para el tramo crucial de la temporada. Detalles técnicos, asistencias de lujo y golazos al servicio del Granada Femenino que tiene en el momento dulce de Naima uno de sus principales argumentos de cara a la recta final, pero no el único. Aquí, seis motivos por las seis finales que restan para creer en un playoff en el que ahora mismo entrarían las rojiblancas y del que no se quieren bajar.

1. El paso adelante de Alicia y la vuelta de la mejor Pamela

El primer encuentro del Granada en la Ciudad Deportiva tras el parón navideño dejaba una gran ausencia que hacía saltar todas las alarmas. La mediocentro uruguaya Pamela no sólo se caía del once, sino de la convocatoria en un partido donde las suyas iban a terminar perdiendo por 0-1. Pese a la derrota, las de Roger Lamesa compitieron de tú a tú ante uno de los principales rivales por el ascenso como el Dépor en el día uno de Alicia sin compartir sala de máquinas con Pamela. Si existían dudas en torno a cómo encajaría el centro del campo la ausencia de la internacional por Uruguay, su escudera habitual se encargó de disiparlas.

Pamela estuvo cinco partidos en el 'dique seco' empezando por ese encuentro ante el Deportivo y, desde entonces, la '6' no ha dejado de crecer asumiendo galones en la medular. En ese tiempo, han sido Alicia y diez más para un Lamesa que ha probado distintas combinaciones en el centro del campo desde menos habituales, como adelantar la posición de Postigo, hasta más frecuentes como introducir el cambio natural por Inés o aprovechar la polivalencia de Naima para utilizarla en posiciones más centradas. Nada de eso ha desviado la atención de Alicia, que se ha erigido en un pilar básico en la creación y que, incluso, ha puesto la guinda a su gran momento ampliando su área de influencia a la parcela ofensiva con tantos, como el que anotó ante el DUX Logroño, y animándose a sumarse al ataque para propiciar un penalti como el de la última jornada frente al filial del Athletic.

La derrota por la mínima ante el Cacereño dejó la buena noticia de la vuelta de Pamela. En esos primeros partidos tras su regreso, es cierto que la ‘8’ había vuelto en presencia, pero se echaba de menos esa versión ‘box to box’ que le caracteriza y con la que parece estar reencontrándose tras firmar una gran actuación frente al Athletic B. Sobre todo, en la segunda mitad, donde su equipo fue superior, Pamela fue la encargada de dirigir las operaciones junto a Alicia y dejando un catálogo de combinaciones al primer toque, sus características arrancadas y cambios de orientación para lanzar a correr a las suyas. Una gran noticia la recuperación de la mejor versión de Pamela que unido al gran momento de Alicia sitúan a los dos ‘cerebros’ a punto para el tramo vital de la temporada.

2. Naima: ‘Magia’ registrada

Hablar de Naima es hablar de calidad y es que si la ‘17’ está inspirada, el Granada sólo puede soñar en grande. Si ya fue capital en la primera vuelta, la última parte del curso ha sacado a relucir toda la magia que atesora y que es una bendición para el equipo rojiblanco. Partido a partido, ya sea partiendo desde su perfil izquierdo habitual, en posiciones más centradas o cayendo a banda contraria, la delantera maña ha dejado su sello. En su catálogo más reciente se registran tantos aprovechando su velocidad con balones a la espalda de la defensa o disparos desde la frontal que quitan las telarañas como su última diana, que certificó la victoria para las suyas frente al filial del Athletic. A todo ello añade la ex del Zaragoza un as de recursos técnicos bajo la manga para deleite de su afición y temor de sus contrincantes. Que le pregunten al Oviedo que sufrió en sus propias carnes una ‘travesura’ más en forma de caño de Naima que sirvió en bandeja el tanto de la victoria a Lauri. La ‘17’ ha dado rienda suelta a la magia que atesora en sus botas y el Granada Femenino se frota las manos. Como se suele decir, la atacante ‘tiene cositas’.

3. La polivalencia

Si el Granada es uno de los firmes candidatos a estar hasta el final en la pelea por el playoff se explica, sobre todo, desde la polivalencia de sus jugadoras. El ejemplo más claro es el de Gaste, lateral diestra, que es una asidua en el perfil izquierdo. Sin embargo, la nómina de jugadoras que se adaptan a distintas posiciones es muy amplia, principalmente en la parcela atacante donde se ha visto desempeñar roles diferentes en función del partido a Naima, Noe, Lauri e, incluso, a las nuevas incorporaciones como María Macías. Ese abanico de futbolistas que pueden desempeñarse en distintas facetas ha ocasionado que Roger Lamesa haya podido respirar tranquilo ante ausencias importantes como la de Pamela González.

4. Un Granada de distintos registros

Este Granada Femenino ha demostrado, tanto en liga como en Copa, saber tener el balón cuando toca y también correr según las exigencias del guion del partido. Ya lo hicieron a los ojos del panorama nacional en una competición como el torneo del KO donde el conjunto rojiblanco mostró sus distintos registros. Aprovechó la velocidad de sus delanteras para sorprender al Betis a la espalda. Mientras trató de hacer lo propio ante al Alavés por medio de la posesión con la dupla Pamela-Alicia y las ayudas de Noe y Naima. Rock’ n roll o pausa cuando toca, el equipo nazarí sabe desplegar ambos registros o, incluso, combinarlos como exhibió frente al Oviedo, donde la jugada del tanto del triunfo fue madurada por Alba Pérez y Pamela hasta que llegó a las botas de Naima, que le imprimió electricidad –caño incluido- para que Lauri, que había estado también el inicio de la jugada, fuera la encargada de finalizarla.

5. La banda derecha sintoniza la conexión de las 'Pérez'

Un apellido frecuenta la banda derecha del Granada Femenino. Alba Pérez desde el lateral y Laura Pérez desde el extremo dan verticalidad a un perfil diestro que en, no pocas fases del partido, monopoliza las ocasiones de ataque del conjunto nazarí. Se hace especialmente visible en los segundos parciales donde el cansancio comienza a hacer mella y aparecen los espacios que son una invitación a correr para las dos futbolistas que tratan de aprovecharlos para probar el uno contra uno, llegar a línea de fondo para ponerla al corazón del área e, incluso, encontrar situación de disparo. Tal es la influencia de este parte derecha que no es extraño que jugadoras de perfil zurdo como Naima caigan con frecuencia a asociarse por este costado. Una autopista por banda derecha por donde se suceden las intentonas del Granada que busca que la efectividad acompañe a esa fábrica de ocasiones por ese perfil para cerrar con mayor tranquilidad los partidos.

6. La ‘comunión’ en el vestuario

Pase lo que pase, el pitido final de los partidos deja una estampa idéntica: la de jugadoras y cuerpo técnico formando un corrillo en el verde. Esta imagen dura apenas unos segundos donde se pueden intuir de lejos arengas y que finaliza con el ‘grito de guerra’ del equipo. Lejos de ser un detalle menor, muestra la seña de identidad de un equipo cuya unidad parece inquebrantable y que le ha llevado ni más ni menos que hasta unos cuartos de final de Copa de la Reina y le mantiene en la lucha por el playoff. Todo ello se une a un lema, el de ‘Eterna lucha’, que recuerdan representado en un animal que identifica su filosofía de trabajo: la hormiga. ¡Vamos, hormiguitas! Se escucha arengar a las suyas Sandra durante el trascurso de los partidos y que refleja lo que siempre han expresado con palabras: trabajo y objetivos pequeños para soñar en grande.







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