Una oportunidad para la confirmación

El Granada dispone este domingo (14:00 horas) de una oportunidad para su particular confirmación como visitante. Rompió su maldición en Villarreal y ahora visita al Huesca para corroborar que se ha despojado de sus complejos a domicilio. El escenario no es el más favorable. El Alcoraz debe su nombre a la batalla que tuvo lugar en la zona a finales siglo XI y parece haber adquirido de su origen cierto carácter guerrero. Solo un equipo ha logrado vencer esta temporada allí, en un feudo en el que el conjunto rojiblanco nunca ha ganado. Paco López tratará de acabar también con esta marca negativa, con lo que enlazaría una quinta victoria consecutiva que pondría a sus pupilos a un punto del ascenso directo.

Se da la circunstancia de que el Huesca es uno de los dos únicos equipos que han logrado puntuar en Los Cármenes, el estadio mejor protegido de la categoría. Empató a cero con Karanka todavía en el Granada, aunque los dos equipos han cambiado desde entonces. El cuadro dirigido por Ziganda, uno de los menos goleadores de Segunda, se encuentra en tierra de nadie, en una décima posición que le mantiene casi a la misma distancia del descenso que del playoff. Con la irregularidad por bandera, tan solo ha sumado una victoria en lo que va de 2023, hace dos jornadas frente al Mirandés. En El Alcoraz, no obstante, defiende con uñas y dientes su condición de anfitrión. El técnico navarro, que recupera a Jorge Pulido y David Timor pero no podrá contar con Javi Martínez ni Rubén Pulido, avanzó en la previa posesión rojiblanca, por lo que cabe esperar que intente penetrar al contragolpe.

Paco López viene tratando de mitigar, precisamente, los problemas que el conjunto rojiblanco ha exhibido con cierta frecuencia en rápidas transiciones con balones a la espalda. Intenta acomodarse en ciertos tramos en bloque bajo, aunque todavía sufre con ello. Pese a todo, ha alcanzado la velocidad de crucero en cuanto a resultados. Cuatro triunfos consecutivos conforman su mejor racha en todo el curso y lo han enganchado a lo más alto de la clasificación, con el ascenso directo al alcance de la mano. Ha encontrado la efectividad que en algunos momentos de la temporada ha echado en falta y ha empezado a sacar partido de inicios muy intensos.

Todo son sonrisas en el conjunto rojiblanco, cuyo técnico afronta ahora el bendito problema de contar con efectivos de sobra. Esta semana ha recuperado a Puertas, alejado por sus molestias en el costado, y Petrovic, que recientemente ha sido padre. Pierde, en cambio, a Ricard, indiscutible en el carril diestro, lesionado y sancionado al mismo tiempo. Se postula Quini como recambio en el lateral, mientras que en el resto del esquema no se adivinan cambios. Miguel Rubio e Ignasi Miquel echan raíces frente a Raúl Fernández, descartado además Cabaco por un proceso catarral, mientras que Carlos Neva continúa inamovible por el flanco izquierdo. 

En la medular, el regreso de Petrovic plantea la posibilidad de que Bodiger salga del once, toda vez que el prometedor estreno de Pol Lozano en la titularidad le parece situar como otra pieza fija en el esquema de Paco López. Este es el rol que ostentan Callejón, Melendo, Uzuni y Weissman, los cuatro hombres sobre los que recae la responsabilidad ofensiva del Granada. Han mezclado bien y, poco a poco, van determinando encuentros. El motrileño es el máximo asistente de Segunda y el albanés, imparable sobre todo en Los Cármenes, el artillero de la categoría. En Huesca, volverán a frotar la lámpara. Si sale el genio, el Granada no solo mantendrá el pulso con los líderes y apretará la lucha por el ascenso directo, sino que también se desprenderá definitivamente de su etiqueta como visitante frente a un anfitrión duro. A nivel anímico, puede ser un impulso mayúsculo.

Alineaciones probables:

SD Huesca: Andrés Fernández; Andrei, Jorge Pulido, Blasco, Florian Miguel; Joaquín Muñoz, Cristian Salvador, Óscar Sielva, Juan Carlos; Kanté y Gerard Valentín.

Granada CF: Raúl Fernández; Quini, Miguel Rubio, Ignasi Miquel, Carlos Neva; Melendo, Pol Lozano, Bodiger, Callejón; Uzuni y Weissman.

Árbitro: Dámaso Arcediano Monescillo, del comité castellanomanchego.