La Diputación volvería a ser socialista a la espera de los datos oficiales

El PSOE estaría cerca de conformar gobierno en la cámara provincial, aunque se mantiene en la incertidumbre ante la ausencia de la confirmación institucional y con las incógnitas de Vox y Podemos

Pleno Diputación de Granada 280319
A pesar de ganar en la capital, el partido dirigido por José Entrena en la provincia tendría más cerca el control de la Diputación que el del Ayuntamiento | Foto: Archivo GD
Álvaro Holgado
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La noche electoral no ha terminado para algunos. Los números para la constitución de la Diputación de Granada siguen sin estar claros, aunque sí se confirman las tendencias y ciertas previsiones parecen evidentes, a la espera de los datos oficiales. Los 167.426 votos cosechados por el PSOE en la provincia, 53.000 votos más que el segundo puesto ocupado por el PP, deberían de bastar para que la cámara provincial siga siendo socialista.

Los partidos judiciales, es decir, el segundo nivel de unidades territoriales en la provincia granadina, son 9, a saber: Almuñécar, Baza, Granada, Guadix, Huéscar, Loja, Motril, Órgiva y Sante Fe. De los 27 diputados, el partido dirigido por José Entrena necesitaría 14 para conformar mayoría, algo que se encuentra, según lo indicado, muy cerca. Algunas de las claves, al menos hasta este momento, según apuntan fuentes socialistas, estarían en la lectura que la Junta Electoral haga de las confluencias de Podemos e Izquierda Unida, cuyas candidaturas aparecen a veces en conjunto y a veces por separado, dependiendo del lugar en el que pongamos el foco.

En todo caso, el PSOE sacaría con toda probabilidad mejor resultado que en los anteriores comicios de 2015. Sus bastiones serían el área metropolitana, donde se juegan 16 diputados, y que les daría gran parte de sus escaños, consiguiendo asimismo representación por Loja, a pesar de la derrota municipal, donde se juegan otros 2, y repartiéndose los votos con el Partido Popular en la Costa, donde están sobre la mesa otros 3. Las cifras restantes, como la holgada victoria en Baza, mostrarían un panorama que permitiría incluso que los socialistas no necesitaran la aportación de la izquierda alternativa para gobernar. La incertidumbre, en su caso, sólo la podrá despejar el gobierno central cuando aporte los datos oficiales.

Por su parte, Vox tendría en duda su representación en la cámara provincial y conservaría al esperanza con la mira puesta en la citada área metropolitana, de donde podría sacar el único diputado al que aspira.

Ciudadanos por otro lado, tampoco conseguiría superar el bipartidismo que aún reina en la provincia, y se fijaría en Granada sus posibilidades de revalidar los diputados de 2015.

A pesar de que aún queda un dos por ciento por escrutar tras algunos problemas en el recuento de varias mesas electorales, la Diputación granadina muestra síntomas claros de que volverá a vestir un color, el rojo, otros cuatros años más.







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