Sin triples ni tiros libres no hay paraíso (86-77)

La reacción final del Covirán Granada no fue suficiente para remontar y vencer a un Baxi Manresa que ya empata a victorias a los rojinegros

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Encuentro entre Covirán Granada y Baxi Manresa | Foto: ACB Media
Ainoa Morano
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Otra bala por la salvación perdida. Covirán Granada cae contra Baxi Manresa en un encuentro donde la emoción llegó en el último parcial, pero en el que la falta de acierto desde el tiro exterior y desde el tiro libre por parte de los granadinos los condenó a perder contra un rival directo por la permanencia.

Primer cuarto de auténtica locura el que se vivió en el Nou Congost. Covirán Granada y Baxi Manresa se jugaban demasiado en esta jornada de la ACB. Media permanencia estaba en juego en tierras catalanas y así se mostró sobre la pista. Con una igualdad abismal, manresanos y granadinos tiraron de rapidéz, energía e intensidad en la defensa para llevar el marcador al diez iguales casi al ecuador del primer periodo. Las imprecisiones en defensa comenzaron a aparecer del lado rojinegro, dejando canastas demasiado sencillas a un Baxi Manresa enchufado en la anotación, especialmente un Devin Robinson que anotó seis puntos consecutivos para dar el primer susto a los visitantes.

En contraposición apareció un Luke Maye al que se le echaba demasiado de menos. Casualidades de la vida o no, la mejor actuación del estadounidense esta temporada fue precisamente ante los de Pedro Martínez en la tercera jornada de la competición. De aquellos lodos, estos barros. Maye sacó su muñeca a pasear y con un más que necesario tres de cuatro en triples dejó a Covirán Granada a tan solo cuatro puntos de diferencia en el marcador (27-24).

Para este encuentro había una gran directriz a seguir: mantener la energía de Manresa a raya hasta el descanso. Misión no cumplida. Un primer parcial de 5 a 1 ya obligó a Pablo Pin a parar el encuentro por primera vez. Su equipo había perdido la chispa, mientras que los catalanes comenzaban a sobrevolar el parqué del Nou Congost aupados por su afición. Jerrick Harding entró en acción y Covirán desapareció. Las dos pérdidas y el cero de tres en triples de los rojinegros en el arranque del segundo periodo eran solo el principio de lo que estaba por llegar.

Manresa aprovechó su físico para desesperar a un conjunto granadino incapaz de gestionar las faltas y, en contrapartida, excesivamente errado desde la línea de personal. Un triple de Robinson llevó el marcador a los +13 para Manresa, momento en el Pin volvió a detener el cronómetro. Se necesitaba una reacción inmediata o la segunda parte se parecería, muy probablemente, a la vivida hace unos días contra Unicaja. Pudo recortar distancias Covirán Granada en un ataque que tuvo hasta tres rebotes ofensivos, pero el balón no quiso entrar. Con la pasividad y la falta de reacción por bandera, ambos equipos tomaron rumbo a vestuarios con el 51 a 36 en el luminoso.

El resultado no debía engañar. Manresa no estaba haciendo excesivos méritos para contar con una renta tan holgada en el marcador, pero a veces las sensaciones son más importantes que el juego. De regreso a la pista, Covirán Granada entendió que no todo estaba perdido, se tenía que seguir luchando, esto era una final por la permanencia. Conseguía recortar distancias el conjunto granadino, pero por cada canasta de los rojinegros, Manresa respondía para evitar la variación de los dígitos. Los brazos pesaban demasiado y los tiros se quedaban cortos, incluso desde la línea de personal.

Tras un blanco momentáneo en el plano ofensivo, Thomas Bropleh tiró del equipo para recortar distancias hasta los diez puntos. El esfuerzo de los de Pablo Pin estaba siendo titánico, pero un triple de Adam Waczynski y dos tiros libres, otra vez, del equipo local llevaron la renta de nuevo a la del inicio del periodo. Todos los esfuerzos de Covirán Granada quedaron en nada en un suspiro. Los rojinegros pecaron de acciones poco elaboradas, de una precipitación excesiva en su juego, a pesar de mostrar un nivel defensivo suficiente para plantar cara a un rival como Manresa. El problema era solo uno. A los de Pedro Martínez les entraba absolutamente todo, mientras que Covirán debía hacer un esfuerzo titánico para sacar un simple tiro libre (66-51).

Comentaba Pablo Pin el pasado viernes que era momento de dar un 200% de esfuerzo. Esta máxima sí se cumplió. Covirán Granada no dejó de creer, no importaba lo que reflejaba el marcador. Quedaban diez minutos y había que seguir luchando. Tirando de sangre fría, los rojinegros fueron construyendo poco a poco la remontada. Físico, cabeza, intensidad, defensa, los ingredientes que los granadinos echaron a su caldero para meter en aprietos a un Baxi Manresa al que le tembló la muñeca ante la evidente reacción de su rival. Con un parcial de 1 a 10 a favor de los visitantes, Pedro Martínez paró el juego, el triunfo ya no estaba tan claro.

La circulación del balón de los catalanes ya no era tan fluida, los lanzamientos eran más meditados y los errores cada vez más evidentes. Llegó a ponerse a tres Covirán Granada, en parte gracias a los rebotes ofensivos que Jacobo Díaz otorgó a los suyos para crear segundas oportunidades. Cuando mejor estaba el partido para los de Pablo Pin, Manresa despertó para cortar de raíz la rebelión rojinegra. Focus. Concentración. Esto era lo único que le pedía el técnico granadino a los suyos. Las oportunidades para darle la vuelta al marcador fueron infinitas, pero un antideportiva de Luke Maye cuando la distancia era solo de cuatro puntos terminó por cargarse el partido (86-77).

Una derrota más, average perdido y solo quedan siete jornadas. Si perder ante Unicaja dolió por la imagen mostrada, esta derrota duele aun más por lo que significa en la lucha por la permanencia. Se peleó, se creyó hasta el final, pero si no se anota desde la línea de tres y si se desechan tantos tiros libres como en este encuentro es imposible ganar. 6 de 28 desde el tiro exterior. 19 de 30 desde la línea de personal. Así, complicado. Lo siguiente será el Barcelona y después, Girona. A estas alturas, es complicado predecir qué ocurrirá.

Ficha del partido:

Baxi Manresa: Robinson, Harding, Pérez, Jou, Olumuyiwa - quinteto inicial - Badio, Geben, Waczynski, García, Steinbergs, Ferrari, Vaulet

Covirán Granada: Renfroe, C.Díaz, Tomás, Ndoye, Maye - quinteto inicial - Costa, Bropleh, J.Díaz, Caicedo, Iriarte, Niang, Moore

Parciales: 27-23; 24-13 - descanso - 15-15; 20-26







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