El Granada renace y abandona el descenso (0-3)

El Granada ha refrendado su crecimiento en el Ciutat de València. Los brotes verdes que comenzaron a germinar ante el Getafe y frente al Levante parecen que han terminado de crecer. Un 0-3 con máxima efectividad en ataque y mejores sensaciones en la defensa.

La principal diferencia entre el duelo del pasado jueves y el de este martes fue, simplemente, que la primera ocasión de la que dispusieron los rojiblancos fue entre los tres palos y terminó en gol. A partir del testarazo de Germán a los siete minutos, el Granada consiguió construir su partido.

Los pocos acercamientos que había tenido el Levante se diluyeron con el paso de los minutos. Los hombres de Robert Moreno al final fueron capaces de poner su juego por encima del rival y dominaron con solvencia en todas las facetas. La dupla de Montoro y Milla cuajó a la perfección con Rochina. Mientras que el incansable trabajo de Soro, Suárez y Molina dio sus frutos en la primera línea de presión.

La urgencia y necesidad de puntos, al verse por detrás en el marcador, comenzó a atenazar al Levante, que cada vez tuvo más problemas para sacar el balón. Luis Suárez los aprovechó y, tras una mala cesión de Clerc, metió la bota en el momento justo para superar a Aitor Fernández.

Incluso el VAR, por primera vez esta temporada, estuvo del lado de los rojiblancos y anuló un penalti pitado por el colegiado por un milimétrico fuera de juego de Roberto Soldado en el momento que trataba de disputar el balón. El valenciano fue el principal incordio para la pareja Germán-Díaz, pero ambos consiguieron solventar bien la papeleta.

Tras el paso por los vestuarios el Levante volvió a apretar con fuerza y tuvo varias ocasiones promovidas por el ingreso en el terreno de juego de Campaña, que regresó tras una larga lesión. Sin embargo, cuando mejor estaba jugando el cuadro granota, cayó el tercer y definitivo mazazo rojiblanco.

Antonio Puertas, que acababa de entrar al terreno de juego, aprovechó una mala salida de balón para hacer la guerra por su cuenta. Encaró al área rival, desequilibró a Vezo con una bicicleta y con la zurda puso el balón en el palo corto de Aitor. El almeriense celebró el gol que tanto tiempo llevaba buscando besándose el escudo.

Tres puntos que ponen al Granada en mitad de la tabla con un partido aún por jugarse. Sigue mejorando y creciendo el cuadro rojiblanco bajo el mandato de Robert Moreno, pero no deberá confiarse cuando el próximo fin de semana le toque visitar al Espanyol.