Derrota de un Covirán Granada que creyó más que nunca en la victoria (73-82)

Los granadinos llegaron a rozar la remontada en varias ocasiones, pero la efectividad desde el triple de los tinerfeños y un Jaime Fernández imparable acabaron dando el triunfo al plantel visitante

Coviran Granada Lenovo Tenerife
Jacobo Díaz durante el encuentro ante Lenovo Tenerife | Foto: Antonio L. Juárez
Ainoa Morano
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A estas alturas de la temporada ya no importan las pizarras cuando la permanencia está en juego, lo realmente importante es la actitud. Las derrotas de la pasada semana han servido como un gran toque de atención. Ya no valen medias tintas y Covirán Granada lo tuvo muy claro ante todo un Lenovo Tenerife. Luke Maye asumió la batuta del equipo en el plano ofensivo en el arranque del partido. El estadounidense quería resarcirse de todos los errores del pasado. El combo Shermadini-Huertas contestó a la ofensiva de Maye llegando a poner, junto a un triple de Aaron Doornekamp, el 2 a 9 en el marcador. Pablo Pin paró el partido por primera vez. Hacía falta un poco más de intensidad.

A la lucha de Luke Maye se sumó un Jacobo Díaz venido a más en el rebote defensivo para recortar distancias en el marcador. Cada jugada era un mundo y cada canasta un sufrimiento, pero los rojinegros no bajaban los brazos. La entrada de Caicedo, Bropleh, Ndoye y Costa en pista dio un poco de oxígeno a un Covirán Granada que creía más que nunca en la remontada y en la posible victoria. Mención especial para un Youssou Ndoye que supo plantarle cara a los pívots canarios Shermadini y Guerra y que mostró su mejor actitud de la temporada, aunque tuvo que retirarse de forma temprana por sus dos faltas cometidas.

Con el 11 a 21 en el luminoso arrancó el segundo cuarto y el momento de magia de don Lluís Costa. El base catalán firmó el solito el primer amago de remontada del partido. Cinco puntos consecutivos, dos robos y una asistencia que acabó en canasta de Michael Caicedo llevaron a Covirán Granada al 18-21 y obligaron a Txus Vidorreta a solicitar su primer tiempo muerto del partido. El Palacio creía, los jugadores creían, había que luchar hasta el final.

El gran momento de los granadinos lo cortó el arranque tras tiempo muerto, justamente una de las facetas que Pablo Pin remarcó para este partido. Shermadini hizo de las suyas ante un David Iriarte o un Michael Caicedo que trataban de pararlo de todas las formas posibles. La excesiva facilidad de los de San Cristóbal de La Laguna para anotar desde el triple, todos desde las esquina, llevaron a Covirán Granada a marcharse a vestuarios con un -13 en el marcador. A pesar de ir perdiendo al descanso, las sensaciones eran distintas. Al fin se veía a un equipo que quería ganar, que le metía intensidad al juego, que peleaba cada acción y que no bajaba los brazos fuese quien fuese el rival que tenía enfrente (26-39).

La diferencia entre creer o no es lo que hizo Covirán Granada tras su paso por vestuarios. Lenovo Tenerife saltó al parqué del Palacio de Deportes de Granada con la clara intención de matar el partido, pero la moneda le salió cruz. Cada ataque errado de los tinerfeños se convertía en una canasta del cuadro local. Paso a paso, jugada a jugada, los de Pablo Pin endosaron un parcial de 10 a 0 a los de Txus Vidorreta. Un amago de remontada que dejó el marcador en el 36 a 39 y mandó un mensaje claro a los canarios: aquí se va a pelear hasta el último segundo.

La reacción rojinegra quedó apagada por un Jaime Fernández explosivo y matador. El base madrileño asumió la dirección del equipo en el momento más difícil del partido para ellos. Con un juego rápido, desbordando la defensa granadina, siendo capaz de encontrar tiros muy claros para sus compañeros y anotando desde el tiro exterior, Fernández devolvió el golpe a los locales. Tras unos momentos en los fantasmas del pasado reaparecieron para Covirán Granada, la entrada de Costa, Caicedo y Ndoye sirvió para recuperar el optimismo perdido ante el contragolpe tinerfeño. Un triple de Lluís Costa y una canasta de Caicedo devolvieron la esperando a Covirán Granada para los últimos diez minutos de un partido que estaba siendo una auténtica guerra (49-58).

Solo quedaba un suspiro, un pequeño esfuerzo más, la victoria era más real que nunca. El partido entre Covirán Granada y Lenovo Tenerife podría calificarse como el de las remontadas rojinegras. Una vez más, la arranque de periodo benefició a un plantel granadino que mostró su mejor versión de las últimas semanas. Con un triple de Christian Díaz, con Caicedo nuevamente en acción y con el Palacio, ahora sí, haciendo su papel, los locales volvieron a recortar distancias para poner en aprietos a un Lenovo Tenerife que no se las prometía felices.

El problema de Covirán Granada es que su buen juego, su acierto de cara al aro y su explosividad de los primeros instantes del periodo quedaban en nada con el paso de los minutos. Las piernas fallaban y los tinerfeños sabían esperar al momento indicado para dar ellos el paso adelante. Otra vez, de estar a cinco a ver la ventaja en el marcador aumentada hasta los 13 puntos. Otra vez, gracias a Jaime Fernández. Con el +11 en el marcador a falta de poco menos de dos minutos, Covirán Granada siguió peleando, pero el resultado ya estaba claro. La derrota volvía a acompañar a los de Pablo Pin, aunque esta vez, se pueden sacar más cosas positivas que negativas. Sí, ya solo restan cuatro finales y el casillero de las victorias no se mueve para los granadinos, pero la actitud ha sido diferente. Algo se ha encendido en el interior de la plantilla rojinegra, una fe que puede mover montañas y que puede traer triunfos. Se ha logrado meter presión a todo un Lenovo Tenerife que por momentos se ha visto atrapado y sin respuesta ante Covirán Granada. Se ha visto una lucha y un juego de los locales que hacía mucho que no se presenciaba ni disfrutaba en el Palacio. Jugando así, creyendo y confiando así, este equipo se salvará.

Ficha del partido

Covirán Granada: Niang, Renfroe, C.Díaz, J. Díaz, Maye -quinteto inicial-Moore, Bropleh, Vilá, Costa, Iriarte, Caicedo, Ndoye

Lenovo Tenerife: Huertas, Shermadini, Cook, Bolmaro, Doornekamp -quinteto inicial- Fernández, Fitipaldo, Diagne, Abromaitis, Mathias, Guerra.

Parciales:11-21; 15-18 -descanso- 23-19; 24-24

Árbitros: Jordi Aliaga, Jorge Martínez y Fabio Fernández

Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 30 de la Liga Endesa disputado en el Palacio de Deportes de Granada con 7.146 espectadores.







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