Cambio de tornas para Covirán que cae en los últimos segundos ante Manresa

Los rojinegros dominaron el encuentro de principio a fin, pero los fallos desde el tiro libre y las cuestionables decisiones arbitrales lo llevan a sumar su primera derrota de la temporada por 84 a 87

Coviran Granada Baxi Manresa
La gran actuación de Thomas Bropleh no sirvió para llevarse el triunfo | Foto: Antonio L. Juárez
Ainoa Morano
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El deporte a veces, muchas, es injusto. Puedes ser el mejor sobre la pista, el que domine el encuentro, pero si tu rival se mantiene vivo y es mejor que tú en los últimos minutos, no hay nada que hacer. Tras la victoria en el último segundo del pasado jueves ante Fuenlabrada, los rojinegros recibieron de su propia medicina y sufrieron una dolorosa derrota cuando el triunfo estaba casi asegurado. Ni siquiera un descomunal Thomas Bropleh con 26 puntos, ni un brillante Luke Maye con 18 puntos pudieron hacer que la victoria se quedase en casa.

Con el Palacio de las grandes ocasiones respaldando al equipo, el Covirán Granada aprendió de los errores cometidos en el encuentro ante Fuenlabrada para salir al parqué con la intensidad que tanto requiere esta competición. Abrió el marcado un Cristiano Felicio que al fin sacó a relucir su gran potencial. El brasileño dominó la zona a su antojo en los primeros minutos para comenzar a marcar territorio en el partido. Pero, obviamente, esto es un juego de equipo y sin un descomunal Alex Renfroe, Felicio no podría haberse lucido de la manera que lo hizo. El base estadounidense dirigió a la perfección el juego de los locales. A pesar de la evidente superioridad de los rojinegros, Manresa se sirvió de sus superioridad desde el tiro exterior para mantener igualado el marcador. 

Las defensas si impusieron en los primeros compases del partido hasta que Thomas Bropleh desde el tiro exterior y un descomunal Luke Maye comenzaron a romper el encuentro. El estadounidense, ex de Manresa, se dejó todo sobre la pista, incluso sufrió una caída algo aparatosa tras las vayas de publicidad al intentar salvar un balón que si iba por línea de fondo. Todo estaba saliendo según lo previsto, menos desde el tiro libre donde el Covirán Granada firmó un 4/8 en el primer cuarto (25-20).

Con las buenas sensaciones del primer periodo, el conjunto rojinegro saltó venido a más al segundo. Un mate de Petit Niang que levantó a toda la grada del Palacio de Deportes, seguido de un Christian Díaz puso el 27-20. La efusividad y la emoción se palpaba en el ambiente, pero solo eran los primeros minutos del segundo cuarto, aun quedaba un mundo. Los granadinos debían calmarse, era momento de controlar los tiempos del partido. Los pequeños fallos comenzaron a aparecer y Manresa se aprovechó de ello. Del 30 a 22 al 30-29 en apenas unos minutos. Tuvo que parar el encuentro Pablo Pin.

El Covirán Granada entró en uno de esos indeseables momentos de desconexión. No había claridad en el ataque, los tiros se hacían por descarte y solo Luke Maye luchaba por el rebote. Cuando peor estaba el equipo sobre la pista apareció el de siempre, Thomas Bropleh. El cañonero de Denver cargó su muñeca para, con ocho puntos consecutivos, seis de ellos desde el triple, reavivar al equipo y a la grada. Los rojinegros reaccionaron para volver a imponerse, sobre todo desde la defensa y marcharse al descanso con 44 a 36 en el marcador. 

El trabajo aun no estaba hecho. Si mantener la concentración es clave, mantener la calma lo es aun más.Pablo Pin apostó por Alex Renfroe, Christian Díaz, Luke Maye, Cristiano Felicio y Thomas Bropleh. Puntos asegurados y fiabilidad desde la dirección, más pudiendo intercambiar roles Renfroe y Díaz entre el uno y el dos. Abrió el marcador del tercer cuarto Felicio, pero Manresa contestó desde el triple. Los primeros compases del tercer periodo estuvieron marcados por un cierto descontrol por parte de ambos equipos. Con un juego nuevamente poco lúcido de los rojinegros, Thomas Bropleh volvió a aparecer al rescate. Triple tras triple, el Covirán Granada colocó el 55 a 43 en el marcador, una renta de 12 puntos que hacía soñar a la afición y que aportaba cierta tranquilidad.

Pero esto es la ACB. Nada está asegurado hasta que no suena el pitido final. Los de Pedro Martínez necesitaban la victoria tras la derrota sufrida en la primera jornada ante Tenerife. Un par de despistes de los rojinegros hizo que la distancia en el marcador se redujese a seis puntos y Pablo Pin volvió a parar el juego. Nuevamente, había que calmarse. Bropleh siguió a lo suyo con la ayuda de un siempre necesario Luke Maye y la renta volvió a ser de 10 puntos. Se precipitó Pere Tomás en un pase largo a Petit Niang que acabó en triple para Manresa. Esta acción sumada a una antideportiva a Prince Ali dio alas a los visitantes que consiguieron marcharse a los últimos diez minutos solo cinco abajo (65-60).

Nervios a flor de piel. Covirán merecía la victoria, estaba jugando mejor, pero lo lograba romper el partido. Se tuvo que sentar Thomas Bropleh al inicio del último periodo, completamente frustrado tras sumar su cuarta falta personal. Iba a sufrir el conjunto rojinegro si su killer. Los puntos ya no entraban fácilmente y el partido entró en un momento muy feo. El trío arbitral quiso su protagonismo, lo llevaba buscando desde el primer cuarto con algunas decisiones, cuando menos cuestionables, pero fue en los últimos minutos cuando estalló todo. Una técnica pitada a Petit Niang hizo que el Palacio jugase su papel. El Palacio se convirtió en una auténtica caldera y la decisión de los colegiados despertó a la bestia. Desde ese momento Petit Niang fue imparable.

El Covirán Granada siguió haciendo su trabajo, peleando en silencio contra viento y marea, con ataques bien estructurados y una gran circulación del balón. Se vivió un nuevo momento de tensión cuando el árbitro concedió la posesión del balón a Manresa. Alex Renfroe lo tenía claro, él no había tocado la pelota. Pidió challenge Pablo Pin y lo ganó. Un motivo más para seguir peleando. Manresa no se dejó vencer y de la mano de un Jerrick Harding descomunal de cara al aro. Los triples se sucedieron y los fallos de Covirán Granada desde el tiro libre continuaron. Qué distinto hubiese sido el partido con una mayor efectividad desde la línea de personal. A falta de 1:48 Manresa se colocó a tan solo un punto (81-82). Los catalanes podían ponerse por delante tras la falta de Luke Maye sobre Hamilton, pero ese tan solo anotó uno, 82-82. De ir dominando todo el partido a ver como quedan 13 segundos en el reloj y Manresa se ha colocado tres arriba. Así es la ACB, nunca se puede dar nada por ganado. A veces no vale con ser superior durante todo el encuentro, no siempre se anotan triples en el último segundo. Quiso ser Renfroe el que llevase el partido a la prórroga, pero el tiro quedó corto. No se mereció perder este partido Covirán Granada, pero puestos a quedarse con lo bueno, si se compite así cada semana este equipo tiene mucho que decir.

Ficha técnica:

Parciales: 25-20; 19-16 -descanso- 21-24; 19-27

Covirán Granada: Cristiano Felicio, Thomas Bropleh, Petit Niang, Alex Renfroe, Ramón Vilá, Christian Díaz, Lluís Costa, Pere Tomás, David Iriarte, Prince Ali, Luke Maye, Jacobo Díaz

Baxi Manresa: Brancou Badio, Giordano Bortolani, Jerrick Harding, Tyson Pérez, Guillem Jou, Dani García, Elias Valtonen, Babatunde Olumuyiwa, Juampi Vauler, Marcus Lee, Justin Hamilton, Dani Pérez

Árbitros: Antonio Conde, Jorge Martínez y Roberto Lucas

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio de Deportes.







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