Necesitamos liderazgos más éticos, femeninos, inclusivos, comprometidos y con determinación

Lo primero implica no sólo hacer las cosas bien, sino ser coherente con lo que uno dice y luego hace y respetando a todos los grupos de interés de la empresa

Liderazgo de mujeres, liderazgo femenino
Las organizaciones necesitan, ahora más que nunca, un liderazgo femenino con habilidades de escucha, de empatía y de cercanía | Foto: Remitida
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Mi amigo Miguel Guerrero, planteó el otro día en la red social 'X 'que el liderazgo debería ser ético, inclusivo, comprometidos, eficaz y competente.

A esa idea que me gustó le he añadido alguno de los valores que me parecen a mí importantes para mejorar lo que hacen algunos jefes.

Ejercer un liderazgo ético no es sólo hacer las cosas bien, sino ser coherente con lo que uno dice y luego hace, mirando no sólo en favor de los miembros de la organización sino respetando a todos los grupos de interés de la empresa. El liderazgo ético se basa en comportamientos éticos y para ello hay que formar a los líderes para que a la hora de tomar decisiones complejas sean las correctas. Los verdaderos líderes actúan con ética e integridad, lo que les otorga mayor credibilidad, al tiempo que generan confianza en el equipo. Son facilitadores de la atracción y retención del talento.

Además, las organizaciones necesitan, ahora más que nunca, un liderazgo femenino con habilidades de escucha, de empatía y de cercanía. Se requiere un liderazgo femenino acorde en el que son aún más esenciales cualidades como el dinamismo, la empatía, la flexibilidad, la creatividad y la capacidad de comunicar efectivamente para generar espacios de confianza que dan como resultado equipos cohesivos, comprometidos y motivados. Las personas con liderazgo femenino suelen acudir a las fuentes de talento especializado, crean redes de aprendizaje que integran y adoptan diferentes puntos de vista de forma más natural. Pero esta humildad no es sinónimo de debilidad.

Las personas con un estilo o capacidad de liderazgo inclusivo son aquellas que adquieren compromisos visibles con la diversidad, equidad e inclusión inspirando a otras a actuar para promover cambios significativos. Son los que se basan en la escucha activa, la comunicación empática, el trabajo en equipo y la capacidad de delegación, para mejorar la atracción y retención de talento. El concepto de liderazgo inclusivo hace referencia a aquel estilo de management en el que se valora la singularidad de cada integrante del equipo, y estas particularidades se cohesionan para conseguir resultados más positivos para todo el conjunto. Es decir, un líder inclusivo fomenta estas diferencias y enfoca su liderazgo a potenciar ese talento heterogéneo para que cada empleado aporte lo mejor de sí mismo y se genere un valor añadido al conjunto.

Esta idea, que puede parecer lógica sobre el papel, resulta complicada en la práctica debido a los sesgos cognitivos que tienen las personas. En este sentido, la neurociencia ha demostrado que los individuos tienden a rodearse de personas afines, que comparten sus perspectivas y con los que se sienten identificados para no tener confrontaciones entre sus formas de pensar o actuar. Esto provoca que muchos directivos conformen los grupos de trabajo con colaboradores de perfiles muy similares, perdiendo la riqueza de la diversidad.

El o la líder comprometido/a debe conseguir lo que se propone y guiar al resto de la organización. Para ello, imprescindiblemente debe contar con una serie de cualidades o asumir algunos roles como ser buen/a comunicador/a y buen/a orador/a, que resuelve y toma de iones adecuadla, siendo un/a líder carismático/a, con disciplina y con honestidad. Un liderazgo comprometido con su organización, e implicado con su gente, genera cohesión en los equipos de trabajo; inspira a la acción constructiva, motivada por un significativo sentido de propósito; influye en positivo, en el desarrollo de las personas a su cargo; y logra alinear una excelente ejecución operacional, con los vectores que guían la estrategia organizacional.

También necesitamos liderazgos con menos aspavientos y con más determinación. La determinación es la capacidad de una persona para sobrellevar las dificultades impuestas por el azar de la vida, ir en contra de ellas y seguir perseverando. El o la líder que goza de determinación tiene mayores posibilidades de éxito, pues pocas situaciones le resultan fatalistas. El o la líder con determinación supera los eventos trágicos con notable facilidad. Una clara característica de quien goza de determinación es poder sobrellevar las situaciones negativas con facilidad y en poco tiempo. Un o una líder con determinación puede, sin dedicarle demasiado tiempo, dejar atrás un evento sumamente negativo.

Y al mismo tiempo Miguel, planteaba que se necesitan nuevos modelos de trabajo, nuevos enfoques, más investigación libre de conflicto de interés, además de innovar y ser creativos.

Mucho por hacer. Muchos liderazgos por cinturón. Muchos liderazgos por rehacer.