La UGR restaura una esfera celeste de 1875, una de sus joyas patrimoniales

El objeto restaurado muestra las estrellas fijas agrupadas en constelaciones con su situación relativa el día 1 de enero de 1850

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Acto de presentación de la restauración de la esfecera celeste de 1875 en el Hospital Real | Foto y vídeo: Carlos Gijón
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La Universidad de Granada, en su decidida apuesta por la conservación y puesta en valor de su patrimonio, ha restaurado una de las joyas que atesora dentro de su extenso e importante patrimonio. Se trata de un globo celeste, elaborado por Alexandre Delamarche en torno a 1875, que recoge el catálogo de estrellas fijas agrupadas en constelaciones con su situación relativa el día 1 de enero de 1850, representadas por figuras alegóricas y simbólicas del universo.

La restauración ha estado dirigida por la Dra. Teresa Espejo Arias, directora del Secretariado de Conservación y Restauración de la Universidad de Granada, adscrito al Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Patrimonio y ha sido realizada por Adrián José Pérez Álvarez y María Trigo Peinado, con la colaboración de Andrea Amor Ortega Escobar y Luis Miguel Franco Muñoz.

El acto de presentación de la obra restaurada ha tenido lugar este martes, en el Hospital Real, y al mismo han acudido Pilar Aranda Ramírez, rectora de la Universidad de Granada, María Concepción de Santa Ana Fernández, directora gerente de la Fundación Pública Andaluza el Legado Andalusí, Antonio J. Granados García, delegado territorial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico en Granada, y Cristina González Sevilla, jefa del Departamento de Comunicación y Turismo Parque de las Ciencias, que actúa como directora en funciones. La Universidad de Granada está a punto de cumplir cinco siglos de historia y en ese periodo ha atesorado un gran patrimonio de ámbitos diversos: mueble, inmueble, científico, didáctico, documental, etc.

El actual equipo de gobierno, a través del vicerrectorado de Extensión Universitaria y Patrimonio, ha convertido en una prioridad no solo su protección, catalogación y restauración, sino su divulgación y puesta en valor, con el objetivo de que la sociedad conozca y sea consciente de esa riqueza patrimonial.

La esfera está compuesta por 12 husos y dos casquetes polares de papel artesanal grabados al aguafuerte, encolados y barnizados sobre dos semiesferas de papelón huecas recubiertas por varias capas de estuco blanco unidas a lo largo del Ecuador. La estructura interna se compone de una armadura de madera con un eje axial central. El eje de la esfera permite un giro multidireccional; está unido al círculo del meridiano –de latón y calibrado en grados- haciendo de nexo entre esfera y soporte.

El mueble se compone de un pilar de madera de cedro soportado por tres pies decorados con volutas y motivos vegetales y un ecuador de madera cuya parte superior está cubierta por una capa de papel en la que se anotan los nombres de las constelaciones. Los globos celestes son representaciones cartográficas en tres dimensiones que fueron concebidas como herramientas de trabajo útil para navegantes, astrólogos, físicos o matemáticos, entre otros. Se trata de objetos que con el paso del tiempo se han resignificado convirtiéndose en referencias de estudio para investigadores y en piezas de museo con un reconocido valor histórico y artístico.

La historia de los globos celestes está unida a la de la Astronomía pues facilitaban la explicación de los movimientos de las estrellas. Conocidos desde la Antigüedad, el legado griego y los progresos de la astronomía islámica hicieron avanzar esta ciencia y, familiarizados con el uso y manufactura de los globos celestes los introdujeron en Europa a finales del siglo X. Sin embargo, el verdadero auge en su producción llegó en el periodo de los Grandes Descubrimientos como la manera de dar a conocer los descubrimientos de navegantes y viajeros por el mundo. Su fabricación se extendió a lo largo de los siglos sirviendo de elementos de difusión científica, herramientas educativas de gran valor pedagógico o como elemento decorativo símbolo de poder político o económico.

El paso del tiempo, problemas estructurales y una inadecuada manipulación habían dejado graves heridas sobre esta joya del patrimonio. La pérdida de equilibrio en el soporte como consecuencia de la falta de una de sus ruedas había supuesto la perdida de verticalidad y en consecuencia, deformaciones estructurales en el círculo meridiano que, en contacto con la esfera y como resultado de los continuos giros que los visitantes provocaban cuando lo observaban originaron graves desgastes que terminaron por destruir tanto las imágenes representadas como las capas más superficiales de papel. La oxidación de los barnices y la aplicación de productos no adecuados de limpieza habían dejado ocultos bajo una capa oscura y muy manchada los elementos representados.

La recuperación formal y estructural de este globo celeste, un raro ejemplar de sumo interés científico y artístico, ha sido un objetivo prioritario para el equipo restauración de la Universidad de Granada. En los últimos meses, se ha llevado a cabo un exhaustivo estudio de la pieza y se ha procedido a tratar los elementos que la constituyen por separado. La esfera se ha limpiado, eliminando manchas y el barniz oxidado, se ha consolidado y restituido las partes que faltaban y se han reintegrando y protegidos los elementos representados. En el soporte se han eliminado los problemas estructurales y tras una actuación conservativa de consolidación y limpieza se ha restituido su función original como mueble y soporte.  

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