Triunfo de quilates para el Covirán con un Christian Díaz estelar (91-88)

Los rojinegros se llevan una sufrida victoria gracias a la actuación de sus bases y a la serenidad del equipo para contener las reacciones de Andorra

Coviran Granada Morabanc Andorra
Christian Díaz fue el gran protagonista del partido con 24 puntos | Foto: Antonio L. Juárez
Ainoa Morano
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En Granada las victorias o son sufridas o no son victorias. El Covirán Granada ha logrado este domingo su segunda victoria de la temporada en un encuentro que dominó desde el primer cuarto, pero que se torció en varias ocasiones por las reacciones de MoraBanc Andorra. Las actuaciones de Christian Díaz y Lluís Costa, claros protagonistas del partido dan algo de oxígeno a un conjunto granadino que logra salir del descenso.

Animaba Joe Thomasson a la grada incluso antes de que sonara el pitido inicial. Sentía ese picorcito. Esa sensación de que este debía ser su día. El suyo propio y el de toda la plantilla. Este domingo no se podía fallar, era de obligado cumplimiento saltar al parqué del Palacio con el cuchillo entre los dientes y sin un ápice de miedo, duda o inseguridad. Arrancó el encuentro con dos triples consecutivos de Kwan Cheatham que sirvieron como un claro aviso. El Covirán Granada iba a por todas. Con un ataque muy meditado, pero sin perder la rapidez que tanto caracteriza a los rojinegros, los de Pablo Pin fueron sumando puntos a su marcador hasta colocar el 16 a 6 que llegó a Natxo Lezkano a parar el partido por primera vez. Los del Principado no encontraban respuestas a la férrea defensa de los locales, una intensidad defensiva que los forzaba a una mala selección de tiro e incluso a agotar sus posesiones sin encontrar una mínima opción para anotar.

Tras el tiempo muerto, MoraBanc Andorra reaccionó de la mano de Jean Montero que con dos triples consecutivos metió algo de presión a los locales. Aun así, los de Pablo Pin no perdieron la concentración. El plan de partido se mantenía incluso con las rotaciones. El emparejamiento de David Iriarte con Felipe Dos Anjos podía parecer disparatado, pero el capitán rojinegro supo salvar la papeleta para ayudar a su equipo y no perder una ventaja con la que pocas veces se ha visto al Covirán Granada esta temporada. A la fiesta del triple se sumó también Lluís Costa con dos consecutivos que permitieron a su equipo alcanzar un colchón de 11 puntos en el luminoso. El único error de los granadinos llegaría al término del primer periodo. Un pase errado del base catalán y una posterior falta de Joe Thomasson permitió a MoraBanc Andorra reducir la diferencia hasta los ocho puntos (28-20).

El “despiste” del final del primer cuarto era solo un anticipo de lo que ocurriría en el segundo, periodo en el que el Covirán echó por tierra todo lo que había logrado. Un triple de Jerrick Harding, seguido de un 2+1 del base estadounidense y otro 2+1 de Marin Maric recortó de un plumazo toda la cómoda ventaja de la que disponía el conjunto granadino en el marcador. Tuvo que parar el encuentro Pablo Pin, pues sus jugadores entraban peligrosamente en la consecución de unos errores que les podían llevar a una situación ya conocida y nada recomendable. A la reacción de los de Natxo Lezkano respondió un gran Christian Díaz recién salido al parqué. La ayuda del base canario no fue suficiente para frenar a los visitantes. Joe Thomasson entró, al igual que el resto de la plantilla, en un pequeño bucle de errores y despistes que permitieron a MoraBanc Andorra darle la vuelta al marcador para ponerse por delante a falta de seis minutos para el descanso.

El revulsivo llegaría gracias a Lluís Costa. El base catalán anotó seis puntos consecutivos para reenganchar a su equipo y no perderle la cara al encuentro. El intercambio de canastas llevó a un intercambio de liderazgo en el marcador. Ninguno de los dos equipos lograba romper un segundo cuarto muy igualado, una igualdad que solo sería capaz de romper Christian Díaz. El base canario aprovecha al máximo cada minuto en pista como si su continuidad dependiese de ello. El de Gran Canaria anotó dos canastas consecutivas encontrando huecos imposibles en la defensa andorrana que llevó al Covirán Granada a marcharse al descanso con cinco puntos de ventaja (49-43).

Las sensaciones en el conjunto rojinegro eran muy positivas. Se notaba la necesidad de demostrar que querían y podían ganar. Sin embargo, los inicios de periodo volvieron a jugar en su contra. El tercer cuarto arrancó con un parcial de 0 a 9 para MoraBanc Andorra en apenas dos minutos de juego. Un inicio que casi noquea a los de Pablo Pin. El técnico granadino decidió no parar el encuentro, confiando en que sus jugadores encontrarían más rápido que tarde la respuesta a la ofensiva andorrana. Y así fue. Lluís Costa volvió a colgarse la capa de héroe para igualar el marcador a 52 desde la línea de triple.

Entre pases errados, precipitaciones, imprecisiones y un juego rojinegro sin pausa y sin sentido, el Covirán Granada encontró poco a poco la fórmula para volver a compartir el balón y jugar en equipo. Las individualidades tenían que quedar aparcadas, era momento de pelear todos unidos. Cristiano Felicio entró en acción para seguir remando hacia la victoria, pero fue una vez más Christian Díaz el que levantó a todo el Palacio para decirles alto y claro que esta victoria se quedaría en casa. En el lado contrario, Felipe Dos Anjos era el único jugador, ayudado por momento por Jean Montero, que se echó el equipo a las espaldas ante la ausencia de Tyson Pérez que se marchó lesionado en los primeros minutos del encuentro.

La energía del base canario y, sobre todo su fe, dio alas a un Covirán Granada al que solo le restaban diez minutos para sumar su segunda victoria de la temporada. El MoraBanc Andorra ya no tenía fuerzas para contestar a la energía granadina y mucho menos al día de gracia que estaba viviendo Christian Díaz. El base canario quiso celebrar a lo grande sus 100 partidos vistiendo la elástica rojinegra y vaya si lo hizo.A falta de cinco minutos para acabar el encuentro ya sumaba 24 puntos, 5/5 en triples, dos rebotes y tres asistencias.

Como viene siendo habitual en el Palacio de Deportes, este partido tampoco estuvo exento de polémica arbitral. El trabajo de los colegiados, cada vez más cuestionado, llevó a MoraBanc Andorra a seguir con vida en el partido aun cuando llegó a situarse catorce puntos abajo. Paró el partido Pablo Pin pues su equipo no podía perder la concentración por las decisiones que los tres hombres de negro tomasen en los minutos finales. A falta de dos minutos la tensión creció. Andorra se puso a tan solo dos puntos de distancia, era el momento decisivo donde los fantasmas del pasado no podían regresar. Mantuvo la calma Covirán Granada para agarrar con fuerza una victoria que fue suya desde el minuto uno. Gritos de rabia, de alivio y, sobre todo, de alegría. El camino está siendo tortuoso, pero la segunda victoria de la temporada ya está aquí (91-88).

Ficha del partido:

Covirán Granada: Felicio, Cheatham, Thomasson, Costa Tomàs - quinteto inicial -Konontsuk, Martínez, Kairys, Díaz, Iriarte, Kramer, Ziv

MoraBanc Andorra: Pérez, Starks, Montero, Rubio, Dos Anjos - quinteto inicial - Andric, Luz, Llovet, Harding, Okoye, Somogyi, Maric

Parciales: 28-20; 21-23 - descanso - 19-17; 23-28

Árbitros: Carlos Cortés, Sergio Manuel, Andrés Fernández

Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 10 de la ACB disputado en el Palacio de Deportes ante 6.681 espectadores.

 







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