La Incubadora de Talento de la UGR, un baluarte para "cambiar el sistema productivo granadino"

Lola Vidal, codirectora de la iniciativa, repasa la trayectoria del proyecto con la mirada puesta en un futuro que considera prometedor

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Alumnos participantes en el seminario 'Claves de la negociación y la persuasión' | Foto: GranadaDigital
Sergio Rodríguez Acosta
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Es un día cualquiera de abril en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Granada. Una persona cruza el umbral de la puerta de un aula y se encuentra a un grupo de alumnos que reverencian a un rey invisible, paran taxis que no existen o fingen que acaban de descubrir que tienen dedos. No, el mundo no se ha vuelto loco. Esta actividad pertenece a un seminario sobre negociación y persuasión que cuenta con la colaboración de la Incubadora de Talento de la UGR. Lola Vidal, codirectora del proyecto, repasa la trayectoria de esta iniciativa, cuyo objetivo es "complementar la formación académica" y aportarle un enfoque directo a la entrada en el mundo laboral. Asimismo, considera que el futuro alberga oportunidades prometedoras para "cambiar el sistema productivo granadino".

La facultad ha acogido recientemente seminarios sobre 'comunicación eficiente', 'trabajo en equipo' o 'soft skills a través de la comunicación'. Las soft skills, 'habilidades blandas' traducido al castellano, hacen referencia a competencias que no se aprenden únicamente con la teoría. La intención de estas prácticas, en las que los estudiantes únicamente se llevan la experiencia, es que en un futuro nadie les diga la famosa frase 'te falta calle'. Las peticiones para estas jornadas fueron multitudinarias. Así lo expresa Lola Vidal, quien detalla que después de todo el trabajo hay una puesta en común para la asimilación del conocimiento adquirido.

"Aquí ganan todos"

Dentro de cada programa ofertado por la Incubadora de Talento hay "muchos seminarios" que están "especializados en competencias transversales". “Los alumnos no pagan nada porque están subvencionados o patrocinados”, declara Lola Vidal, que añade que “casi todos tienen incorporación posterior a la empresa”.

La docente cree firmemente que "aquí ganan todos", pues indica que la Universidad ofrece "formación complementaria", los alumnos se benefician de la misma y las empresas "consiguen talento de alto nivel". Uno de los conceptos en los que hace más hincapié es el mentoring, que consiste en sesiones de orientación con directivos de empresas multinacionales de alto nivel que cuentan con una dilatada trayectoria profesional y ofrecen una experiencia práctica de la realidad empresaria a los estudiantes. Cada programa cuenta con sus propios mentores.

El paquete completo de estas formaciones incluye también coaching y formación experiencial. La codirectora de la Incubadora señala que "un estudio de Harvard apunta que el 60% del éxito laboral no proviene de las hard skills". Este concepto hace referencia a las demandas existentes dentro del mercado laboral. Lola afirma que las empresas piden requisitos, pero posteriormente "seleccionan por actitud".

Dentro de cada programa existe la posibilidad de que se repitan seminarios, pues se trabajan conceptos clave como "comunicación en equipo, inteligencia emocional o liderazgo". Lola Vidal también resalta la importancia de "la solidaridad" y "los valores", pues señala que “queremos líderes del futuro con valores”. Para predicar con el ejemplo, menciona en numerosas ocasiones a Juan Alberto Aragón, con quien dirige la Incubadora. Además, destaca el apoyo de la Universidad en "medios e instalaciones" y agradece el apoyo de la rectora Pilar Aranda y su involucración con el proyecto.

El éxito llama al éxito

Una de las relaciones más sólidas del proyecto es con Alight. La multinacional estadounidense con sede en Granada firmó una cátedra con la Incubadora hace seis años para el Programa de Aceleración de Competencias Profesionales. “Les gustó y al año siguiente pusieron en marcha uno más y al siguiente dos más”, recuerda. En el presente, este programa, calificado por Lola como "la estrella" de la iniciativa, ha puesto ya en marcha su sexta edición. Una de sus prácticas habituales es llevar a los estudiantes un fin de semana a un hotel para recrear vivencias y sacar a los participantes de su zona de confort. Además, Lola Vidal asegura que así también se crean lazos entre "un grupo multidisciplinar"

El clásico boca a boca de los buenos resultados derivó en el estrechamiento de lazos con más empresas. El proyecto ha lanzado programas que han contado con el patrocinio de gigantes como la multinacional alemana T-Systems o Amazon. Recientemente se han abierto las inscripciones para el Young Talent Programs, dos opciones de desarrollo profesional ofrecidas en colaboración con la empresa Leroy Merlin. “El éxito de la Incubadora hace que vengan más empresas”, resume Lola Vidal.

“Nos sentimos muy orgullosos porque es algo real”

Una de las metas más importantes de esta iniciativa es establecer un “puente directo entre universidad y empresa”. La docente de la UGR destaca que “estamos haciendo formación directa a trabajadores” y muestra el orgullo del equipo "porque es algo real". "Las empresas tienen necesidad de talento", insiste.

“Les digo a los alumnos que hay posibilidades de crecer de una forma brutal”, expresa Lola Vidal. Ella misma recuerda la sensación, conocida por miles y miles de personas, de acabar su formación universitaria y pensar "¿ahora qué hago con mi vida?", por eso valora tanto que sus pupilos puedan tener la oportunidad de desarrollar su talento en el mundo laboral. “No existe obligación de entrar en la empresa”, apostilla. La responsable reitera que lo fundamental es que el conocimiento y la experiencia se quedan ya en el alumno.

Los interesados en estas oportunidades deben inscribirse en la plataforma Talentia Point. En algunas ocasiones, la propia Incubadora busca perfiles muy concretos dentro del estudiantado de la UGR. Este caso se da en el Programa Poli-lingua o en el Programa Talento Mujer 4.0 porque las muestras son más reducidas para abarcar las plazas ofertadas.

Una de las líneas de futuro en las que la iniciativa tiene fijada su vista son las "microcertificaciones especializadas", que están pensadas para el aprendizaje de herramientas concretas de forma intensiva. "Esos cursos abren puertas. Esto es jugar en Primera División", defiende Lola. Una de sus convicciones inamovibles es que los alumnos finalicen sí o sí los programas, aunque tengan alguna oferta sobre la mesa. "El título se lo tienen que llevar", incide.

"Podemos cambiar el sistema productivo granadino”

La presencia de la Incubadora es una carta valiosa en la baraja de Granada, que en los últimos meses ha levantado la mano para decir con firmeza que quiere jugar un papel a nivel nacional con participación en proyectos como el acelerador de partículas o la intención de acoger la sede de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial.

“Creemos sinceramente que Granada puede convertirse en un eje de la digitalización a nivel nacional”, asegura Lola, que explica que la generación de un "tejido empresarial muy potente” podría ser la vía para "cambiar el sistema productivo granadino”. “Necesitamos ese cambio de modelo", afirma. "Eso revierte directamente en la sociedad”, recalca la docente, que alberga esperanza en que la Incubadora de Talento aporte su grano de arena para un mejor futuro para la provincia.







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