Horarios, rutinas y hacer ejercicio básico para poder conciliar bien el sueño

Diez consejos que ayudarán a descansar bien y dormir las horas recomendadas para estar activo a lo largo del día

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El estrés, el ritmo de vida, los nervios y los problemas se convierten, a veces, en auténticos inconvenientes para conciliar el sueño. El día siguiente se hace pesado, largo y especialmente cansado, y afloran sentimientos como el mal humor y la sensación de hastío.

Para ello, desde la Escuela de Medicina de Harvard se han dado una serie de consejos que ayudan a conciliar el sueño y que éste sea reparador. Lograr un plácido sueño cada noche favorece que le cuerpo esté más saludable y tenga energía para afrontar cualquier tarea al día siguiente.

Hacer ejercicio: Mantenerse físicamente activo cada día con actividades como caminar, correr o nadar aportan tres beneficios: dormirse más rápido, conseguir un sueño más profundo y despertarse con menos frecuencia por la noche.
La cama es solo para dormir y tener relaciones sexuales: el resto de actividades como tumbarse para ver la televisión, leer, revisar el correo o jugar en el móvil no aporta ningún factor positivo si se quiere dormir mejor al final del día.

Horarios y rutinas: organizar el sueño de forma responsable respetando la misma hora de irse a la cama cada día y de despertarse. Se trata de entrenar el cuerpo de cara al sueño, logrando que nos despertemos más frescos.

Dejar de fumar: el tabaco es el gran enemigo del descanso. La nicotina provoca en nuestro organismo un efecto que dificulta que se pueda conciliar el sueño con facilidad.

Tener una buena zona de descanso: con tranquilidad y descanso. El móvil, portátil y televisión deben estar fuera de esa zona de descanso. Lo ideal es que esté oscuro, fresco y tranquilo. La habitación deberá estar ordenada y con pocos objetos alrededor.

Dejar las bebidas con cafeína: café, té o refrescos provocan más dificultad para dormir y aumentan la necesidad de despertarse para ir al baño por la noche.

Los somníferos no son buenos aliados: hay que evitar las pastillas para dormir y consultar con un especialista para tomarlas durante el periodo de tiempo más corto posible.

Beber menos alcohol: aunque deprime el sistema nervioso y ayuda a quedarse dormido, el efecto desaparece a las pocas horas, lo que provoca que nos podamos despertar varias veces a lo largo de la noche. Además, el alcohol magnifica los ronquidos y otros problemas respiratorios.

Siestas cortas: dormir una siesta es beneficioso para tener energía el resto del día, pero tan solo de un máximo de 20 minutos.

Si no se consigue dormir, hay que levantarse: quedarse en la cama tras 20 minutos de haber ido a dormir sin conciliar el sueño es un indicador de que no estamos relajados y por tanto, ponerse a leer un poco puede ayudar.