Unicaja procesiona ante un Covirán en absoluto silencio (69-101)

Los cajistas aniquilaron desde el tiro exterior a un conjunto rojinegro negado de cara al aro y sin capacidad de reacción

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Kendric Perry y Lluís Costa en el encuentro entre Covirán Granada y Unicaja | Foto: ACB Photo/Fermín Rodríguez
Ainoa Morano
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La gran fiesta del baloncesto andaluz acabó siendo una pesadilla para el Covirán Granada. El Palacio contaba con un ambiente de excepción. Más de 7.000 granadinos y malagueños tiñeron las gradas del pabellón del Zaidín de rojinegro y verde y morado para vivir una gran tarde de Sábado Santo, pero lo que podía ser unas horas de pasión para los locales acabaron siendo de silencio y penitencia. Con un parcial de inicio de 0 a 7 a favor de los de Ibon Navarro, el Covirán Granada quedó relegado en apenas unos minutos a ir a remolque durante todo el encuentro.

Canastas demasiado sencillas para un conjunto cajista que plantó una auténtica muralla en su zona. No fue hasta el primer triple de Luke Maye que los rojinegros entraron en el partido. Desde ese momento, los granadinos subieron su intensidad defensiva, ahogando por momentos a un Unicaja que no se encontraba cómodo sobre el parqué del Palacio. El trabajo en el rebote defensivo estaba dando sus frutos, en especial, gracias a Pere Tomás y Luke Maye.

El primer periodo finalizó con una diferencia aun salvable. El 14 a 20 dejaba ciertas esperanzas a los locales, unas esperanzas que Unicaja dinamitó desde el tiro exterior. Hasta en dos ocasiones paró el encuentro Pablo Pin en el segundo periodo, buscando una solución lo más pronta posible para cortar la excelente y acertada circulación del balón y anotación que su rival estaba mostrando. Los puntos caían a cuenta gotas para un Covirán Granada que debía pelear hasta el último segundo de su posesión para conseguir una simple canasta. Todo esfuerzo quedaba en nada con el más mínimo contragolpe de los cajistas. Pase, pase, pase y triple. Sencillo, pero eficaz para llevar la ventaja a los 21 puntos al descanso (29-50).

La clave del éxito para Unicaja estuvo en el rebote defensivo. Los malagueños capturaron 17 rebotes en los dos primeros periodos por 12 de los rojinegros. Si esta cifra se suma a la evidente falta de acierto de los locales de cara al aro, el resultado es obvio. Tan solo Luke Maye y Petit Niang sostenían al Covirán Granada en el plano ofensivo, gracias a sus 10 y 11 puntos, respectivamente.

De regreso a la pista, el sueño de los aficionados rojinegros era ver una mínima reacción de los suyos, lograr que el partido se igualase para disfrutar de un partido tenso y emocionante, pero lo único que se vio sobre el parqué del Palacio fue la inquebrantable superioridad de un Unicaja que no tuvo piedad con su rival.

Mirar el marcador era un auténtico calvario. A falta de 15 minutos para finalizar el encuentro, Covirán Granada tan solo había anotado 35 puntos, siendo probablemente una de sus peores actuaciones de la temporada en el ataque. El control del partido por parte de los cajistas era tal que Ibon Navarro no dudó ni un segundo en darle minutos al joven Mario Saint-Supery. La victoria estaba asegurada para ellos pues Covirán Granada parecía que ni se había presentado al partido, al menos en lo que a anotación se refiere. Los minutos pasaban y el Palacio parecía cada vez más el Martín Carpena. Los cientos de aficionados que se habían trasladado desde la provincia vecina estaba disfrutando de un partido brillante de los suyos, mientras que los granadinos solo podían tratar de acallar los gritos de la marea verde y morada, pero lo que se veía en la pista no invitaba a celebrar ni cantar.

Aguantar sentado en las gradas del Palacio y no marcharse antes del pitido final sí que era devoción y no lo que se ve en la Semana Santa. Con 41 puntos de diferencia en el marcador empezó Covirán Granada el último cuarto de un partido en el que se llevaba pidiendo la hora desde el segundo periodo. Ndoye se echó al barro en los últimos minutos del encuentro, peleando jugada tras jugada con un Yankuba Sima y un Melvin Ejim que se convirtieron en su peor pesadilla. Consiguió meter a los cajistas en bonus, pero no supo aprovechar los continuos tiros libres de los que dispuso para maquillar levemente el marcador. Unicaja no dejaba respirar a su rival ni siquiera con una ventaja que le permitía pasearse con tranquilidad por la pista. Por algo ganaron la Copa del Rey están en cuartos de la BCL y aspiran a entrar en Playoffs de la ACB.

69-101 y punto y final a la buena racha en el Palacio, justo en el peor momento posible. Covirán Granada afrontará sus duelos más importantes del año lejos de su casa por lo que este sábado ha perdido una oportunidad de oro de aferrarse a la permanencia manteniendo su pista como un fortín. En fechas como las actuales, solo queda rezar para que lo visto en el pabellón del Zaidín quede en un mal recuerdo y que la próxima semana  el equipo sepa sacar su mejor versión. Porque la tiene, se ha visto, en varias ocasiones, pero este se ve que no era el día para sacarla a pasear.

Ficha del partido

Covirán Granada: Niang, Renfroe, Tomás, Costa, Maye - quinteto titular - Bropleh, Moore, C. Díaz, Iriarte, Caicedo, Ndoye, J.Díaz

Unicaja: Osetkowski, Barreiro, Brizuela, Perry, Sima - quinteto titular - Ejim, Kalinoski, Carter, Djedovic, Thomas, Saint-Supery, Kravish

Parciales: 14-20; 15-30 - descanso - 12-32; 28-19

Árbitros: Carlos Cortés, Juan de Dios Oyón, Joaquín García

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 26 de la Liga Endesa disputado en el Palacio de Deportes de Granada.







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