Con desconexiones y sin defensa no hay paraíso (81-90)

El Covirán Granada vive su particular historia de nunca acabar con un desastroso segundo cuarto que lo ha llevado a la cuarta derrota consecutiva

RS513189__02
Yiftach Ziv tras perder ante Baskonia en el Palacio | Foto: ACB Photo
Ainoa Morano
0

Jornada decisiva para Covirán Granada. Tras perder sus tres primeros encuentros, los rojinegros volvían una semana más al Palacio de Deportes con el claro objetivo de estrenar, de una vez por todas, el casillero de la victorias. Enfrente, un Baskonia con tan solo un día para preparar este encuentro tras jugar el pasado viernes su primer partido de Euroliga ante el Real Madrid, duelo que perdió en el último instante. La intención estaba, pero una vez más las desconexiones jugaron una mala pasada a un Covirán Granada que no levanta cabeza.

Inicio de partido algo atípico para los conjuntos que se veían las caras este domingo en el pabellón del Zaidín. Acostumbrados a ver un juego rápido, explosivo y marcado por un claro protagonismo del plano ofensivo, el encuentro entre Covirán y Baskonia arrancó al ralentí. Markus Howard estrenó el marcador en el primer ataque de los alaveses. Esta sería su única aportación durante el primer cuarto, relegado al banquillo desde el ecuador del parcial. Los ataques se sucedían sin ver fortuna ni granadinos ni alaveses. Felicio y Cheatham desatascaron el ataque rojinegro para colocar el 5 a 2 en un luminoso que no reflejaba como debía la superioridad de los rojinegros. Los de Pablo Pin estaban firmando un buen inicio de partido, claramente superiores en el juego, sólidos en el rebotes y con una gran intensidad en la defensa que provocó que Baskonia perdiese tres balones, sumase cuatro faltas y tan solo dos puntos en los primeros cinco minutos de partido.

Entre tanto lanzamiento errado, la entrada de David Kramer a pista puso el 7 a 3 y obligó a Peñarroya a parar el partido por primera vez. El momento de reflexión ayudó a los visitantes a entrar de verdad en el encuentro, sacando, ahora sí, toda su artillería en el ataque para cerrar el periodo con el 13 a 20.

La temida desconexión de Covirán Granada volvió a hacer acto de presencia. Moneke y Marinkovic acribillaron a los rojinegros despiadadamente aprovechando el momento de pérdida de concentración de los locales. Una vez más, los pases a ninguna parte, los errores en el tiro y la ausencia de una defensa sólida condenaron a los de Pablo Pin a ir a remolque todo el encuentro. Felicio libró una auténtica batalla bajo aros, pero este no era su partido. Lanzamientos sencillos que debían finalizar en canasta, era habitual que lo hiciesen, acababan en un rebote para Baskonia y una nueva canasta para los visitantes. Nada estaba saliendo bien y, lo peor, el recambio del pívot brasileño, Evaldas Kairys, ya había sumado dos faltas en apenas dos minutos dentro de la pista.

Consiguió cortar la racha anotadora de los alaveses David Kramer, pero Baskonia aun tenía mucho que decir desde el tiro exterior. Los triples de Marinkovic y Howard, que ya había regresado a pista, se sucedieron para agrandar aun más su ventaja. El Palacio se congeló ante la evidente superioridad de Baskonia y la nula reacción de los rojinegros. Pablo Pin probó todas las combinaciones posibles, pero este no era el día en el que llegaría la primera victoria. Ni siquiera los triples de Cheatham en el catch and shoot entraban. Todo era un despropósito, solo se podía pensar en ir a vestuarios y tratar de encontrar el milagro que les diese un poco de vida en el partido. Un último triple de Cheatham sobre la bocina, el primero en 20 minutos de partido, dio algo de optimismo para la segunda mitad (33-45).

De regreso a la pista, la reacción esperada por parte de los rojinegros jamás llegó. Aunque arrancó medianamente bien el periodo con un triple de Kwan Cheatham, eso sí, después de hasta cuatro intentos, los grandes referentes de Baskonia, Marinkovic y Moneke, castigaron una vez más a su rival desde el triple, dejando el marcador en el 38 a 51. Se esperaba que al menos Covirán Granada compitiese, pero ni eso se dio en el partido. Como pequeño impass en el vendaval de canastas baskonistas, llegó una técnica a Moneke, una antideportiva de Rogkavopoulos y, justo después, una técnica a Joan Peñarroya que permitió a los de Pablo Pin ponerse a diez puntos de distancia en el marcador gracias a un último triple de David Kramer. Ahora sí, el Palacio empezó a hacer su papel.

Una nueva canasta de Lluís Costa llevó a Peñarroya a parar el encuentro. Con el 47 a 55, Covirán Granada estaba encontrando una vida extra que desconocía poseer. Los rojinegros consiguieron contener las buenas salidas que su rival firmaba tras tiempo muerto para mantener los seis puntos de diferencia en el marcador. En el camino hacia la remontada apareció un invitado inesperado: Evaldas Kairys. El pívot lituano firmó su mejor actuación hasta el momento. Sin hacer faltas, mas bien sacándolas, anotando y muy fuerte en el rebote fue uno de los principales artífices de que Covirán Granada regresase al partido y se marcharse al último cuarto con opciones de, al menos, seguir luchando (56-62).

No pudo tener mejor inicio de periodo Covirán Granada. Una nueva canasta de Evaldas Kairys, otra de Lluís Costa y una antideportiva sobre Thomasson permitieron a los rojinegros reducir la distancia a los cuatro puntos. La clave ahora estaba en controlar los contraataques de un Baskonia con un 70% de aciertos en los diez primeros segundos de posesión. Lluís Costa quería ver el Palacio arder. Con un auténtico triplazo, seguido dee uno más de Pere Tomás, la distancia se redujo a un punto. Aun así, los de Peñarroya entraban a canasta con excesiva facilidad, haciendo que Covirán no lograse igualar o ponerse por delante en el marcador. El acierto en el tiro había llegado, pero la defensa se había esfumado. Thomasson acaparó por unos minutos el liderazgo en el lanzamiento, obsesionado con anotar desde la línea de triple y haciendo un flaco favor a su equipo. Baskonia aumentó su renta hasta los nueve puntos a base de contraataques, mientras que Covirán se afanaba por adelantarse en el marcador antes de igualarlo. Todo el esfuerzo, toda la garra, el coraje y el golpe sobre la mesa dado en el tercer cuarto volvió a quedar en absolutamente nada (81-90). Para muchos será una derrota con la que se contaba. Es Baskonia. Aun así, lo visto en el Palacio no era lo planeado. Las desconexiones y la falta de una defensa que aguante los 40 minutos seguirá siendo un lastre hasta que no se le ponga un remedio eficaz. Por el momento, Covirán Granada marcha cuesta abajo y sin frenos, siendo junto a Palencia el único equipo que no conoce aun la victoria.

Ficha del partido:

Covirán Granada: Ziv, Thomasson, Cheatham, Tomás, Felicio - quinteto inicial - Costa, Díaz, Konontsuk, Kairys, Iriarte, Kramer, Martínez.

Baskonia: Howard, McIntyre, Díez, Rogkavopoulos, Diop - quinteto inicial- Mannion, Raieste, Sedekerskis, Marinkovic, Kotsar, Costello, Moneke.

Parciales: 13-20; 20-25 - descanso - 23-17; 25-28

Árbitros: Martín Caballero, Rubén Sánchez Mohedas, Vicente Martínez Sillas.

Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 4 de la Liga Endesa disputado en el Palacio de Deportes con 6.667 espectadores.







Se el primero en comentar

Deja un comentario