Víctor Díaz y Miguel Rubio consolidan el centro de la zaga rojiblanca

El capitán del Granada se ha afianzado con el paso de las jornadas para dejar atrás el rol secundario con el que comenzó la Liga y ahora plantea competencia con Ignasi Miquel

Granada CF Real Zaragoza
Miguel Rubio cabecea el balón durante el encuentro frente al Zaragoza | Foto: Antonio L. Juárez
Chema Ruiz España
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Víctor Díaz y Miguel Rubio se han consolidado en el centro de la defensa del Granada. Lo que comenzó como una solución circunstancial, para paliar la ausencia de Ignasi Miquel al encadenar su segunda lesión muscular consecutiva, ha terminado convirtiéndose en un muro de contención, más rocoso a cada jornada que comparten juntos sobre el terreno de juego. El ex del Getafe, autor del gol del triunfo frente al Zaragoza, se destapó durante la pretemporada como un central de futuro, expeditivo y potente. El capitán rojiblanco, en cambio, ha vencido a una funesta inercia de juego, acompañada también de problemas físicos, para aferrarse a la titularidad.

Lo del sevillano ha sido sorpresivo. El fichaje de hasta tres centrales le otorgaba el rol de cuarto efectivo en esta posición, lejos al comienzo del curso de ser el defensa que años atrás aseguraba el carril diestro. Sin embargo, ha esperado su momento, insistente en el trabajo y firme su convencimiento de jugar. La lesión de Ignasi Miquel frente al Mirandés le dio la oportunidad de estrenarse en Liga, inédito hasta entonces, por ser, a juicio de Karanka, el que mejor podía sacar el balón jugado tras el catalán. El accitano Raúl García le hizo pagar la inactividad, en una acción de genio, pero, desde entonces, no ha soltado su puesto en el once. Desplazado de nuevo al lateral en Las Palmas, donde de nuevo sufrió, se reinsertó en el centro de la zaga contra el Sporting para echar raíces.

“Me alegro por Víctor, porque, después de lo mal que lo pasó en pretemporada, está volviendo a demostrar por qué es el capitán de este equipo. En momentos difíciles, ha estado y hoy ha vuelto a estar”, expresó Karanka tras el triunfo frente al Zaragoza, en el que cuajó otra notable actuación. También dedicó palabras a Miguel Rubio, autor del tanto que otorgó el triunfo al conjunto rojiblanco. El joven madrileño ha sido desde el inicio del curso un fijo en los planes de Aitor Karanka. Ha refrendado las sensaciones que presentó en la preparación estival, poderoso por alto y marcador contundente, es el líder del equipo en recuperaciones, con 22, y el de duelos aéreos ganados, 64 que complementa con otros 44 triunfos en el cuerpeo. Se antoja complicado sacarle de la alineación.

El Granada solo ha encajado aquel gol de Raúl García cuando ambos han jugado juntos en el centro de la zaga, lo que refrenda sus actuaciones. Sumaron el empate a cero en Ponferrada y la goleada contra el Sporting, antes de que una gastroenteritis dejara a Miguel Rubio en fuera de juego para la visita a Tenerife. Regresó el pasado viernes y la puerta volvió a quedar blindada, pese a la presencia de Gueye y al tesón de Giuliano Simeone.

Pendientes de la enfermería

En el choque frente al Zaragoza regresó Ignasi Miquel, para juntar una férrea línea de tres centrales, con lo que aumenta la competencia. El catalán cuenta con la confianza de Karanka y, de hecho, es a priori el central zurdo titular del técnico vitoriano, pero el rendimiento de Víctor Díaz cuestiona su rol. En Cartagena, no obstante, la composición de la línea defensiva dependerá de cómo vayan evolucionando los hombres en la enfermería. El sevillano no entrenó con el grupo este martes -sí pasó por la Ciudad Deportiva-, a priori por precaución, por lo que, como poco, su participación este domingo está en duda.

Las cuestiones por resolver también afectan a los laterales. Quini, que se lesionó precisamente en la acción del gol de Miguel Rubio, y Jonathan Silva tampoco han entrenado con el resto de sus compañeros, por lo que el costado izquierdo queda cogido con pinzas. Para afrontar el tramo final del encuentro frente al Zaragoza, Karanka optó por introducir a Pepe en el lateral derecho y desplazar a Ricard al zurdo, si bien más tarde aprovechó el regreso de Ignasi Miquel para formar una defensa de cinco que, en función del estado de Víctor Díaz, también puede dibujar en Cartagena. En caso de que el sevillano esté apto, se abre la opción de que este sea quien ocupe el pasillo diestro. Varias fórmulas, todas dependientes de la recuperación de alguien.







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