Myrto Uzuni, el goleador de un solo toque

De los 27 tantos que suma el albanés con la camiseta del Granada, 21 fueron materializados en el primer contacto del atacante con el balón

Granada CF Girona FC
Uzuni celebra el gol que marcó al Girona esta temporada | Foto: Antonio L. Juárez
Chema Ruiz España
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En el arte del gol no existe una fórmula infalible, ni un manual de instrucciones que indique el camino, pero cada futbolista tiene su método particular y Myrto Uzuni parece haber encontrado el suyo en el Granada. El albanés ha adoptado el estilo más complejo y se ha convertido en el conjunto rojiblanco en un goleador de un solo toque, en un especialista en el primer contacto. Los números hablan por sí solos: de los 27 tantos que suma con la camiseta de franjas horizontales, 21 fueron materializados en el primer impacto del atacante con el balón. 

Dos toques parecen ser demasiados para el delantero granadinista, que ha hecho del primer impacto su suerte preferida. Es en ese golpeo de primeras donde minimiza el margen de error ante el marco rival, mientras que, con más contactos o más tiempo para meditar la acción, ha marrado algunas ocasiones manifiestas. Una habilidad más propia de puntas natos que, sobre todo, exhiben poderío en el juego aéreo cuando ven el balón volar hacia el área. Uzuni la ha adaptado a su juego, más móvil y oportunista, con lo que ha hecho tantos muy complejos con una única caricia al balón, casi nunca de cabeza.

Goles de Uzuni con el Granada CF

  • Goles a un toque
  • Goles con más de un toque
  • Penaltis anotados
  • Penaltis fallados

La última obra en su galería goleadora fue en Almería, recién incorporado tras su primera suplencia en esta campaña, y de la forma que más le gusta. El albanés olió el peligro a la espalda de la zaga y corrió por instinto al espacio. Lucas Boyé prolongó con la coronilla un despeje de Miguel Rubio y a Uzuni, inalcanzable para su perseguidor, le pareció innecesario controlar el balón. Golpeó con tanta potencia como precisión con su pierna izquierda para enviar la pelota al ángulo, imposible para su excompañero Luís Maximiano. Fue su tercera muesca en lo que va de temporada, todas ellas a un solo toque, que en esta ocasión salvó un punto que parecía perdido en el Power Horse Stadium.

Fue de esta manera como se estrenó como goleador nazarí, en Mallorca durante la campaña 2021/2022, la del descenso. Se coló en la exhibición de Jorge Molina precisamente al intentar controlar un pase del alcoyano. Se le adelantó un zaguero, pero peleó hasta poder encauzar al primer toque, aun desequilibrado. Ya en Segunda, la mayor parte de sus dianas tan solo requirieron el golpeo certero de Uzuni, como si controlar estuviera sobrevalorado. En algunas, se movió por instinto al espacio para atacar el pase de un compañero, con Callejón como su gran aliado. En otras, en cambio, un único contacto le bastó para rubricar auténticos golazos, como el que anotó de chilena ante el Sporting de Gijón, el disparo plano con que superó al Burgos o la parábola hacia la escuadra defendida por el Villarreal B en La Cerámica, estos dos últimos desde fuera del área.

Eficaz desde los once metros

En esta estadística influye también su efectividad en el lanzamiento de penalti, una de sus especialidades. Es el principal tirador del equipo y no por casualidad. Ha marcado siete dianas desde los once metros, seis de ellas en el curso pasado. Solamente ha errado una pena máxima, ante el Alavés, y terminó convirtiendo el rechace con ayuda de Víctor Meseguer. En Almería, las dos que se pitaron se produjeron antes de que pisara el terreno de juego, por lo que la responsabilidad cayó sobre Puertas, primero, y Bryan Zaragoza, después. 

Fue desde los once metros precisamente como se estrenó el albanés en esta campaña, ante el Mallorca para anotar el tanto que, a la postre, supondría la única victoria que hasta la fecha ha cosechado el Granada en Liga. Dos jornadas después, sumó su segundo gol, también al primer toque para recortar distancias frente al Girona. Con el de Almería, van tres, que le sitúan como máximo artillero junto a Lucas Boyé y Bryan Zaragoza, a pesar de no estar viviendo su mejor arranque en cuanto a juego. Su acierto, sobre todo en esta suerte que parece dominar, se convierte en un clavo al que el Granada se aferra. A falta de un planteamiento defensivo sólido, vías rápidas para anotar goles que contrarresten.