El frío no frena las ganas de Granada Sound e indie dos años después

Tras la cancelación de la edición pasada por la pandemia, los 0 grados a los que se llegó este sábado no impidieron disfrutar a los miles de asistentes

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La M.O.D.A. puso el broche final al indie como tal en la primera noche del Granada Sound | Foto y vídeo: Javi G. / GD
Rosa Núñez
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El indie se empoderó de la fría noche de este viernes en el Cortijo del Conde. Dos años después, uno de los festivales más importantes de Granada pudo volver a celebrarse con práctica normalidad. Y es que, salvo que para entrar, se solicitaba el certificado Covid-19 de vacunación contra el virus y la utilización de mascarillas en espacios más cerrados, como la zona VIP, la pandemia parecía haber desaparecido en el Granada Sound.

Miles de personas se reunieron en el espacio por excelencia de los festivales urbanos de los últimos meses, como se puede ver en el vídeo que acompaña a esta noticia, disponible en el canal de Youtube de GranadaDigital, pero, esta vez, ampliado, como ya ocurrió la pasada semana con el Dreambeach Halloween.

A pesar de que muchos de los asistentes destacan una mala organización del festival, uno por uno, los grupos invitados hicieron disfrutar de diez horas de buena música tras dos años de espera a causa de la pandemia de coronavirus, dado que el año pasado, Granada Sound tuvo que ser cancelado.

Desde las 17:00 hasta las 3:00 horas, ocho fueron los conjuntos que pisaron los dos escenarios: el Wasting Time y el Cervezas Alhambra.

Para caldear el ambiente (que era bien necesario por los hasta 0 grados que llegó a marcar el termómetro a lo largo de la jornada), inauguraron la edición del festival de 2021 a media tarde Sienna, Veintiuno y Full.

Con el sol ya completamente escondido, el grupo alicantino Varry Brava hizo su aparición entre luces y trajes del color que más los caracteriza: el rosa. Una actuación llena de juegos por parte de los componentes del grupo, sobre todo del teclista, Aarón Sáez, de quien sorprendía la capacidad de aguante del frío que hacía, con un vestuario cuando menos peculiar formado por una especie de vestido de lentejuelas violetas y unas gafas de sol rojas. Las cabezas del público se veían botar al unísono, y al compás de los estrambóticos bailes de Sáez.

Los Varry Brava demostraron que les da igual que les llamen desde 'horteras' hasta 'locos' e interpretaron temas como 'Chicas', 'Satánica' o 'No gires', con los que el público se vino más arriba, si cabe. Y en la cresta de la ola llegó el techno por parte de los de rosa para finalizar despidiéndose con 'El Bimbó', que hizo las veces de despedida también para el recientemente fallecido Georgie Dann.

Sin esperas entre artistas gracias a los dos escenarios adosados, llegó el turno de Xoel López, que, si bien bajó las revoluciones durante un ratito, volvió a animar el ambiente con 'Vampiro blanco', que provocó incluso alguna conga en medio del público. Con el permiso de los asistentes, el cantante coruñés cantó una canción "en galego", como él mismo dijo. A él se unió un magnífico coro que le acompañó con palmas y distintas tonalidades vocálicas.

¿Cómo no? No podían faltar 'La espina de la flor en tu costado', tema principal de la serie de Netflix 'El desorden que dejas', ni tampoco 'Lodo', una de sus canciones más famosas, así como 'Si mi rayo te alcanzara'. El gallego se despidió tras un dueto con una de las integrantes del coro con una canción que resaltaba el 'frío, frío, frío' que se sentía cada vez más en el Cortijo del Conde, pero que acababa señalando cuánto 'quemas, quemas, quemas', título de la misma. Y calentitos terminaron Xoel y su grupo tras decir adiós definitivamente con otro guiño a una canción del verano: 'La bamba', de Los Lobos, dejando al público 'ah y arriba y arriba'...

Si cada grupo invitado tenía un estilo muy diferente y característico, éste no sólo se reflejaba en la música. Tras las vestimentas rosa chicle de Varry Brava, Viva Suecia le puso el toque oscuro a la noche, con trajes negros y luces rojas. "¿No es jodidamente increíble que pase todo esto después de tanto tiempo? Yo sé que estamos congelados, que no sentimos las manos, pero esto es maravilloso". Así comenzaba su intervención el vocalista de este conjunto murciano.

Párpados cerrados y purpurina, y algún que otro globo botando por encima de las cabezas de los miles de asistentes. Las manos se elevaban al cielo en dirección al escenario, así como alguna persona que se subía a cucurumbillo en otra. Asistentes del público que ya bailaban solos y a su bola. Así sí daban ganas increíbles de gritar desde España ¡viva Suecia!

La Maravillosa Orquesta del Alcohol, La M.O.D.A., puso el broche final al indie como tal en la primera noche de festival, que más que Granada Sound pudo llamarse 'Invernalia Sound', como se oyó en algún comentario suelto entre el público. Los siete componentes de este grupo natural de Burgos salieron al escenario como siempre, con sus camisetas blancas de tirantes, sus pantalones negros, sus mil y un instrumentos y sus muchas ganas de dar guerra.

'Los hijos de Johnny Cash' no dejaron al público ni un minuto de relax, motivando canción tras canción y preparando para la siguiente ronda: We are not DJ's. Entre los asistentes al evento y gran fan del grupo burgalés se encontraba, acompañado de su gemelo y otros amigos, el personaje televisivo Gonzalo Montoya, concursante de 'La isla de las tentaciones' o 'La última tentación'.

Y como dicen los madrileños Vetusta Morla, protagonistas del siguiente capítulo de Granada Sound este sábado, 'Antes del frío...' que hará también este día, esperan de nuevo al público a partir de las 17:00 horas, con Siloé como primer grupo.







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