Ecologistas en Acción lanza un proyecto que dará vida al Genil, un río muerto en Granada

Un plan que se presentará ante las distintas administraciones y pretende dar una nueva vida al río, así como mejorar el ecosistema fluvial de la ciudad

recreación zona embarcadero
Recreación del río Genil renaturalizado | Foto: Gabinete | Vídeo: Sara Castaño
María González
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"El río Genil está muerto, no es ni siquiera un río". Así ha hablado esta mañana en la presentación del proyecto de naturalización del río Genil, Santiago Martín Barajas, coordinador del proyecto, cuando le han preguntado sobre el diagnóstico actual del río. "Ahora mismo el río está prácticamente muerto, podríamos hasta incluso considerarlo acequia grande. Pero si llevamos a cabo este proyecto le daremos vida ya que tiene unas posibilidades de mejora altísimas, la calidad del agua es espectacular" ha afirmado Santiago Martín, "es increíble que una de las ciudades más bellas tenga ese adefesio de río". 

La propuesta es ambiciosa, pero igualmente viable y acorde a lo que la situación y la sociedad exige. En esencia, el proyecto plantea que el río recupere sus dominios y su comportamiento natural, partiendo de los 25 metros de ancho y 9 metros de altura. Devolverle las orillas para que la vegetación de la ribera se asiente, un componente ambiental esencial ya que desempeña una serie de funciones muy relevantes en el ecosistema fluvial.

“El cauce del río a su paso por la ciudad presenta un aspecto lamentable, poco acorde con lo que debe ser un elemento vivo y vertebrador” ha declarado Javier Egea, responsable del proyecto en Granada. El Genil es un elemento importante de la ciudad de Granada, sin embargo no va acorde con la belleza de la ciudad, por eso es tan importante llevar a cabo este proyecto. Es curioso, puesto que este plan lleva intentando llevarse a cabo desde el año 2000, sin éxito.

Egea ha señalado "la falta de interés de las distintas administraciones". Ya que hablamos de un presupuesto de 700.000 euros, "una cantidad razonable si lo comparamos con que cada año la limpieza del río, que se trata únicamente de quitar los residuos y darle un lavado de cara al río, cuesta 200.000 euros". Los beneficios ambientales, paisajísticos y sociales de devolver la naturalidad al río Genil, "son apreciados por toda la ciudadanía, excepto por los gobernantes municipales que, después de haber aprobado una intervención en el río para naturalizarlo en tres plenos municipales, de tres diferentes corporaciones, aún siguen manteniendo el cemento y despilfarrando un dineral cada año en limpiezas, sin conseguir eliminar la suciedad y los malos olores".

Un proyecto que supondrá, según los promotores, una respuesta de la ciudad ante la emergencia climática que vivimos. La ciudad de Granada está contaminada y una renaturalización del río Genil supondría, no solo un impacto social beneficioso sino ambiental. Un río del que se pueda disfrutar y dote de vida al centro de la ciudad, que no solo forme parte de trazado urbano de la ciudad sino que forme parte de la vida de los granadinos.

Más de 20 años

La renaturalización del tramo urbano delrío Genil es una propuesta que Ecologistas en Acción de Granada ha planteado desde hace 20 años. Prácticamente desde poco después de la intervención que se realizó en 1995 en el río a su paso por Granada, cuando, con motivo del Mundial de Esquí en Sierra Nevada, se llevaron a cabo unas obras de encauzamiento que llenaron de hormigón el cauce del mismo. Obras que fueron inauguradas por los Reyes de España, por entonces don Juan Carlos y doña Sofía.

Ahora, casi 25 años después de aquella actuación, Ecologistas pide que el río Genil vuelva a ser “un río vivo” y se recupere, como ha sucedido con el río Manzanares en Madrid tras las actuaciones de mejora que comenzaron en 2016.

Hace dos años, Ecologistas en Acción lanzaba una recogida de firmas que secundaron casi 7.000 granadinos. “El Río Genil a su paso por la ciudad de Granada da pena. No solo es horroroso ese cauce de hormigón puro y duro, sino que nunca ha cumplido las expectativas de parecerse al Sena que prometieron los promotores en su momento. Además, el estancamiento de las aguas provoca, sobre todo con altas temperaturas, olores insoportables para los vecinos y proliferación de mosquitos y otros insectos.”

 







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