Los siete dulces más típicos de la Semana Santa en Granada

En estas fechas se preparan productos elaborados la gran mayoría a base de harina, leche, huevos, mantequilla, azúcar o miel

Torrijas
Foto de unas torrijas de pastelería | Foto: Archivo GD
Carlos Planells
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Semana Santa no tiene solo como protagonistas a las imágenes y las procesiones, los dulces siempre han sido muy importantes para Granada, y más aún durante estas fechas, en la que los pasteleros vuelven a sus orígenes para elaborar los más tradicionales.

Para empezar, vamos a destacar los borrachuelos, que tienen este curioso nombre debido al vino que tiene su masa, para 'emborrachar' el dulce. Este dulce típico de la Alpujarra, originalmente era rellenado de cabello de ángel, pero en la actualidad, para adaptarse a los nuevos gustos, podemos encontrarlo también relleno de chocolate o crema.

Uno de los dulces estrella principales de la Semana Santa son las torrijas, que tienen su origen en la antigüedad, se estima incluso que su primera aparición fue durante el Imperio Romano. Además, fue un alimento muy importante durante la época de Cuaresma, ya que llenaban el estómago -supliendo la falta de carne- y permitían que el exceso de pan duro no se perdiese. Por norma general, siempre irán acompañadas de miel, azúcar o mermelada.

Los pestiños, que son similares a los ya citados anteriormente borrachuelos, son unos grandes acompañantes para las torrijas. Los pestiños provienen de una mezcla de culturas, como son la cristiana, la judía y la musulmana, que han realizado aportaciones a lo largo del tiempo para mejorar la receta. La masa se elabora con una base de harina a la que se incorpora canela, ajonjolí y naranja, aportando el dulzor típico a este dulce.

Un plato típico de las monjas de San Antón son los huevos moles, que vuelven a tener un origen histórico, ya que durante el siglo VII, después de que los árabes trajeran la caña de azúcar a la zona portuguesa, todo el mundo empezó a cultivarlas. Pero fueron las monjas quienes, para intentar que no se perdiesen los huevos -cabe recordar que estas utilizaban las claras de huevo en su día a día-, decidieron agregar la yema al azúcar formando la versión prehistórica de lo que  se conoce ahora como huevos moles.

Otro de los dulces más destacados son los roscos fritos, los cuales se dice que tienen la forma de la corona de Cristo, para así simbolizar la dulce muerte de este. Los roscos destacan por su inconfundible toque de anís y limón, además de por su fácil elaboración.

Las flores fritas son otro de los dulces típicos de la Cuaresma, perteneciente a las llamadas "frutas de sartén", destacan por ser muy crujientes y por su forma característica, que proviene de la cruz de calatrava. Es una receta algo más difícil de elaborar que las anteriores, ya que al tener una masa muy fina puede que se fría demasiado y pierda el sabor. Existe la posibilidad para los amantes del dulce de bañarlas en miel o en azúcar, lo que sin duda realza el sabor de este típico postre.

Finalmente, la leche frita. Pese a su fácil elaboración es uno de los platos más icónicos de la Semana Santa. Se realiza a base de harina cocida con leche y azúcar hasta que la mezcla espese. La leche frita es un plato que se puede disfrutar a todas horas, ya sea para desayunar, merendar o como postre para finalizar una buena comida, nunca está de mas contar con ella. En la actualidad existen muchas variantes y destaca la leche frita con coco, con chocolate o incluso con caramelo.

 

 







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