La sequía azota al campo granadino: "Las familias están mirando todos los días al cielo"

El sector del olivar, junto con el del almendra, son unos de los más perjudicados debido a las pocas precipitaciones que ha habido

joven agricultor
En la presente campaña se van a cuantificar hasta 80 millones de kilos de aceite menos que el año pasado | Foto: Archivo GD
Juan Pérez Martín
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La sequía sigue siendo el principal problema en los campos de la provincia. La poca lluvia que ha caído en Granada en lo que va de año ha hecho que la temporada en los terrenos sea nefasta. Los vaticinios se han acabado cumpliendo y la falta de precipitaciones ha derivado en un descenso drástico en la producción agrícola.

Las últimas abundantes lluvias que se recogieron en la provincia datan del mes de marzo, cuando se abrió una temporada de precipitaciones que aliviaron los recursos hídricos al principio del 2022. Sin embargo, la escasez desde entonces de este recurso ha hecho que el agua en los pantanos y acuíferos granadinos descienda y, por tanto, la cantidad de este líquido que se destina a los campos ha bajado drásticamente.

El sector del olivar, el más perjudicado

Diferentes cultivos de la provincia se ven muy mermados. La aceituna es uno de ellos. Rafael Almirón, representante del sector del olivo en FAECA, afirma que no van a tener "una gran cosecha" pero que, principalmente, "lo malo no va a ser esta temporada, ya que si en otoño no hay muchas lluvias estaremos casi dos campañas sin aceituna". A su vez, Almirón asegura que se tratan "de unas pérdidas muy grandes en el sector", ya no solo para la aceituna, sino para otros tipos de cultivos, como la almendra, entre otros.

La producción de almendra en Granada, principal productora de Andalucía, ha sido la mitad de la pasada cosecha, que ya fue la mitad de la anterior. Dicho fruto es un cultivo que genera riqueza en la provincia, especialmente en la comarca de Baza. Es un sector muy importante y que representa un cultivo clave porque genera un importante valor añadido en el medio rural. Muchas familias viven de ello y, debido a estos inconvenientes, deberá afrontar de otras maneras sus vidas.

"Las familias están mirando todos los días al cielo. Problemas económicos serios no tenemos esta temporada, pero como la cosa siga así se espera un futuro malo en el sector", asevera el representante en FAECA. Por si fuera poco, las cooperativas tienen el problema añadido de que, "sumado a los gastos fijos, se suma que no tenemos muchos kilos de aceituna, por lo que los gastos totales se van a disparar para todos", confirma Almirón reflejando su molestia por este tema.

La campaña que viene puede ser todavía más dramática

Gustavo Ródenas, director de FAECA, manifiesta que “en la presente campaña vamos a cuantificar hasta 80 millones de kilos de aceite menos, con unos 250 millones de euros de pérdidas respecto a otros años”. Se estiman que alrededor de 40.000 familias viven en Granada del sector del olivar, que es principalmente el más damnificado. En algunas zonas, este año se espera que habrá menos de la mitad de cosecha que otros. Se está notando la falta de agua, en zonas como Salar, Loja, Alhama, Montefrío e Íllora. La zona norte de la provincia granadina puede ser una de las más damnificadas por "las fuertes heladas a principio de año y la poca lluvia que ha caído".

A su vez, Ródenas confiesa que el problema de la sequía viene "tanto en los pantanos como los acuíferos", confirmando que "la situación es mala en general", sobre todo "dramática" en los cultivos de secano debido a que la calor que hizo en mayo "dañó la flor del olivo, que no cuajo en su mayoría", por lo que parte de esa aceituna no se ha podido sacar adelante. "La poca aceituna que queda, si no llueve muy muy pronto, no podrá llegar a buen puerto. El olivar en la provincia, que podemos tener 150 millones de kilo en una temporada normal, no llegará a los 70 kilos", siendo uno de los cultivos que más dinero destinan en Granada.

Como bien resaltó Almirón, y subraya Ródenas, "si no llueve de aquí a diciembre de forma considerable, el problema en 2023 va a ser mucho más grave que ahora", evidenciado una dificultad dramática en el que si los árboles no van a poder sacar la flor y no pueden hacer su proceso normal, "el año que viene no vamos a tener nada".

Desde la administraciones y estamentos públicos de momento no se ha ofrecido ninguna ayuda. No obstante, el director de FAECA garantiza que la semana que viene hay "una reunión con la delegada de agricultura en Granada" en la que se hará llegar este problema y se reivindicará ello para buscar una solución.

Sin duda alguna, el campo no pasa por uno de sus mejores momentos. Los trabajadores y familias que viven de ello lo saben, y están intentando todo lo que está en su mano para poder conseguir paliar esto. No es una situación nada buena. Ahora, más que nunca, dichas personas miran al cielo en busca de lluvia, pero con necesidad para poder ganarse la vida.







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