El Granada CF quiere seguir creciendo ante otro rival directo

Los rojiblancos reciben en Los Cármenes al Rayo Vallecano en otro duelo por evitar el descenso a final de la temporada

Granada CF - Elche CF
Jorge Molina pide un balón durante un partido | Foto: Antonio L. Juárez
Jero Camero
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El Granada se la vuelve a jugar y esta será la tónica cada semana. El conjunto rojiblanco recibe en casa al Rayo Vallecano en otro duelo directo por conseguir la permanencia en Primera División. El triunfo ante el Alavés hace dos semanas será el punto desde el que partan los de Rubén Torrecilla.

Este parón de selecciones ha tenido una parte positiva y otra negativa. El técnico de Plasencia ha tenido dos semanas para seguir implantando su estilo, con la única interrupción de un amistoso relativamente satisfactorio ante el Real Jaén con motivo del aniversario del club vecino.

Sin embargo, el paso del tiempo ha podido eliminar la sensación de conseguir un triunfo de la forma en la que se hizo en Vitoria. Torrecilla ha tenido que luchar contra esto... y contra las lesiones. Rochina ha vuelto a caer presa de unas molestias musculares que podrían dejarle fuera incluso hasta final de la temporada. Esta ausencia se une a las de Montoro, Gonalons, Arias y la reciente de Neva.

Esto deja al técnico en una situación complicada para formar su once tipo con y tres centrales. Solo cuenta con dos laterales sanos y cuatro hombres más para el centro de la zaga. Las cuentas se quedan un poco justas. Sin olvidar que el centro del campo también está en cuadro solo con Milla, Petrovic y Eteki.

La parte positiva será el retorno goleador de Luis Suárez. El colombiano se quitó un gran peso de encima al ver puerta finalmente ante el Rayo. Solo queda que, además de con Machís, otro que ha sido recuperado para la causa, se consiga entender con Collado, que se puede convertir en el mayor suministrador de balones para los delanteros rojiblancos.

Conseguir el triunfo, además, permitiría al Granada seguir respirando fuera del descenso independientemente de los resultados que consigan los rivales directos y, de paso, metería al Rayo en un problema de cara a las últimas ocho jornadas.