Una final para acariciar la gloria o mirar de frente al precipicio

El Covirán afronta los que pueden ser los 40 minutos más importantes de la temporada pues una victoria ante Breogán le concederá gran parte de la permanencia

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Lluís Costa y Sergi Quintela en el partido de ida disputado en el Pazo dos Deportes | Foto: ACB Photo
Ainoa Morano
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"No queremos ser un equipo que casi se queda en la ACB". "Cuando han llegado los malos momentos hemos permanecido juntos". "Estamos muy cerca de nuestro objetivo". Estas frases, pronunciadas todas ellas por Pablo Pin, toman más fuerza que nunca en una jornada en la que el Covirán Granada tiene 40 minutos por delante en los que dejarse la piel para asegurar media permanencia. El Palacio de Deportes vive este sábado una de esos días grandes. 8.000 almas volverán a animar al unísono en un duelo ya demasiado conocido para la afición rojinegra. El Covirán Granada - Río Breogán de esta jornada 31 será el partido que marque el devenir de este frenético final de temporada.

A partir de las 18:00 horas todas las miradas se centrarán en el pabellón del Zaidín pues el resultado que se fije en el marcador unas dos horas después puede señalar el nombre del equipo que afronte mayores problemas para mantener la categoría en las siguientes tres jornadas. El Covirán Granada parte con ventaja en esta final por la salvación a la que nadie quiere llamar como tal. Los rojinegros, con nueve victorias en su casillero y con el average particular ganado a Monbus Obradoiro y Zunder Palencia se posiciona como el equipo con mejores pronósticos y probabilidades para continuar en la ACB un año más. Su derrota en el Pazo dos Deportes por 85 a 79 es el único escollo que aun pesa en su temporada y que tratará de salvar este mismo sábado.

Como rival estará un Río Breogán que cuenta con ocho triunfos, pero que ha perdido sus dos encuentros ante sus vecinos, el Mombus Obradoiro, y que tendrá que ganar a domicilio el derecho de seguir con importantes opciones de continuar en la competición. De sus ocho victorias, tres han sido lejos del Pazo dos Deportes, una de ellas totalmente inesperada en el Palau Blaugrana. Desde que dio la sorpresa en el pabellón culé, el pasado 17 de marzo, los lucenses solo han vencido a Zunder Palencia, llegando al Palacio de Deportes tras dos derrotas consecutivas ante Baskonia y Gran Canaria.

Las dos últimas derrotas de los de Veljko Mrsic son un fiel reflejo de cómo se está desarrollando el proyecto gallego esta temporada. En ambos encuentros, Breogán logró dominar durante gran parte del partido el marcador, sin embargo, los minutos finales volvieron a golpear a un equipo que ya suma diez derrotas a consecuencia de no saber o poder cerrar los duelos en los últimos instantes. El triple de Markus Howard sobre la bocina y los tiros libres de los que disfrutó el conjunto canario a falta de pocos segundos para el pitido final aun resuenan en un conjunto gallego que mira con preocupación los puestos de descenso, mientras trata de sobrevivir en una temporada marcada por los fichajes frustrados y las ideas y venidas de jugadores.

Los gallegos cuentan con una férrea defensa que hará muy complicado el partido al Covirán Granada, pero su talón de aquiles reside en una insuficiente capacidad ofensiva. Río Breogán es el equipo que menos puntos anota de media por encuentro con 73'3 puntos de media, además de ser el último en porcentaje de acierto desde el triple y el penúltimo en el tiro de dos. Unos antecedentes que los rojinegros deberán aprovechar para, no solo ganar el partido, sino también para darle la vuelta al average. Para ello, los de Pablo Pin deberán tratar de encontrar un acierto similar desde el triple al ofrecido ante Zunder Palencia el pasado fin de semana.

En cuanto a los nombres propios de esta final por la permanencia, en el conjunto local los focos se centran sobre Scott Bamforth que vivirá su estreno como rojinegro ante su nueva afición. El recién fichado firmó un gran primer partido en tierras palentinas y se presupone que su actuación este sábado puede ser aun mejor al contar con más entrenamientos con sus compañeros. También se espera y desea una buena actuación de Cristiano Felicio que al fin volvió a sonreír y firmó su particular redención al volver a ser dominante en el juego interior. El duelo ante Breogán será una nueva prueba para el equipo al completo. Se necesitará, una vez más, la aportación de todos los jugadores sean cuales sean los minutos en pista. Como explicó Pablo Pin en rueda de prensa, es momento de dar el máximo en intensidad, en fuerza y en implicación.

En el lado de los visitantes. Veljko Mrsic podrá contar nuevamente con Martynas Sajus que regresa a la dinámica tras varias semanas alejado de las pistas por unas molestias en su gemelo. McLemore, dentro de todos los problemas que lo rodean, es el máximo anotar de los lucenses con 13'6 puntos de media en los 14 partidos. Tras él se sitúa Justin Robinson como jugador que más aporta en anotación con 11,6 puntos de media en ocho partidos jugados. En las estadísticas se evidencian los problemas ofensivos de Río Breogán. Stefan Momirov es el siguiente máximo anotador con 9'4 puntos por encuentro; después Juan Fernández con 8'6 puntos y Sergi García con 8'4 puntos de media. A nivel defensivo, destacan, nuevamente McLemore con 4'2 balones capturados de medio; Jordan Sahko con 4'6 y Sergi García, Stefan Momirov, Polite o Robinson con tres rebotes por encuentro.

En cuanto a las cuentas por la permanencia, media salvación para el Covirán Granada pasa por vencer este sábado a Breogán. De conseguir la décima victoria y si Obradoiro cayese ante el Real Madrid, a los rojinegros solo les haría falta otra derrota de los de Moncho Fernández para hacerse con la permanencia. En el caso de caer ante Breogán, tendrán un margen de derrota de hasta 21 puntos para que, en caso de triple empate, los rojinegros sigan siendo los primeros en la lista de la salvación. Aunque a estas alturas las cuentas parecen no importar, en el horizonte solo debe estar el triunfo para que las 8.000 personas que ocuparán las gradas del Palacio vuelvan a vivir una felicidad como la que se experimento hace casi un año.