Personas que sonríen

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"Las emociones positivas reducen el estrés y fortalecen los lazos" | Foto: Remitida
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El trato agradable de cualquier persona empieza por su cara. Todo empieza con una sonrisa. Sonreír es una virtud enorme que no valoramos suficiente, como el sentido del humor y la alegría.

Las personas que sonríen y son alegres son mucho más productivas y generan entornos mucho más eficientes. Hay un proverbio chino que dice, “el hombre cuya cara no sonríe, no debería abrir una tienda”. Deberíamos fichar a las personas por su alegría y despedirlas por su mal carácter.

La risa y el humor son grandes armas de seducción, que mejoran además la autoestima. Pero es que, a su vez, la risa es contagiosa. Cuando observamos una cara sonriente, se activan las neuronas espejo que nos impulsan a sonreir. Un mecanismo similar se activa cuando vemos a alguien bostezar y nos contagia ese bostezo.

El mero hecho de sonreír (aunque sea una sonrisa forzada) ya manda un mensaje de positividad y de bienestar a nuestro cerebro que el cuerpo interpreta como tal.

Reírnos activa placeres momentáneos y nos ayudan a sobrellevar la ansiedad, el miedo y la tristeza. Y activamos además una serie de beneficios, no solo para nuestra salud sino también para la de los demás.

Sonreír es una virtud enorme que no valoramos suficiente, como el sentido del humor y la alegría. Las personas que sonríen y son alegres son mucho más productivas y generan entornos mucho más eficientes.

La sonrisa es innata. Y la sonrisa es la llave maestra para las cerraduras oxidadas que tanto nos cuesta abrir en todos los niveles de nuestro desempeño diario.

Las personas que tiene magia tienen un sentido del humor especial, franco y creativo, ese que puede arrancarnos la carcajada que más necesitamos para desestresar el día agitado o complicado.

La vida cotidiana pone a prueba el equilibrio emocional cada vez que nos sentimos ofendidos por otra persona. El enfado ante las actitudes de los demás es una pura elección.

Uno de los grandes aprendizajes de todo ser humano es aceptar que las personas a nuestro alrededor nunca se expresarán como nosotros lo haríamos, ni se comportarán como esperamos, y no pasa nada. Si dejamos de dictar rígidamente lo que los demás deberían sentir, pensar y hacer se pueden evitar muchos enfados y decepciones, y liberar así una energía preciosa para construir relaciones saludables desde la empatía, el humor y la serenidad. Si lo convertimos en un hábito firme y sólido, nos evitaremos muchos disgustos en la vida.

Ni qué decir tiene que en la vida uno debe aprender a reírse de uno mismo si quiere sacar su mayor jugo. De nada sirve ser una persona seria, amargada y responsable todo el día sólo por aparentar un personaje que no eres. Cuantos más años cumples más experiencias tienes para disfrutar de la vida, y con ello, más motivo para reírte cada día.

Y es que las emociones positivas reducen el estrés y fortalecen los lazos.

La mente funciona mejor cuando le decimos lo que es bueno hacer en lugar de decirle lo que no debemos hacer. Por todo ello, es fundamental entrenar nuestro cerebro para que nos permita pensar en positivo. Y es fundamental saber que lo positivo abre y que lo negativo cierra, que lo positivo construye y lo negativo destruye, que lo positivo genera confianza y lo negativo, incertidumbre. Estos efectos positivos contribuyen al humor como una herramienta que sería importante utilizar más y con ello, reforzar la estima y mejorar la confianza. Más risas.

Las personas que sonríen a menudo cuidan mejor de su cerebro y viven más años. Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Wayne (EE.UU.) y publicado en la revista Psychological Science Online First, las personas que sonríen más a menudo viven entre 4 y 5 años más que aquellas que no lo hacen tanto. Y sabemos que

la sonrisa es la mejor medicina, la Neurociencia lo avala. La cara es la parte las importante para el cerebro y de sus zonas favoritas la boca. Dedos índices en las comisuras y aunque no nos apetezca, forzar la sonrisa.
Sonreír libera endorfinas, serotonina y otros analgésicas naturales que contribuyen a aumentar el bienestar, tal y como se produce en otras actividades como el ejercicio físico. Así mismo, la sonrisa también reduce los niveles de hormonas responsables del estrés como el cortisol o la propia adrenalina.
Personas con sonrisa por favor.







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