Hasta pronto ACB, el ave fénix volverá a resurgir
El Covirán cierra una etapa de 13 años de éxitos para abrir un nuevo capítulo en la historia rojinegra en la que el regreso a la Liga Endesa será el gran objetivo

Llegó el adiós que nadie quiere dar. El sueño de la ACB toca a su fin con un último baile en el que recordar los grandes e históricos momentos que el Covirán Granada ha regalado a toda una ciudad. Lo que ahora se ve como una “decepción” o una “desilusión”, con el tiempo será recordado con la magnitud que las gestas cosechadas hasta el momento merecen, pues no todos los clubes pueden decir que con tan solo diez años de vida alcanzaron la élite. Y mucho menos que se mantuvieron durante tres años cosechando unas permanencias dignas de ser recordadas durante décadas.
El Covirán Granada se despide de la Liga Endesa tras tres años de mucho sufrimiento, pero también de un gran aprendizaje que, de seguro, tendrá sus frutos en un futuro más o menos cercano. El descenso a la Primera FEB debe contemplarse como parte del proceso, no como un fracaso. Con la realidad como única verdad y las expectativas, ilusiones y sueños a un lado, cosechar tres años en la máxima competición nacional es más que meritorio y eso es algo que el Palacio de Deportes debe premiar este viernes. No es momento de reproches, críticas o de buscar culpables. Para eso queda un largo verano de reconstrucción. Esta jornada 34 de la ACB es un momento de agradecimiento, pero sobre todo, de unión entre un equipo y una afición que quieren caminar de nuevo juntos hacia la mejor liga de Europa.
Con este último partido de la temporada 24/25 llega el final de una etapa. Trece años en los que el club que surgió para no dejar caer el baloncesto en la ciudad, para que los más pequeños siguieran disfrutando de la pelotita naranja, ha conseguido ganarse el respeto de clubes, aficionados rivales y de su propia afición sin hacer demasiado ruido. En silencio, con el trabajo como único requisito innegociable y con un Pablo Pin que trece años después podría decir adiós al club de su vida con el orgullo de haber camino junto a él desde Primera Nacional a la ACB.
El final de este capítulo en la historia rojinegra puede traer consigo grandes cambios en la entidad granadina. La salida del técnico rojinegro parece más real que nunca, aunque aun no se pueda confirmar. Se irán, muy probablemente, jugadores que han encandilado el corazón de la marea rojinegra. Valtonen, Noua, García y, quizás, Agustín Ubal. Otros puede que continúen, liderando así el alma de un ave fénix que volverá a resurgir de sus cenizas. Como siempre lo ha hecho. Es momento de decir adiós, o más bien hasta luego, pues el futuro siempre será incierto. Lo único seguro es que la entidad granadina tratará de mantener viva la ilusión y el baloncesto en la ciudad. Las alegrías y las victorias volverán más pronto que tarde. Mientras, solo queda animar por última vez en la élite para volver a gritar más fuerte que nunca que Granada quiere ACB, que Granada luchará por volver al lugar que le corresponde.
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