La campaña del 19J arranca con la incógnita de si el PP necesitará a Vox para gobernar

Juanma Moreno parte como favorito en las encuestas, mientras que la izquierda llega más dividida que nunca y sin un liderazgo claro

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Juanma Moreno, un acto de precampaña reciente en Granada | Foto: Archivo / Paula Santander
Miguel López Rivera
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La arena del reloj político ha comenzado a caer y la cuenta atrás para una de las convocatorias electorales más trascendentales en la historia reciente de Andalucía ya está en marcha. Desde las 00:00 horas de este viernes, y hasta el próximo 19 de junio, los partidos intentarán convencer a los más de seis millones y medio de andaluces que están llamados a las urnas en una campaña que se presume intensa y en la que resonará de fondo el ruido de las encuestas que avanzan un claro triunfo del Partido Popular.

La gran incógnita es si Juanma Moreno podrá repetir cuatro años más sin Vox en el Ejecutivo. La vía más rápida y efectiva para alcanzar dicha meta es obtener la mitad más uno de los 109 escaños en liza del Parlamento, si bien la realidad anticipa un escenario de gobernabilidad más complicado del desearían en el PP-A. Así, la opción que parece más factible pasa por una mayoría suficientemente cualificada que aleje a Macarena Olona de la tentación que supondría, por ejemplo, exigir la Vicepresidencia para garantizar la 'fumata blanca'.

Casi todos los sondeos coinciden en la holgada victoria de los populares, aunque difieren respecto a las horquillas. La tendencia de los últimos días apunta a que la formación conservadora estaría ya rozando la mayoría absoluta, con un número total de parlamentarios superior al de todas las fuerzas de la izquierda juntas, incluido un PSOE carente del liderazgo de antaño y para el que los días de vino y 'rosas' en la comunidad se recuerdan lejanos. No obstante, estudios anteriores revelaban un acercamiento de Juan Espadas que barruntaría la posibilidad de una posible repetición electoral. Posibilidad que el mismo Juanma Moreno ya ha dejado caer. Factor determinante será ver cómo se comporta el electorado de Ciudadanos toda vez que el partido naranja parece ya amortizado.

A estas alturas nadie duda de que la baza de las encuestas resultó trascendental para Moreno Bonilla a la hora de firmar el pasado 25 de abril el decreto de disolución del Parlamento. En la retórica popular, eso sí, la justificación radicaba en el "bloqueo" ejercido tanto por socialistas como por Vox, las dos grandes fuerzas de la oposición, incapacitante para aprobar los Presupuestos. Un día después, lo que se publicaba era el decreto de convocatoria electoral. A partir de ahí toda la maquinaria de los partidos comenzó a funcionar.

El llamado 'efecto Vox' y 'Macarena de Graná'

En la del PSOE, la estrategia es meridiana y apunta en dos direcciones. De un lado, aludir a la supuesta mochila que deja el actual Gobierno andaluz, lo que a su vez implica otras dos derivadas: reiterar que desde que PP y Cs rompieron 40 años de ejecutivos socialistas "la brecha social no ha parado de aumentar" y prometer una bajada significativa de las cifras de paro en la comunidad. Esto último tiene una lectura particularmente paradójica, pues los principales avales de Moreno para repetir en San Telmo son los indicadores económicos y la diversificación del tejido productivo sobre todo en provincias como Málaga.

La segunda gran esperanza para Juan Espadas es jugar con la posibilidad referida líneas atrás de que Juanma Moreno necesite a Vox para gobernar y repita la fórmula ya ensayada en Castilla y León, con éxito relativo. La entrada de la formación de ultraderecha en el Gobierno de la Junta tendría consecuencias inciertas para un líder que ha sido capaz de articular un discurso con matices andalucistas dentro del centroderecha.

En esa voz de alarma dada por Espadas, el secretario general y candidato de los socialistas andaluces ha encontrado compañeros de batalla que hace solo unos meses nadie habría esperado como el mismo Luis Salvador. Otra consecuencia evidente del colapso de Ciudadanos. En el tono del que fuera alcalde de Sevilla, no obstante, permanece un cierto cariz derrotista, que incluso le ha llevado a plantear ya el cordón sanitario a Vox. Una maniobra que muchos han interpretado como un harakiri político. Guste más o menos a unos u otros, lo cierto es que el 'efecto Vox' es una realidad. Queda por ver la magnitud del terremoto y, sobre todo, si la burbuja auspiciada por las encuestas y los resultados electorales anteriores está a punto de pincharse o puede seguir inflándose.

De momento, 'Macarena de Graná' –como se autodenominó Olona cuando se conoció su empadronamiento en Salobreña para poder concurrir a los comicios– ha sido capaz de sacar más rédito que desgaste de la polémica. Primero porque la cuestión ha multiplicado su presencia en los medios. Y luego por la decisión adoptada por la Junta Electoral validando su candidatura. Pese a que Andaluces Levantaos ha llevado el tema a los tribunales, la realidad es que es la única cabeza de lista por Granada de un gran partido que también es la candidata oficial de su formación para presidir la Junta. En Granada, y junto a Santiago Abascal, dejó claro que estas elecciones van de decidir si gobernará el PSOE o Vox, para hacer posible "el cambio que no se ha llegado a producir".

Tres papeletas a la izquierda del PSOE

Dicen que no hay elecciones que se precien sin división de la izquierda. Esta máxima se ha elevado a la enésima potencia de cara a las andaluzas de tal forma que el votante progresista contará con una diversificada oferta de hasta cuatro papeletas; la habitual del PSOE y luego otras tres con el ya habitual baile de siglas. Consumada la ruptura del 'teresismo' anticapitalista con la dirección de Podemos, lo único que se podía pedir es que al menos no hubiera más de dos marcas en liza además de los socialistas. Ni eso.

Por Andalucía es la fórmula elegida esta vez por Izquierda Unida, Podemos y Más País para concurrir juntos a las elecciones. Había quórum y voluntad, y eso que el experimento incluía a dos formaciones –Podemos y Más País– teóricamente enemistadas desde la salida de Ínigo Errejón de la primera para fundar la segunda. Pero esta vez el problema ha sido legal. Días antes de que finalizara el plazo para la presentación de candidaturas, Podemos Andalucía pidió que el ganador de sus primeras fuera el candidato a presidir la Junta. Cuando se aclaró el entuerto, lo que no entró a tiempo esta vez fue el registro en la Junta Electoral de dicha formación y Alianza Verde, dejando sin efecto el acuerdo.

No obstante, el entente es tácito más allá de lo legal, aunque presumiblemente sus candidatos tendrían que figurar como independientes y las papeletas no incluirían el logo de Podemos junto al arcoíris de la coalición. En las de Adelante Andalucía aparecerá directamente la cara de Teresa Rodríguez, quien hace mucho tiempo decidió que quería volar sola para asegurar que la izquierda anticapitalista concurriera con una marca andalucista. Pues habrá dos, pues la tercera lista en discordia es Andaluces Levantaos (Andalucía Por Sí y Convergencia Andaluza, entre otros).

El amplio abanico de opciones sería una bendición para el electorado si no fuera por el sistema de asignación del método D'Hondt. Los dividendos penalizan la fracturación de los bloques en marcas, sobre todo en las circunscripciones que más reparten como Sevilla y Málaga, y habrá escaños decisivos que podrían acabar en manos de la derecha por este motivo. Con menos del 3,5% del total del voto válido emitido para cada una de las circunscripciones ni siquiera se entra en el reparto.

Granada votará con la resaca del Corpus

De los 109 escaños que se reparten este 19J, un total de 13 corresponden a Granada. Como corresponde a su tamaño poblacional, es la cuarta provincia que más tiene. Por delante, Sevilla (18), Málaga (17) y Cádiz (15). Por detrás, Córdoba y Almería con 12, y Jaén y Huelva con 11. Así la provincia puede jugar un papel fundamental. Según la estimación de escaños por provincias del último CIS, el de este mismo jueves, el PP ganaría en la provincia de Granada con seis escaños. Le seguiría el PSOE, en una horquilla de 4-5, Vox (2-3), Por Andalucía (1) y Ciudadanos (0-1). Adelante se quedaría sin representación en esta circunscripción.

Granada también es, junto a Sevilla, la demarcación en la que más candidaturas se presentan: un total de 19 divididas en 14 partidos o federaciones de partidos y 5 coaliciones. Y hasta en dos de ellas, sus cabezas de lista son las candidatas a presidir la Junta en caso de ganar las elecciones. Son Macarena Olona, por Vox, y Violeta Tercedor, por Recortes Cero. Aunque, evidentemente, solo el resultado de la primera será trascendente para la formación o no del futuro Gobierno y su configuración.

De los 6.641.828 de andaluces llamados a las urnas, un total de 760.720 lo harán por Granada. Factores como la apelación al voto y el grado de identificación que hagan los candidatos durante estas más de dos semanas que dure la campaña podría resultar decisivos. También la abstención en una semana que coincide con ferias y fiestas en toda Andalucía como la del Corpus en Granada. Las espadas están en todo lo alto.







Comentarios

Un comentario en “La campaña del 19J arranca con la incógnita de si el PP necesitará a Vox para gobernar

  1. Se articulista,sé que siendo educado no me van a publicar el comentario.Para usted no existe la ultraizquierda o la extrema izquierda? Sólo la ultraderecha? No sabía que Podemos o Adelante Andalucía no lo fueran,o el comunismo es liberal o de centro.El 19 por la noche algunos no dormirán del soponcio,como usted.