Diez años de una gesta que sirve como aliciente al Covirán Granada

A nadie escapa que el reto que el Covirán Granada tiene que afrontar este domingo es el más difícil de todos los que ha vivido en estos tres años en la ACB. Los rojinegros deben vencer a todo un Real Madrid en el Movistar Arena, y obviamente esperar a que Bàsquet Girona no gane al Barcelona, para poder mandar la lucha por la permanencia a la última jornada de la competición. Si a la dificultad ya evidente que supone vencer a los blancos en su pista se le suma que los granadinos no han logrado derrotar a ninguno de los “grandes” de la liga, las posibilidades de dar la sorpresa este domingo se reducen.

Sin embargo, como siempre ocurre en el deporte, nada es imposible y esa gran gesta que debe hacer el conjunto de Pablo Pin ya lo hizo un equipo con anterioridad. En la temporada 2014/2015, el actual BAXI Manresa, en aquel momento La Bruixa D´Or Manresa, se jugaba su presencia en la siguiente temporada en la Liga Endesa en la pista del Wizink Center. El conjunto blanco, entrenado aquel año por Pablo Laso, llegaba a dicha jornada 34 de la competición como primer clasificado, una posición que no le sería arrebatada pues acabó dejando al Barcelona segundo a dos victorias de distancia. Una situación de los madrileños que se repite este año.

Al conjunto catalán, entrenado por Pedro Martínez, solo le servía ganar en la capital. Si perdía, sería equipo de LEB Oro. El encuentro no empezó de la mejor forma para los visitantes tras un primer cuarto de 22 a 10. Reaccionaron en el segundo periodo para mandar el partido al descanso con el 39 a 32 para dar paso a una segunda mitad heróica e histórica en la que Manresa peleó con la garra y la necesidad de quien ve la ACB escaparse entre sus dedos. Con el 80 a 90 final, los de Pedro Martínez consumaban la gesta imposible de vencer a un Real Madrid que justo en el inicio de ese encuentro ofrecía el título de la Euroliga a sus aficionados. Lo imposible se había vuelto posible para que Manresa continuase un año más en la Liga Endesa.

Las similitudes con aquel encuentro son varias. Manresa no solo contaba con la evidente dificultad de ganar al Real Madrid, sino que además los de Pablo Laso luchaban por el orgullo de mantener su pista inexpugnable en aquella temporada y es que los madrileños no habían conocido la derrota ante su público en todo el curso. La primera fue, precisamente, la de Manresa. Este año, los de Chus Mateo sí que han caído en su pabellón, pero acumulan una racha de victorias consecutivas que alcanzan ya las 20 y que, muy de seguro, buscarán alargar pues los récords nunca sobran en el conjunto blanco.

Una gesta que el Covirán Granada sueña con repetir ahora que se cumplen diez años de un partido histórico para la afición manresana, un encuentro y, sobre todo, un resultado, que la marea rojinegra quiere sumar a esa historia del conjunto granadino caracterizada por las historia inesperadas, heroicas y siempre felices.

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