Dan Baird trae a Granada su rock and roll honesto y negado con el éxito

El que fuera líder de The Georgia Satellites aterriza el 7 de noviembre en la sala Planta Baja al frente del cuarteto Homemade Sin

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Dan Baird, en una actuación en directo | Foto: Wikipedia
Guillermo Ortega
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No todos los músicos conocen las listas de éxitos, o como mucho las han visitado alguna vez, casi de refilón. Si hubiera que hablar de música pop estableciendo categorías, se podría distinguir una élite, formada por los artistas que gozan de la fama (Bruce Springsteen, Madonna, Elton John, Bob Dylan, U2...); una clase media, integrada por todos esos grupos que conoce un buen número de gente pero no llenan estadios ni de lejos (ahí la gama es muy amplia: de Flaming Lips a St. Vincent, pasando por Fleet Foxes o Calexico ) y, en el escalón más bajo de la pirámide, un montón de bandas que sobreviven a duras penas dando conciertos en salas donde caben 200 o 300 personas, cobrando por bolo lo justo para ir tirando y ganando un extra a base de vender sus discos en tenderetes tras las actuaciones.

En ese último grupo entra sin duda Dan Baird, que el próximo jueves 7 de septiembre actúa en la sala Planta Baja de Granada al frente de su grupo, Homemade Sin. Su concierto forma parte del calendario de la promotora Serpiente Negra, especializada en Rock and Roll y que ya puso en ese mismo escenario a John Paul Keith o Barrence Whitfield.

Baird, nacido en 1953 en San Diego (California) pero criado en Atlanta (Georgia) fue hace tres décadas el cantante, guitarrista y compositor de un grupo que tomó su nombre precisamente de ese estado norteamericano, los Georgia Satellites.

Con ellos tuvo ese paso de refilón por las listas de éxitos que se mencionaba en el primer párrafo. Fue gracias a su canción 'Keep your hands to yourself', un rock and roll entonado con un aire lejanamente country que se convirtió en un clásico menor y que todavía sigue siendo versionado por no pocas bandas.

Eso fue en 1986 y Georgia Satellites estuvieron en activo hasta 1989. Dejaron como legado cuatro cinco discos oficiales, incluido un recopilatorio, y tres años después de su retirada, en 1992, Baird volvió a la carga con su primer trabajo en solitario, 'Love songs for the hearing impaired'.

En la punta de los dedos

Estaba a los mandos el productor Brendan O'Brien y hasta el mismísimo Rick Rubin se involucró en el proyecto, así que todo parecía indicar que podía ser un arranque prometedor, y de hecho dos temas extraídos del elepé  se colaron entre los treinta mejores del conocido Billboard estadounidense, pero las cosas no siempre funcionan en el mundo de la música. Ni en el mundo, en general. Y lo de Baird no tuvo continuidad.

Inasequible al desaliento, ha publicado desde entonces casi una veintena de referencias, tanto a su nombre como con los Homemaid Sin y con otros grupos. Se gana la vida de garito en garito, tocando un repertorio digno, honesto y de calidad, siempre bajo los parámetros del rock de guitarras más ortodoxo y en el que no faltan revisiones de temas de su primera banda. De los Georgia Satellites procede por cierto su batería, Mauro Magellan. Completan la formación el guitarrista Warner E. Hodges, que en su día tocó con otros entrañables jornaleros llamados Jason & The Scorchers, y el bajista Sean Savacool.  O sea: dos guitarras, bajo y batería, la alineación de gala del género. Sin más artificios, con las cartas encima de la mesa. Aviso: el rock and roll puro y duro, el básico y sin fecha de caducidad, suele funcionar muy bien en vivo.

 







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