Cinco consejos sencillos para dormir mejor

Pequeños cambios en la alimentación, estilo de vida y hábitos pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño

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La luz azul emitida en gran cantidad por los dispositivos electrónicos como móviles y ordenadores puede afectar la calidad del sueño. | Foto: Archivo GD
Milena Díaz Rodríguez
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Una buena noche de sueño es casi tan importante como practicar ejercicios con regularidad y tener una alimentación equilibrada. El sueño es un factor fundamental para la manutención de nuestra salud y bienestar. El organismo necesita de él para funcionar bien. Mientras dormimos, el cuerpo fortalece el sistema inmunológico, restaura el equilibrio químico, el cerebro hace nuevas conexiones de pensamiento y se establece una mejor retención de la memoria

En contrapartida, no dormir lo suficiente afecta el funcionamiento de los sistemas cerebrales y corporales, reduce la calidad de vida de la persona, provoca mayor irritabilidad, falta de concentración y bajo rendimiento. Además, la falta de sueño puede aumentar el riesgo del surgimiento de diferentes enfermedades como el cáncer, el Alzheimer, infarto de corazón, hipertensión arterial, el ictus, obesidad, diabetes, depresión y ansiedad

Por todo eso, aquí tienes cinco consejos sencillos para ayudarte a garantizar una buena noche de sueño y, por consecuencia, una buena salud. 

1. Reducir la exposición a la luz azul por la noche 

La exposición a la luz es importante para la regulación de nuestro reloj biológico, pero exponerse a ella en los horarios más próximos de ir a la cama puede tener el efecto contrario. Esto se debe al impacto en el ritmo circadiano, que engaña a nuestro cerebro para que piense que todavía es de día. Esto acaba reduciendo hormonas como la melatonina, fundamental para ayudarnos a relajar y dormir bien. 

La luz azul, por ejemplo, es emitida en gran cantidad por los dispositivos electrónicos como móviles y ordenadores. Por tanto, la recomendación es interrumpir el uso de estos aparatos cerca de dos horas antes de ir a la cama. 

2. Evitar el consumo de cafeína al final del día 

La cafeína tiene sus beneficios, pero el consumo al final del día puede estimular el sistema nervioso e interrumpir el proceso natural del cuerpo en dirección al relajamiento para el sueño. 

La sustancia puede quedarse en el organismo por seis a ocho horas. Así, lo ideal es poner un horario límite para tomar un café y evitar consumir grandes cantidades de cafeína después de las tres o cuatro de la tarde, especialmente si tienes problemas para dormir. 

3. Reducir siestas diurnas irregulares o muy largas

Las siestas son parte de la cultura y vida de muchos españoles y ofrecen varios beneficios. Pero, si estas duran demasiado tiempo o son irregulares, los efectos pueden ser negativos. Este hábito es capaz de confundir el reloj biológico interno del cuerpo, lo que significa afrontar más dificultades para dormir por la noche. Por tanto, la recomendación es tener siestas de, lo máximo, 30 minutos para evitar desregular el organismo y garantizar un sueño de calidad. 

4. Intentar dormir y despertarse en horarios consistentes 

Ser consistente con sus horas de dormir y acordar puede ayudar a la calidad del sueño a largo plazo. Lo mejor es intentar tener el hábito de despertar e ir a la cama en horarios similares todos los días, incluso en los fines de semana. 

5. Ajuste la temperatura de tu habitación 

Puede no parecer, pero la temperatura del cuerpo y de la habitación son capaces de afectar profundamente la calidad del sueño. En el verano, por ejemplo, suele ser mucho más difícil tener una buena noche de sueño si en el ambiente hace demasiado calor. Por eso, la recomendación es mantener la temperatura del cuarto cerca de los 20 grados para que puedas dormir bien. 







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