Ante la inflación, los españoles trabajan más, consumen menos y piden más dinero prestado

Los hogares que han conseguido afrontar la subida de precios aumentando su salario son aquellos que tenían un colchón de liquidez importante

Granada.- La UGR ofrece al estudiantado préstamo de ordenadores para el seguimiento de la docencia online
"La situación actual invita a reflexionar sobre la importancia de la diversificación de ingresos" | Foto: Archivo GD
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La inflación suele tener como resultado un descenso en el consumo. En España no se ha dado este hecho o al menos no del todo de acuerdo al Banco de España. La reacción principal de los españoles ha sido buscar productos más baratos, reducir el ahorro y tratar de bajar el gasto. Esto último con matices, ya que habitualmente lo que ocurre es que se gasta más o menos lo mismo, pero se adquieren menos cosas.

Sin embargo, hay una diferencia entre los españoles y los ciudadanos de la Unión Económica y Monetaria (UEM). Llama la atención que los españoles han acudido a los préstamos en una proporción del 2,3% mayor. Un dato refrendado por Kreditium donde han notado un importante repunte en el interés por los préstamos con ASNEF en el acto, que indica no solo la tendencia a obtener más préstamos sino también que el préstamo que se obtiene suele tener requisitos bajos, pero intereses alarmantemente altos.

El trabajo ha sido también, por supuesto, una buena manera de afrontar la subida de los precios. Si bien es cierto que los salarios han aumentado, el porcentaje de hogares que aseguran haberse basado en un aumento del salario para afrontar los precios es similar al de los hogares de la UEM. Sin embargo, la proporción de hogares que ha tenido que acudir al pluriempleo es mayor en España que en la UEM, lo cual indica que los españoles tienen menos tiempo libre para dedicar a sus familias y aficiones.

Esto que podría parecer un mal menor, puede conllevar mayores gastos en algunos casos, ya que a más horas de trabajo, más difícil es conciliar estas con el cuidado de niños y mayores. Es, por tanto, una salida saludable financieramente, pues no requiere acudir a la financiación, pero poco efectiva en algunos casos si se sufren cargas familiares.

Diferentes realidades

Si se profundiza en los datos y siempre siguiendo la investigación del Banco de España, se obtiene un matiz importante. Los hogares que han conseguido afrontar la subida de precios aumentando su salario, es decir, probablemente mediante la negociación, son aquellos que tenían un colchón de liquidez importante.

Esto parece indicar que dicho colchón ofrece la seguridad necesaria como para afrontar una negociación de subida de sueldo. Por otro lado, aquellos que no disponían de dicho colchón, habitualmente han tenido que conseguir un segundo trabajo, reducir su gasto o acudir a un préstamo.

Frente a este panorama, los españoles se enfrentan al desafío de adaptar sus estrategias financieras a una realidad cambiante. La inflación, lejos de ser un fenómeno pasajero, parece haberse instalado en el día a día de muchas familias, lo que obliga a repensar el manejo de los ingresos y los gastos de forma más estratégica.

Una de las lecciones más importantes que deja esta situación es la necesidad de fomentar la educación financiera desde edades tempranas. Comprender los conceptos básicos de ahorro, inversión, y los riesgos de endeudamiento son herramientas clave para que los individuos puedan tomar decisiones informadas y prevenir situaciones de estrés financiero.

Además, la situación actual invita a reflexionar sobre la importancia de la diversificación de ingresos. La dependencia de un único salario se ha demostrado vulnerable ante fluctuaciones económicas. Por ello, buscar fuentes alternativas de ingreso, ya sea a través del autoempleo, inversiones, o habilidades secundarias, puede proporcionar un colchón de seguridad adicional.

El papel de las políticas públicas también es crucial en este contexto. Medidas que promuevan la creación de empleo de calidad, el acceso a vivienda asequible, y el apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad pueden ayudar a mitigar los efectos de la inflación. Asimismo, es fundamental que existan regulaciones claras que protejan a los consumidores de prácticas de préstamo abusivas y fomenten la transparencia en el sector financiero.

Finalmente, la colaboración comunitaria y el apoyo mutuo emergen como respuestas valiosas frente a los retos económicos. Iniciativas que promuevan el consumo local, el intercambio de bienes y servicios, y la solidaridad entre vecinos pueden ser formas efectivas de fortalecer la economía local y crear redes de apoyo resilientes.







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