Mestalla, otro estadio maldito para el Granada

valencia
Manuel Herrera @manuelherrerapr
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El Granada visita este domingo (19.00 horas, Cana+Liga y GolT) otro de sus campos malditos: Mestalla. El conjunto rojiblanco jamás ha ganado en el recinto che y se ha ido de vacío en diecisiete de sus diecinueve visitas. Todas ellas se produjeron en Primera División.

El equipo nazarí se estrenó en el estadio valencianista allá por el año 1942, en la primera temporada del club rojiblanco en la élite. En aquella primera visita, el cuadro dirigido, en aquel entonces, por Ramón Encinas, aplastó al Granada y le endosó una manita con sendos dobletes de Asensi y de Mundo y un tanto de Epi.

Desde entonces, hasta febrero del año 1973, el Granada continuó visitando Mestalla en cada una de las temporadas que disputó en Primera División. Siempre con la misma suerte. No fue hasta el 4 de febrero de ese año cuando llegó el primer empate del cuadro nazarí en el escenario valencianista.

Ambos equipos llegaban igualados en la mitad de la tabla al partido, y el partido fue un fiel reflejo de la situación clasificatoria. El Valencia y el Granada empataron a cero en el, entonces, como fue desde 1969 hasta 1994, denominado Estadio Luis Casanova. Eran los tiempos de Alfredo Di Stéfano en el banquillo che.

Al año siguiente, también con el astro hispano - argentino como jefe del banquillo, el Valencia tampoco pudo con  el Granada en casa. En esta ocasión, el empate fue a uno. Jaén adelantó en el minuto 79 a los rojiblancos, que se las prometían muy felices, pero la alegría de los nazaríes no duró mucho, ya que, apenas dos minutos después Quino firmó la igualada definitiva.

DERROTAS POR LA MÍNIMA EN LAS ÚLTIMAS VISITAS

En sus dos últimas apariciones en Mestalla, el Granada CF estuvo cerca de puntuar. En ambas ocasiones, el Valencia se impuso por un pírrico 1-0. En la campaña 2011-2012, un tanto de Canales en el minuto 4 fue suficiente para el conjunto entrenado por Émery, mientras que, en la temporada pasada, Soldado resolvió el duelo con un cabezazo tras un centro de Pereira. Eso sí, aquel día el conjunto rojiblanco, pese a perder, certificó su salvación.