Tú vales tu calidad humana

Calidad humana es tener principios sólidos, que se noten en el día a día, es tener valores como la generosidad, la lealtad, la alegría, el optimismo y sobre todo saber dar a los demás; tolerar a los otros en sus creencias y mucho más.

La calidad humana se refleja con acciones y buenas conductas, con respeto y solidaridad. Y con implicación social, las personas luchan por defender los derechos, poniendo fin al abuso de autoridad y haciendo escuchar a aquel más indefenso.

La calidad humana tiene que estar por encima de todo. Lo primero, es la confianza. Necesitamos a gente para que nos diga como hacer las cosas, no para decirnos lo que tenemos que hacer todo el tiempo. Lo importante es hacer las cosas. Y en ese entorno, tendremos que aprender todos a solucionarlo. Nunca infravaloremos a nadie porque sea más joven o porque nosotros pensemos que llevamos mucho más tiempo...y tenemos más experiencia. Lo segundo, es la autogestión. Una cosa es ser el líder de un área o equipo y marcar el camino por el que todos debemos de ir y otra cosa es montar a la gente en un carrito y llevarlo nosotros. Las personas son autogestionables, con más o menos orden, pero todos saben o pueden aprender a hacerlo. Lo tercero, es ser proactivo. Si una persona está motivada, contenta y tira del carro por si misma, es una persona que llegará lejos. No tenemos que esperar a recibir ordenes constantemente, sino que tenemos de ser capaces de anticiparnos, crear y mover por nuestro propio pie.

Mantener una buena relación entre los miembros de un equipo de trabajo no solo es un valor añadido para una organización, sino que también aumenta la productividad y disminuye la rotación de personal.

De acuerdo con un artículo publicado en la revista especializada Journal of Business Ethics, el buen trato a la hora de relacionarse con las personas también requiere de unos estándares de calidad, que incluso se pueden medir y caracterizar. Significa tratar con las personas de tal forma que sea apropiado con su condición humana, lo que implica actuar con respeto de su dignidad y de los derechos humanos; tener en cuenta sus problemas e intereses legítimos y fomentar su desarrollo personal.

Cinco son los tipos de calidad en el trato humano en las organizaciones:

En primer lugar, están las organizaciones maltratadoras, en las que el abuso del poder y la injusticia son el común denominador. De este tipo de empresas los buenos trabajadores huyen con frecuencia.

En segundo lugar, está el trato indiferente, que se caracteriza por una falta de preocupación por las necesidades de las personas, que raya con la falta de respeto por su condición humana.

En tercer lugar, se identifican a las organizaciones con trato justo, en las que se respeta a las personas y a sus derechos.

El cuarto tipo de entidades es la organización atenta, en la que hay un interés legítimo por apoyar a los colaboradores a resolver sus problemas.

Por último, está la organización ‘desarrolladora’, que es el nivel máximo de una empresa, caracterizado por favorecer el florecimiento humano y estimular vínculos de amistad en todos los niveles de las empresas.

Calidad humana es una garantía que se le brinda a aquellas organizaciones comprometidas en la lucha contra el maltrato y que trabajan a favor del respeto, del reconocimiento, del afecto, de la confianza, de la atención, de… A través de este sello certificado, ellas pueden dar a conocer, de forma segura y transparente, su política social y organizacional comprometida, y promover buenas conductas a fin de crear conciencia social en sus clientes.

La calidad humana sirve para innovar y crear un mejor equipo. Siempre con respeto y atención, con afecto y efecto, con consideración y compromiso. Evidentemente, cada uno de nosotros valemos, entre otras cosas, nuestra calidad humana.