Los turistas retrasan la planificación de sus vacaciones veraniegas en Granada

Los viajeros granadinos, también aletargados por la tesitura económica y social, recelan de los destinos europeos y optan por lugares más exóticos

El retraso en las reservas hace que apenas exista previsión sobre la temporada estival | Foto: Archivo
Chema Ruiz España
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"La incertidumbre que hay es tan grande que no sabemos cómo será la temporada", resume Gerardo Castilla, vicepresidente de la Asociación Provincial de Hospedaje y consejero de la Federación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo, cuando escruta el horizonte estival en Granada. Los buenos registros durante la pasada Semana Santa todavía no se traducen en reservas para la próxima campaña, a pesar de que, antes del inicio de la pandemia, la proyección de los viajes a realizar entre junio y septiembre era habitual al término de dicha festividad. Los turistas, ante la compleja tesitura económica y social, retrasan en este 2022 la planificación de sus vacaciones veraniegas en los términos granadinos. "Antiguamente, sí teníamos previsiones más o menos certeras de cómo podía ser la temporada, pero ahora, con la inquietud que hay, no hay muchos pronósticos", expone.

"El turismo es muy sensible. Cuando hay una recesión económica o un acontecimiento internacional como el que estamos viviendo en estos momentos, es uno de los primeros sectores que se resienten porque es una actividad que uno hace cuando se siente seguro y está bien económicamente", argumenta Castilla. El contexto europeo supone, por ello, un obstáculo. "Digamos que, en vez de reservar, la gente lo va dejando, se queda tranquila, quieta", subraya, también porque, a su juicio, en Granada se ha "acostumbrado al viajero, como hay mucha oferta hotelera y pisos, a que reserve a ultimísima hora, porque sabe que no va a tener problema de encontrar alojamiento".

En este sentido, el vicepresidente de la Asociación Provincial de Hospedaje de Granada también matiza que el vaticinio varía también en función del tipo de alojamiento. "En hoteles como los míos -es propietario de la cadena Maxi Hoteles-, que son urbanos, muy céntricos y de tamaño más bien pequeño, no tenemos anticipación de reservas. Los grandes hoteles sí están acostumbrados a trabajar con turoperación y tienen algo más de previsión, pero no mucha". También distingue entre la clientela de hoteles y de otros lugares de hospedaje. "El turista de familia, que vaya a viajar con los niños y que vaya a alojarse más de dos o tres días va a preferir apartamentos. El hotel se deja para parejitas y estancias muy cortas".

En este punto, aclara que la procrastinación turística "no quiere decir que luego no haya buena ocupación", aunque reconoce que el sector hotelero granadino "está todavía muy lejos de volver a los datos de antes de la pandemia". "Nos queda mucho, por desgracia", se encoge. En su opinión, los litorales "pueden funcionar bien". "Por lo que he hablado con los hoteleros de la costa, esperan hacer un año bueno, pero ahora mismo también andan cortos de reservas", indica Gerardo Castilla, que sitúa en el turista nacional el principal sostén hostelero. "Nos está salvando. Si no llega a ser él, estaríamos muertos. El internacional empieza ahora a moverse, pero estamos muy lejos de los niveles del año 2019, va muy lento", detalla.

El granadino también posterga

La tendencia es similar en sentido inverso. "Antes, justo después de Semana Santa, había un boom y la gente empezaba a hacer reservas de forma anticipada para conseguir mejores precios. Este año, la gente se ha animado algo, pero todavía no tenemos prácticamente reservas", analizan desde la agencia Viajes Liñán. "Los granadinos están retrasando su reserva de vacaciones; otros años, estaríamos casi completos", agrega Beatriz Callejas, asesora de viajes en la agencia B The Travel Brand. Esta postergación de la planificación hace que desde ambas empresas coincidan: "No tenemos previsiones para verano".

Sendas agencias también han advertido que los pocos granadinos que se mueven con antelación se decantan por destinos exóticos. "A Europa la han dejado un poco por la guerra en Ucrania. Están pidiendo muchos presupuestos para El Caribe, Estados Unidos, Costa Rica o Perú. También cruceros, pero todavía no se está llegando al nivel que teníamos antes de la pandemia", describen desde Liñán. Callejas apunta también cierta predilección por Indonesia, para seguidamente incidir en que "todo, fuera de España y Europa cae mucho". Entre quienes deciden quedarse en territorio nacional, destacarían destinos cercanos, como Cádiz, Málaga o Valencia, según indica Gerardo Castilla.

En lo que respecta al tipo de alojamiento, se vislumbran pocas conclusiones. "Nosotros solo hemos reservado hoteles", señala Beatriz Callejas, mientras que desde Viajes Liñán, ante la falta de planificación, se remontan al pasado verano pasado. "La gente reservaba muchas casas rurales, porque, con la pandemia, tampoco quería estar con más gente. Este año, todavía no sabemos cómo vamos a afrontar el verano", zanjan.







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