Río Breogán, una temporada de ajustes que permiten mirar a Europa

Los gallegos vuelven a ser un rival clave en el camino de un Covirán Granada que ya sabe lo que es perder contra ellos en el momento más importante

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Río Breogán cuenta con 13 victorias en su poder que le permiten tener la permanencia asegurada | Foto: ACB Photo
Ainoa Morano
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Una vez más el Río Breogán. Una vez más, el conjunto lucense en un momento clave de la temporada. La relación entre granadinos y gallegos se extiende ya por varios años, una rivalidad sana en un deporte que se empeña en enfrentarlos por objetivos y metas comunes en las que solo puede quedar uno. Aunque en esta ocasión será Río Breogán quien llegue a un nuevo duelo ante el Covirán con los deberes ya hechos.

En la memoria de la afición rojinegra aun resiste ese recuerdo amargo del 20 de junio de 2021. El Palacio de Deportes acogía el tercer enfrentamiento de la final del Playoff por el ascenso a la ACB entre Covirán Granada y Río Breogán. Un pabellón del Zaidín aun sacudido por las restricciones de la pandemia, a medio llenar, trataba de aupar a su equipo al sueño de la élite, pero en su camino se interpuso un conjunto gallego incontestable. La ACB y la revancha debía esperar para los granadinos.

Sería en la Jornada 8 de la temporada 22/23 cuando se volviesen a ver las caras ambos equipos en un encuentro en el que el Covirán certificaba su buen inicio de campaña con cinco victorias en sus primeros ocho encuentros como equipo de ACB. Un triunfo que sería un simple espejismo pues en sus tres siguientes enfrentamientos, Breogán siempre ha ganado a los granadinos. De hecho, existe un cierto dominio de los gallegos, especialmente en momentos clave como lo pudo ser en la lucha por el ascenso o en la pasada campaña cuando ambos equipos se vieron las caras a falta de cuatro jornadas para acabar el curso y el Covirán perdió en casa en un encuentro que les podía haber costado la permanencia. Esa no falta de Scott Bamforth aun retumba en la mente de la afición, aunque finalmente el resultado del año fuese positivo.

En lo que a la presente temporada se refiere, los de Pablo Pin sorprendieron al vencer en un Pazo Dos Deportes que se tornaba maldito para el equipo. El triunfo por 74 a 92 se produjo en un momento de bonanza para los granadinos, mientras que los lucenses se sumían en un pozo del que buscaban una salida inmediata. Una derrota que provocó la salida de Veljko Mrsic y la llegada de Luis Casimiro al banquillo. Desde ese momento todo cambió.

Luis Casimiro, el gran artífice de la permanencia

El cambio de cromos en el banquillo gallego fue el gran revulsivo que el equipo necesitaba. Luis Casimiro tomó la riendas de Río Breogán a principios del mes de diciembre, siendo su primer encuentro como técnico del equipo ante Gran Canaria en la Jornada 10. En aquel momento, Breogán contaba con un balance de 2 victorias y 7 derrotas. Con la llegada del manchego, el balance pasó a un 6/11 al término de la primera vuelta. La imagen del equipo cambió radicalmente, así como su competitividad y sus posibilidades de cara a una permanencia que ya tiene asegurada a falta de tres jornadas para acabar el curso.

Con 13 triunfos en su poder, Casimiro no solo consiguió resucitar a un Río Breogán que se encaminaba a una temporada muy complicada, sino que también se ha ganado la confianza de un club que ya lo ha renovado para la siguiente campaña. La vida en tierras gallegas se ve de color de rosa, sobre todo, al no tener que confirmar la salvación in extremis con el año anterior. De hecho, el proyecto para la temporada 25/26 ya está en marcha pues la entidad gallega no solo ha anunciado la renovación de Casimiro, sino también la continuidad de Dominik Mavra.

En esta recta final de temporada, los objetivos de Río Breogán ya solo pasan por seguir sumando victorias y escalar posiciones en la tabla para así optar a competición europea el próximo año. Su reto más próximo será un Covirán Granada que no trae demasiados buenos recuerdos a Luis Casimiro.

Río Breogán, una temporada de ajustes más que acertados

Si algo se le puede reconocer a Luis Casimiro es que ha sabido dar con la tecla de qué necesitaba el equipo a nivel global como los jugadores a nivel individual en cada momento. A lo largo del año, los gallegos han ido perdiendo a jugadores referentes como Charlie Moore, Darrun Hilliard, Jordan Davis o Adam Somogyi entre otros. Sin embargo, la entidad ha sabido moverse correctamente en el mercado para incorporar a refuerzos que se han ganado con creces su puesto como Arturs Kurucs, Dominik Mavra o Dae Dae Grant.

Casimiro ha logrado sacar las mejores virtudes de cada efectivo a su disposición para conseguir un equipo competitivo. La eficiencia de Jordan Sahko, un jugador que puede cambiar el rumbo de un partido y la imagen de su equipo con su sola presencia en pista, el acierto de Grant desde el tiro exterior con un 44% de efectividad, siendo junto a Toni Nakic los jugadores más fiables desde el triple. Río Breogán se caracteriza por ser un equipo físico, agresivo, que no deja respirar a los hombres altos en la zona y que van muy fuerte a las defensas de los bloqueos.

Unas características implantadas por Casimiro que les permite mirar claramente hacia Europa. En término estadísticos, los gallegos no brillan por su anotación colectiva ya que son el último equipo en la tabla con 80 puntos de media por encuentro, aunque son el octavo equipo que más anota desde el triple con un 36,8% de acierto. En la línea de personal cuentan con 74,5% de acierto, mientras que son últimos en el acierto desde el tiro de dos con un 51,3%. A nivel defensivo capturan una media de 34 balones, de los que 24,2 son defensivos y 9’8 ofensivos. Además, reparten 16’5 asistencias de media, pierden 14’2 balones, el cuarto equipo de la competición que más pérdidas comete, y recuperan 7’3 balones.

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