Pedro Piqueras: “Perseguir la verdad es acercarse a ella"
Tras dejar los focos, el periodista manchego admite que le hubiese gustado cubrir acontecimientos recientes
Durante más de cinco décadas ha sido uno de los rostros más reconocidos y respetados del periodismo español. Pedro Piqueras ha informado con serenidad y rigor desde las trincheras de la televisión nacional, sin estridencias ni servilismos. Ahora, retirado de los informativos tras una trayectoria que marcó época, no ha abandonado del todo el oficio: lo contempla desde fuera con espíritu crítico, con la templanza que siempre le ha caracterizado, y con la misma pasión por contar lo que ocurre.
Con motivo de su participación como moderador en el Foro Abierto del HLA Hospital Universitario La Inmaculada en Granada, Pedro Piqueras visitó 'La Redacción de GranadaDigital' para repasar una actualidad que aún le sacude, aunque ya no tenga que darla en directo. En la conversación, comparte cómo vivió el reciente apagón que paralizó el país, cómo ve el estado del periodismo actual, y sobre todo, nos habla de 'Cuando ya nada es urgente', el libro en el que ha volcado no solo su memoria profesional, sino también una parte íntima de su vida que nunca había querido mostrar.
“Jamás di entrevistas mientras trabajaba en televisión”, confiesa. Y por eso escribir este libro fue un desafío emocional. La “nube negra” que atravesó durante el proceso casi le hace abandonarlo. No quería ponerse en el centro, ni hablar de sí mismo. Pero al final, gracias al apoyo de su hijo y al impulso de su conciencia profesional, Cuando ya nada es urgente vio la luz. “Es un libro que habla del pasado, sí, pero también de los peligros del presente. Y de cómo la mentira, hoy, tiene más medios que nunca para ganar”, advierte.
Con la humildad de quien no necesita demostrar nada, Pedro Piqueras reflexiona también sobre cómo le hubiese gustado estar cubriendo en primera línea acontecimientos recientes como la muerte del Papa, la llegada de Trump al poder, la DANA que afectó a Levante o el apagón del 28 de abril. “Hay momentos en los que el periodista que llevo dentro habría querido estar ahí”, reconoce con una media sonrisa.
Preguntas (P): ¿Dónde estaba y cómo vivió el apagón del pasado lunes 28 de abril?
Respuesta (R): Estaba en Castilla-La Mancha, en una entrevista por la promoción de mi libro. De repente se fue la luz, pero allí tenían generadores, así que pudimos seguir. Nadie entendía nada hasta que salimos y vimos que todas las televisiones estaban apagadas. Fue entonces cuando comprendimos que era algo grande.
P: ¿Cómo valora la reacción ciudadana en una situación tan inesperada?
R: Fue un día especial. Vi gente andando, caminando por las carreteras creo que fue un día también histórico por el comportamiento de la gente, la ciudadanía se comportó de maravilla, hubo algún caso, pues lógicamente por la gente que perdía un poco los nervios, porque de noche con niños pequeños se tienen que dormir en las afueras de Atocha.. Eso es comprensible, pero en general yo creo que todo el mundo ha funcionado perfectamente. No sabemos la causa, yo intuyo que puede ser, pero la prudencia es fundamental, porque si no estaríamos en el mundo del bulo y estas cosas.
Pero quiero quedarme con lo bueno. Aunque parezcamos un país crispado, la gente sabe estar a la altura en los momentos importantes. Eso me reconcilia con muchas cosas.

Entrevista a Pedro Piqueras en GranadaDigital. FOTO: ANTONIO L JUÁREZ.
P: ¿Echa de menos estar en la primera línea informativa en días como este?
Sí, a veces. Cuando Trump llega al poder y toma esas decisiones con la firma enorme que no nos cabe en este estudio, y cosas por el estilo, que evocan un cierto narcisismo, digo, joder, a mí me gustaría estar ahí para poner un poco de crítica también a todo esto, creo que todos estamos asumiendo lo que está pasando o si no pasará nada, es la forma en que se imponen los sistemas autoritarios, de cualquier tipo, porque todo el mundo se calla, pero cuando muere el Papa, pues me habría gustado estar ahí en Roma, contándolo, claro que sí, con el apagón me habría gustado estar, pero para no contarlo, como no se podía hacer nada, la verdad es que no salía por ningún lado, eso es otra cosa.
Con la DANA me habría gustado estar mucho, porque tengo mi casa cerca de Valencia, la casa de vacaciones, me siento muy implicado con la gente de esa comunidad, me encanta esa comunidad, es la más cercana a la mía, a Albacete, entonces la playa para nosotros era Alicante. Y entonces ver qué sucedía en la Adana y en Valencia y en un pueblo de Albacete también, en Letur, me pilló en México, y no pude hacer nada
P: ¿Cómo surgió la idea de escribir Cuando ya nada es urgente?
R: La necesidad de contar. Pero no solo mi vida, sino cómo era el país cuando yo era niño, adolescente, y cómo fue cambiando. Es una conversación íntima con el lector. Una historia contada al oído, desde el afecto.
P: ¿Cuesta hablar de uno mismo?
R: Muchísimo. Nunca he hablado de mí. No me gusta ser protagonista. Al escribir el libro sufrí lo que llaman la ‘nube negra’. Me sentí mal, muy mal. Pensé: ¿Qué necesidad tengo yo de contar esto? Me planteé abandonar, devolver el anticipo. Me dolía exponerme.
P: ¿Qué le hizo seguir adelante?
R: Mi hijo. Empezó a leer el manuscrito y me dijo: ‘Papá, está muy bien. Es interesante. Hay verdad’. Y eso me dio fuerza. Cambié el enfoque, seguí escribiendo, y al final disfruté. Y ahora que lo están leyendo, que me llegan mensajes, sé que ha valido la pena.
P: ¿Qué temas atraviesan el libro además de lo personal?
R: La televisión de ayer y de hoy. La evolución política del país. El poder de la mentira en la era digital. La adicción a las pantallas, sobre todo en los más jóvenes. Y también una defensa del pensamiento crítico, de la conversación, del humanismo frente al ruido.
“Hoy hay precariedad, desinformación y demasiados periodistas al servicio de trincheras”
P: ¿Cómo ve el periodismo actual en comparación con el que ha vivido?
R: Cuando empecé había pocos medios, pocas voces. Luego llegó la democracia y con ella la pluralidad. Hoy hay precariedad, desinformación, redes que confunden, periodistas que sirven a intereses políticos. Eso es peligroso. El periodismo debería ser un contrapoder, no un altavoz.”
P: ¿Qué le diría a los jóvenes periodistas?
“Que no corran para ser los primeros en decir una barbaridad. Que cuenten bien. Que distingan entre verdad y bulo. Y que tengan paciencia. La urgencia mata la reflexión. Por eso titulé el libro Cuando ya nada es urgente. Porque lo importante necesita tiempo.”
“Granada es historia, cultura… y siempre me recuerda a Miguel Ríos corriendo por la Alhambra”
P: ¿Qué le inspira Granada?
R: Siempre pienso en Miguel Ríos. Lo he visto correr por la Alhambra y es una imagen que se me ha quedado grabada. También recuerdo mi novela 'Colón. A los ojos de Beatriz', que transcurre entre Santa Fe y Granada. Y por supuesto, los amigos que tengo aquí, la historia, la cultura. Es una ciudad que siempre me recibe bien.”
Pedro Piqueras se despide de GranadaDigital con una sonrisa sincera. Se ha sentido a gusto, como en casa. Y nosotros, al escucharlo, comprendemos por qué sigue siendo una de las voces más lúcidas del periodismo español.
Se el primero en comentar