El campo andaluz: pilar estratégico de la economía andaluza que requiere apoyo urgente

Nuestro campo andaluz, considerado como la despensa de Europa, se encuentra en una situación de SOS.

El aumento de los costos de producción, la falta de rentabilidad, la persistente sequía y la competencia desleal de terceros países han puesto en jaque a este crucial sector para la economía andaluza.

Reiteradas políticas erráticas por parte de la Unión Europea han agravado aún más la situación, generando un ambiente muy perjudicial para los agricultores y ganaderos andaluces.

Las actuales manifestaciones del campo andaluz en demanda de soluciones son una llamada de atención sobre la urgencia de abordar estos problemas de manera integral y efectiva. Si bien el Gobierno de la Junta de Andalucía ha expresado su compromiso y apoyo mediante la aprobación de mecanismos de auxilio y ayudas, es evidente que se necesita una acción coordinada a nivel nacional.

Es fundamental que todas las administraciones públicas reconozcan la importancia estratégica del sector agrario y ganadero y se comprometan a garantizar su viabilidad y futuro. El campo no solo es un motor económico vital que garantiza la vida en amplias zonas rurales de nuestra comunidad, sino también un garante de nuestra alimentación diaria, por lo que merece el respaldo unánime de las instituciones y administraciones públicas.

Es necesario establecer un diálogo permanente entre el Gobierno de España y el Gobierno de la Junta de Andalucía, en colaboración con entidades y organizaciones agrarias. Este diálogo debe centrarse en la búsqueda de más financiación para la Política Agrícola Común (PAC) y el acceso a mecanismos excepcionales de ayuda para mitigar las pérdidas económicas del sector.

Además, es crucial impulsar medidas que equilibren la sostenibilidad medioambiental con la rentabilidad de los sectores agrícola y ganadero, así como simplificar y flexibilizar la normativa para garantizar su futuro. La actualización de los acuerdos de la Unión Europea con terceros países y la aplicación de cláusulas para evitar competencia desleal son pasos esenciales en esta dirección.

Son mas que legítimas las demandas del sector en relación con la simplificación del Plan Estratégico de la PAC, especialmente en lo que respecta a los desafíos asociados a la sequía y otras condiciones climáticas adversas.

En conclusión, es obligación de toda la sociedad andaluza unirse para abordar los desafíos que enfrenta el campo andaluz. Solo mediante una colaboración estrecha y políticas efectivas podremos garantizar la continuidad de este sector vital para nuestra alimentación y economía.