Personas decentes
Paseando por Granada de mañana de sábado, comprando en diversas tiendas del barrio pasamos por la librería Picasso y vimos el expositor de la obras de Leopoldo Padura. Se me fue la mirada al libro Personas decentes, que da lecciones de decencia, ante la cantidad de indecencia que vemos día a día en algunos cargos políticos de la derecha andaluza.
Uno lee o escucha la palabra “decencia” y le parece algo apolillado. La integridad se describe en el diccionario como una cualidad que se caracteriza por la honestidad y los principios morales estrictos. Tales personas son confiables, sinceras y amables.
Si buscamos en el diccionario encontramos: Aseo, compostura y adorno correspondiente a cada persona o cosa. Recato, honestidad, modestia. Dignidad en los actos y en las palabras, conforme al estado o calidad de las personas.
Sentir respeto y pudor por la veracidad; ser conscientes de nuestra inmensa capacidad para el error; resistirnos de manera firme, digna y compuesta a la mentira, la tergiversación y al empeño unificador de la masa, no nos resultará fácil ni nos hará más populares, pero sin duda nos ayudará a ser mejores personas y profesionales.
A cada uno de nosotros nos gustaría estar rodeados de personas decentes.
Los 10 signos que nos muestran que una persona es decente son:
1. Asume la responsabilidad de sus acciones.
La gente decente es honesta, es decir piensa antes de decir y hacer. Es coherente.
2. Las necesidades de otras personas están por encima de las propias.
En nuestro mundo, que está impregnado de individualismo, es bastante difícil encontrar personas para quienes los demás sean lo primero.
Una persona para quien las necesidades de otras personas, están por encima de las suyas, es realmente decente. Eso no se hace por el reconocimiento y la gratitud, Simó por decencia
3. Siempre vienen al rescate.
El movimiento de voluntarios es donde se deben buscar personas realmente decentes, que no se arrepientan del tiempo gastado para ayudar a otras personas. Siempre están felices de hacer algo por el bien de aquellos que son menos afortunados en sus vidas que ellos. Además, los hace felices.
4. Piensa bien sobre otras personas.
Las personas holísticas nunca se apresuran a sacar conclusiones sobre otras personas. Siempre les dan la oportunidad de explicarse, incluso si las opiniones y relatos de otras personas no coinciden con las suyas.
Por lo tanto, están a favor de la presunción de inocencia, y no son acusaciones apresuradas y con frecuencia infundadas.
5. Son honestos en todo, incluso en cosas pequeñas.
La decencia significa honestidad, y siguen siéndolo cada día, en cada acto o pensamiento.
6. Siempre muestran una actitud de gratitud.
La gratitud debe ganarse, nadie la regala. Saben que cada persona merece respeto por ser tratada como un ser humano.
7. Son modestos.
Una persona decente puede estar orgullosa de sus logros, y al mismo tiempo es extremadamente modesta. En otras palabras, estas personas entienden maravillosamente la diferencia entre conceptos como "confianza" y "arrogancia".
8. Admiten siempre sus errores.
Reconoceremos fácilmente a esas personas por la voluntad de reconocer primero que se equivocaron. Las personas decentes siempre están dispuestas a disculparse si son culpables.
9. Son confiables.
Las personas decentes siempre cumplen su palabra y cumplen sus obligaciones. Si dicen que puedes confiar en ellos en algo, debes saber que cumplirán su palabra.
La decencia es ser siempre mejor de lo que eres, y la confiabilidad es parte de esa intención. Las personas decentes nunca se olvidarán de ti si prometen ayudar.
10. Siempre son amables.
Las personas decentes son amables. Las personas decentes saben que la verdadera fortaleza es la bondad.
La verdadera decencia es hacer lo correcto, ya sea que alguien se entere o no. Por tanto, las personas decentes hacen esto solo porque piensan que este comportamiento es correcto.
