Mariquilla, la esencia del baile flamenco que ya da nombre a una calle de Granada
Un reconocimiento toda una vida dedicada al flamenco, a la docencia y a la difusión de una de las expresiones culturales más profundas de Andalucía

Granada ha incorporado este miércoles a su callejero un nombre cargado de arte y memoria flamenca: Mariquilla la Bailaora. La bailaora granadina da ahora nombre a un pasaje situado entre Camino de Ronda y la calle Profesor García Gómez, en reconocimiento a toda una vida dedicada al flamenco, a la docencia y a la difusión de una de las expresiones culturales más profundas de Andalucía.
Una infancia entre cuevas y compás
Mariquilla, cuyo nombre real es María Guardia Gómez, nació en 1943 en uno de los barrios con más solera flamenca del mundo: el Sacromonte de Granada. Hija de la cantaora y bailaora conocida como Carajarapa y del guitarrista Pataperro, respiró arte desde la cuna. Rodeada de zambras gitanas, comenzó a bailar sobre el duro suelo de las cuevas con tan solo seis años. Por su corta edad y estatura, pronto se le conoció artísticamente como Mariquilla, nombre que conservó siempre y que hoy es sinónimo de autenticidad flamenca.
Desde aquellos primeros pasos, Mariquilla fue creciendo artísticamente hasta convertirse en una de las bailaoras de mayor fuerza escénica y poderoso taconeo. “Acostumbrá de chica a taconeá en los suelos de las cuevas”, como ella misma recordaba, su forma de bailar era tan intensa que, en su debut madrileño en 1964 en el tablao El Duende, llegó a romper los tacones en cada actuación.
Trayectoria internacional y legado artístico
Aunque se le admira profundamente en Granada, la carrera de Mariquilla es especialmente reconocida en el extranjero. Como escribiera el periodista Romualdo Molina, “Mariquilla es inconfundible y su baile inolvidable”. Su arte cruzó fronteras, llevando el duende del Albayzín a escenarios de París, Nueva York o Tokio, y compartiendo escena con artistas como Camarón de la Isla, Enrique Morente y otras grandes figuras del flamenco.
Uno de los grandes pilares de su carrera fue el tablao “El Jaleo”, que regentó durante 20 años en Torremolinos (Málaga). Este espacio se convirtió en un templo del flamenco en la Costa del Sol y en un auténtico trampolín artístico internacional. Por su escenario pasaron las máximas figuras del flamenco del siglo XX, desde Camarón hasta artistas de última generación.
Durante un tiempo dirigió una escuela de baile en Madrid, pero fue en su regreso a Granada cuando fundó en 1982 el proyecto que marcaría su mayor huella: la Escuela Flamenca Mariquilla.
La maestra: una referencia de la enseñanza del flamenco en Andalucía
La Escuela Flamenca Mariquilla, que sigue en activo y lleva su nombre, se ha consolidado como una de las grandes referencias de la enseñanza del flamenco en Andalucía. Desde su fundación en 1982, ha formado a cientos de jóvenes bailaores y bailaoras que han encontrado en su método riguroso y su pasión una guía artística y profesional.
Más allá de enseñar pasos, Mariquilla ha inculcado valores fundamentales como la disciplina, el respeto al compás, el conocimiento de los estilos y la raíz cultural del flamenco. Su escuela fue también pionera en introducir una formación integral para artistas, abarcando baile, cante, toque y puesta en escena.
Entre sus alumnas más destacadas figuran grandes nombres como Eva la Yerbabuena, Fuensanta “La Moneta” o su propia hija, Tatiana Garrido “Tatiana”, quien continúa su labor desde la dirección artística y pedagógica de la escuela. Además, durante un breve período, Mariquilla estuvo también al frente de la Cátedra de Baile Flamenco de la Universidad de Granada, reforzando su papel como transmisora del conocimiento flamenco en ámbitos académicos.
Reconocimientos y memoria viva
Mariquilla ha sido reconocida con numerosos galardones a lo largo de su vida. Entre ellos, destaca el nombramiento como Socia de Honor de la Peña La Platería el 3 de julio de 1998, uno de los templos del flamenco granadino. También ha sido distinguida con premios nacionales y autonómicos por su labor como bailaora, coreógrafa y maestra.
A sus más de ochenta años, Mariquilla sigue vinculada al arte. Dirige su escuela, participa en actos culturales y mantiene el compromiso con el flamenco que la ha guiado toda la vida. Con la inauguración de una calle con su nombre, Granada reconoce no solo una carrera, sino una vida consagrada al compás, a la raíz y al alma de un arte universal.
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