Vídeo | La nueva vida que Carlos Marsá busca para la Ciudad Deportiva Granada 92

El empresario espera presentar próximamente el proyecto de revitalización de la instalación, su edificio anexo e, incluso, construir tres campos de fútbol más en la capital

La nueva vida que Carlos Marsá busca para la Ciudad Deportiva Granada 92- celiaperez-6
Granada 92 lleva abandonada desde 2011, por lo que la instalación se ha convertido en un espacio lleno de escombros y basura | Foto y vídeo: Celia Pérez
Chema Ruiz España
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Carlos Marsá aguarda con puntualidad británica a las puertas de Granada 92, lugar de encuentro con este periódico. En la espera, una pareja se acerca a la verja que desde hace tiempo se ha convertido en el acceso al recinto, la abre y se cuela dentro. "¿A dónde vais? ¿No veis que es una propiedad privada?", pregunta el presidente del Granada 74. "A echar un polvo", responden sin rodeos los jóvenes. Es para lo que ha quedado la instalación, en la actualidad un espacio lleno de escombros y basura, okupado y en el que crece la maleza. Tan solo las porterías y las torretas de iluminación, vaciadas a lo largo de los años, recuerdan lo que fue. Y el propio Marsá, que desde el cese de actividad en el lugar ha perseguido con ambición una nueva vida para la ciudad deportiva. Ahora, lo ve cerca. "Estamos a punto de encajar el asunto, de resolverlo con acuerdos a dos bandas y ponernos en marcha", sostiene.

El granadino imagina un nuevo futuro para la instalación, de 10.000 metros cuadrados de suelo, a la par que rescata algunos de los miles de recuerdos de los que fue escenario. Mientras, camina a través de lo que queda. "Nos compraron esto en el 2008 -el acuerdo de venta se cerró con un promotor almeriense en 39 millones de euros- y aplazaron una parte del pago importante. En el 2009 no pagaron. No podían, como tantas otras empresas que se hundieron en aquella época. Se metieron en un concurso de acreedores. Entre eso y que hicieron una hipoteca a la finca, que tampoco pagaron, fue dando vueltas de banco en banco hasta que terminó en la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), en el llamado banco malo", relata, ahora que en el horizonte vislumbra su reanimación.

La instalación lleva abandonada desde 2011 | Foto: Celia Pérez

La instalación lleva abandonada desde 2011 | Foto: Celia Pérez

El planteamiento de Marsá es ambicioso. El Proyecto 2024, como ha denominado a su plan, comprende la adquisición definitiva de la propiedad, su renovación y, de la mano de un resurgir del Granada 74 -el club lleva varios años sin competir-, levantar nuevas instalaciones en el Zaidín, en La Chana y en la zona Norte de la ciudad, donde el club establecería sendos equipos filiales. Aunque todo parte de la revitalización de Granada 92, que comprende la rehabilitación de los dos campos de fútbol con hierba sintética, la construcción de tres campos de fútbol-7 en la azotea de la estructura anexa a la propia ciudad deportiva y otro, a la entrada del recinto, que se dividiría en varias canchas de fútbol-3 para albergar la escuela de tecnificación, explica. El ladrido de un perro que acude raudo a ver quién perturba el hogar de su familia, instalada en el interior, interrumpe su exposición. 

"Esto -indica al llegar al abandonado campo de césped- hay que levantarlo y hay que poner un piso diferente. En este -se gira y señala al campo de albero-, no, porque es de tierra y ahí se hará la salida del agua más el riego y todo eso", abunda. "Ya hemos llegado a un acuerdo económico en la forma de recuperar el asunto y creo que ahora mismo estamos muy cerca. Siempre habrá dificultades de última hora, pero, en principio, estamos muy cerca. Estamos ya preparando la puesta en marcha de la Ciudad Deportiva, pidiendo presupuestos para rehacer las instalaciones", asevera. Este entendimiento, precisa, se entabla con el juzgado del concurso de acreedores y con el Sareb.

-Estamos encajando el planteamiento para hacerlo en acto único, que se llama, de manera que cerremos todo a la vez -apunta el presidente del Granada 74-.

-¿Y qué queda para que se pueda cerrar?

-Definir la fórmula de finalizar el acuerdo con esta gente, la parte financiera… En fin, una serie de aspectos.

Aquí reside el principal quid de la cuestión, pues a Marsá no se le escapa que "todo esto está muy bien, pero necesitas tener dinero para pagarlo". Sobre el papel, una vez se defina el presupuesto de la intervención a realizar, la idea es establecer con la empresa constructora un sistema de renting, un acuerdo de pago aplazado con sus correspondientes intereses. "Nos lo han ofrecido las propias instaladoras", afirma. A partir de ahí, recaudar fondos mediante distintas vías. De un lado, el alquiler de unas pistas polideportivas que se construirían en la azotea del edificio anexo a la ciudad deportiva, el de locales comerciales y el de 70 cocheras en esa misma estructura. "Ahí se invirtieron ocho millones de euros que ahora se tienen que levantar para empezar de cero", adjunta. Por otro, el propio alquiler de los distintos campos de fútbol en la ciudad deportiva y los acuerdos publicitarios que espera concretar con empresas que deseen aparecer en las vallas de la instalación. "Vamos a pelear por tener una financiación sólida", promete. 

Carlos Marsá atendió a GrnadaDigital para detallar su proyecto | Foto: Celia Pérez

Carlos Marsá atendió a GranadaDigital para detallar su proyecto | Foto: Celia Pérez

Desbloqueo

Granada 92 no tiene actividad desde el año 2011. En este tiempo, además de convertirse en poco menos que un espacio ruinoso, "se han ido resolviendo una serie de problemas jurídicos muy complejos". Porque Carlos Marsá nunca ha cesado en su empeño de revitalizar la ciudad deportiva. "Nos pusieron pegas y fuimos al juzgado. Ganamos. Como no nos habían pagado, nosotros teníamos el derecho de la posesión del usufructo de la finca. Hemos ido ganando las situaciones", narra. "Teníamos que despejar todas las incógnitas que teníamos por delante, que eran numerosas y complicadas. Esta gente, la que compró y no pagó, dejó atrás muchas cosas pendientes. Este tiempo ha sido una pelea de perros, valga la expresión", incide.

En el camino, trató de conseguir la concesión gratuita por parte del Sareb, amparándose en la naturaleza sin ánimo de lucro del Granada 74. "Lo planteamos, estuvimos peleando con ellos y ha supuesto dinero para ellos, como para todo el mundo. No estaban dispuestos", puntualiza. En el camino, se esfumó, asegura, el respaldo en esta causa del anterior equipo de Gobierno municipal. "Paco Cuenca, que era jugador nuestro además, no actuó como debía hacerlo. Se comprometió con nosotros en noviembre del 2021 y cuando habían pasado seis meses, no había hecho nada. Le dijimos que íbamos a plantarnos en la Plaza del Carmen para que apoyara algo que no solo era bueno para el deporte granadino o para nosotros, sino para la ciudad", esgrime. Anunció una acampada y una huelga de hambre, pero la permuta en el Consistorio varió el panorama.

Las gradas del campo de césped natural, de lo poco que queda en pie en la instalación | Foto: Celia Pérez

Las gradas del campo de césped natural, de lo poco que queda en pie en la instalación | Foto: Celia Pérez

"Hemos hablado con el Ayuntamiento. Marifrán Carazo, por lo menos, nos apoya en la gestión con el Sareb. Prepararon una carta al presidente y se la mandaron. Evidentemente, ahí es cuando teníamos ya a punto de cerrar el acuerdo de la firma en acto único", subraya. "Ahora mismo, estamos pidiendo presupuesto para empezar a poner en marcha el tema. Queremos hacer la presentación del proyecto en mayo y empezar a competir a partir de la temporada 2024/2025. Vamos a tardar un par de meses en tener las instalaciones porque no hay que hacer grandes cosas. Hay que partir de la base de que vamos a estructurar un club. Queremos construir instalaciones en el Zaidín, en la Chana y en la zona Norte, lo que significará 60 o 70 equipos en competición, más de mil licencias de niños de 18 años para abajo", argumenta. Para la finalización de su plan, con la incorporación de estos equipos, estima un plazo de "cuatro o cinco años".

"El planteamiento que vamos a hacer está en esa línea. Lo vamos a hacer y lo vamos a agrandar. El problema es que necesitamos mucho apoyo", reconoce Carlos Marsá. Entretanto, vuelve a la actividad. Ha empezado a ver fútbol de nuevo para calentar motores y su teléfono no para de sonar. "Tenemos una ventaja, y es que el club tiene una imagen de marca muy fuerte en la ciudad", confía.