Gonzalo Villar pide sitio en una medular cambiante

El murciano, cómodo con el estilo de Paco López, es el segundo jugador de LaLiga que más oportunidades crea por cada 90 minutos y mejora en el Granada los registros asistentes de toda su carrera

Granada CF Real Betis
Gonzalo Villar conduce el balón ante el Betis | Foto: Antonio L. Juárez
Chema Ruiz España
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Gonzalo Villar pide sitio en la cambiante medular del Granada. El mediocentro murciano viene firmando buenas actuaciones en las últimas jornadas, en las que exhibe una mejor condición física tras la suerte de pretemporada en que se convirtió el inicio del curso para él. Sin preparación estival, con su futuro por resolver casi hasta el final del verano, hubo de ir entrando en juego de forma progresiva hasta poder pugnar por la titularidad. Ahora, en un momento de forma óptimo, va desplegando sus cualidades, en especial en fases creativas del juego, y sumando al cuadro dirigido por Paco López.

El futbolista se siente cómodo con la forma de jugar del técnico rojiblanco, como él mismo expuso tras el empate frente al Barça ante las cámaras de DAZN. Es un jugador de toque fino y visión para romper líneas en el último pase, por lo que encaja en el fútbol de Paco López mejor que en estilos más rocosos, como los planteados en los equipos en los que ha jugado recientemente. Sufre, sin embargo, en el repliegue defensivo, tónica general en este Granada, si bien su perfil parece mejorar las prestaciones rojiblancas en campo rival. Liberados los atacantes de retrasar su posición en busca del balón, el murciano da un paso más como bisagra, con Gumbau fijo por detrás.

A Villar se le presuponía titular a su llegada, precisamente junto a Gumbau, pero la falta de preparación veraniega en dinámica de grupo, así como el buen arranque de Sergio Ruiz, pospuso la primera alineación de los dos mediocentros recién incorporados hasta la visita del Betis a Los Cármenes. Fue este el primer encuentro en el que el Granada dio síntomas de haber encontrado el camino hacia el equilibrio, con presencia en campo rival y solidez defensiva. Antes, la participación del ex futbolista de la Roma se había limitado al refresco tras el intermedio. Seguidamente, partió desde el banco en el Power Horse Stadium, como integrante del pelotón de rebeldes que Paco López introdujo después del descanso para evitar el desastre. Jugó bien y se ganó la plaza de nuevo ante el Barça, en un encuentro en el que, como todos, tuvo que apretar los dientes.

En total, un bagaje de ocho encuentros disputados en lo que va de curso, dos de ellos de inicio. Tiempo, no obstante, suficiente para servir dos asistencias, a Samu Omorodion en la primera jornada y a Bryan Zaragoza en el Reale Arena. Se trata del mejor registro en este parámetro de su carrera profesional, en la que hasta ahora no había podido cerrar un curso con más de un pase de gol.

Más allá de su intervención directa en los goles, el cómputo global de su aportación al fútbol granadinista le convierte en el segundo jugador de las grandes competiciones europeas que más acciones de tanto genera por casa 90 minutos disputados. Fabrica 1,63 jugadas decisivas por cada encuentro completo, dato que solo mejora Nico Williams, con un indicativo de 1,74, en las cinco Ligas mayores, como reveló el especialista en datos Fran Martínez -@LaLigaenDirecto en X-. Números notables que respaldan su candidatura al once, en esa vacante que, junto a Gumbau, todavía no tiene dueño. Gana enteros para ocuparla ante Osasuna. Quién sabe si no le graba su nombre.