Ramos acerca la gloria (0-1)

El Granada CF ha derrotado esta noche al Albacete Balompié tras un duelo muy disputado resuelto con un solitario gol del cafetero

Albacete Balompie - Granada CF
Adrián Ramos celebra el gol con el que el Granada CF se ha impuesto al Albacete Balompié | Foto: Antonio L. Juárez
Chema Ruiz España
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La gloria está a un solo paso, que, ya sí, sería definitivo. El Granada CF será equipo de Primera División la próxima semana si gana al Cádiz en Los Cármenes, un final soñado para una eterna lucha que esta noche se ha llevado al extremo. El conjunto rojiblanco ha tocado el cielo en el Carlos Belmonte, aunque para ello primero ha tenido que bajar a los infiernos. Allí, solo un colosal Rui Silva ha evitado la quema, buscada con insistencia por el incisivo tridente que forman Jérémie Bela, Roman Zozulya y Rey Manaj. Cuando estos desfallecían, apareció Adrián Ramos, salvador, para bendecir el camino nazarí con un solitario gol que ha dejado en la cuneta al Albacete y que ha dado a los de Diego Martínez medio ascenso.

Era poco menos que el partido del año, una cita que, tanto para aquel aficionado que solo mira el reto semanal como para el que ya hacía cábalas para un posible ascenso, estaba marcada en rojo. Incluso Diego Martínez, aunque no lo haya reflejado públicamente, sabía que esta noche se jugaban mucho más que tres puntos. Prueba de ello fue que decidiera llevarse a toda la plantilla a Albacete, incluso a los lesionados Fran Rico y Nico Aguirre, si bien optó por alinear a los mismos hombres que ganaron al Tenerife y empataron en Oviedo, como se esperaba. Luis Miguel Ramis tampoco quiso alterar su ‘once’ más de lo necesario por las ausencias de Eugeni y Fran García.

Ninguno quería abrir la puerta al error, que se antojaba decisivo desde antes incluso del comienzo del choque, lo que no significó, en cambio, que salieran encorsetados al Carlos Belmonte, como cabía esperar de un encuentro envuelto por tal tensión. Los dos contendientes saltaron famélicos, como un león que divisa a su presa. Se faltaron el respeto desde el pitido inicial, buscaron las áreas con celeridad y atacaron con ansia cada balón dividido. Un espectáculo para el aficionado neutro, una tortura para los corazones nazaríes y castellanomanchegos.

Fueron estos últimos, precisamente, los que más buscaron el gol durante el acto inaugural del encuentro. El exrojiblanco Rey Manaj abrió la veda con un cabezazo a los dos minutos que, aunque se fue desviado, sirvió para avisar a los de Diego Martínez que había salido con el cuchillo afilado y dispuesto a hincarlo. Los rojiblancos, por su parte, convertían las inmediaciones de Tomeu Nadal en una diana para los centros, sin rematador eso sí, que expedían las botas de Vadillo y Víctor Díaz, los más activos en el cuadro visitante.

El primer ‘uy’ llegó en el área rojiblanca en el minuto 18, después de que Jérémie Bela recibiera solo en una esquina y consiguiera conectar un centrochut que se quedó a pocos centímetros de llegar a la bota de Zozulya. Inmediatamente después, Quini tuvo la mejor ocasión de los primeros 45 minutos. Vadillo puso el esférico desde la esquina, encontrando la testa de Álvaro Peña, que despejó el peligro en apariencia. El balón cayó botando a los pies del reconvertido lateral izquierdo nazarí, que no lo pensó y, con un golpe seco, lo estrelló en la madera. Tomeu acabó besando el poste.

No obstante, aquí se acabó el peligro del cuadro visitante, que se empezó a ver acosado por un rival vertiginoso que dio buena cuenta de las habilidades de Rui Silva. El guardameta luso se hizo gigante para repeler todo lo que le llegó, que no fue poco. Borja Herrera, que emuló a Quini tres minutos más tarde, y Rey Manaj, que empezaba a obcecarse, encontraron en sendas ocasiones los guantes del portugués, al que acompañó la fortuna para que Bela, en el minuto 37, no pudiera rematar bien un centro pasado de Tejero. Suspiró aliviado el cancerbero.

Su figura siguió creciendo tras el paso por los vestuarios. Con Montoro y San Emeterio completamente atenazados, el ataque lo monopolizaban los albaceteños, que en la reanudación trataron de abrir la lata desde la media distancia. Con disparos lejanos lo intentaron Jérémie Bela, de falta, Roman Zozulya, a la media vuelta, y Dani Torres, que enchufó a puerta un balón muerto, pero todos ellos se encontraron con el bloqueo del portero luso.

Diego Martínez empezó a ver peligro, por lo que dio entrada a Pozo para tratar de cambiar por completo la dinámica del choque. No faltó mucho para que besase el santo nada más salir, pues dejó a Vadillo solo ante Tomeu Nadal en el primer balón que tocó. El hervense vio la carrera al espacio del gaditano y filtró un pase en profundidad que el ‘siete’ trató de cruzar. Sin embargo, el guardameta castellanomanchego sacó un pie milagroso que desvió el disparo rojiblanco en el minuto 55. La bendición llegaría después.

La fatiga comenzó a atizar a los dos púgiles, lo que permitió al Granada respirar e, incluso, asomarse al balcón del área. Aunque a trompicones, los nazaríes comenzaron a merodear la zona de peligro, forzando varios saques de esquina que, en cambio, no encontraron rematador. Salió Ramos para ganar esa presencia ofensiva que requería la situación y, casi en la primera pelota que tuvo, puso a los de Diego Martínez a un paso de Primera. Condujo Puertas al contraataque y fijó hasta a cuatro marcadores para habilitar al cafetero, que emprendió una trayectoria cruzada a la del almeriense. El colombiano miró de reojo la posición de Tomeu Nadal y, sin controlar siquiera, la ajustó con la zurda al poste contrario, imposible para el guardameta local.

Entró Azeez, como siempre, para contener cualquier coleo del Albacete, pero el choque no murió. El infierno castellanomanchego apuró la agonía rojiblanca hasta el último de los cuatro minutos de descuento, al que el cuadro nazarí llegó con un hombre menos debido a la expulsión de Fede San Emeterio. Los de Diego Martínez apretaron los dientes hasta casi quebrárselos para contener las acometidas locales, que acabaron siendo repelidas. Pitó Pizarro Gómez y desató la euforia en el banquillo nazarí. Las carreras se repitieron, como en Elche hace ocho años, y quién sabe si el destino no acaba siendo el mismo. Los Cármenes aguarda, engalanado, por si acaso.

Ficha técnica:

Albacete Balompié: Tomeu Nadal; Tejero, Álvaro Arroyo, Gentiletti, Borja Herrera; Jérémie Bela, Febas (Gorosito 93’), Dani Torres, Álvaro Peña (Susaeta 63’); Rey Manaj (Acuña 71’) y Roman Zozulya.

Granada CF: Rui Silva; Víctor Díaz, Germán, José Antonio Martínez, Quini; Ángel Montoro, Fede San Emeterio; Antonio Puertas (Ramón Azeez 82’), Fede Vico (Pozo 54’), Vadillo; y Rodri (Rodri 72’).

Goles: 0-1: Adrián Ramos, min. 75.

Árbitro: Pizarro Gómez. Amonestó a los locales Zozulya, Acuña, Gentiletti y Jérémie Bela, así como al visitante Germán. Expulsó al visitante Fede San Emeterio por doble cartulina amarilla.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la 39ª jornada de la Liga 1|2|3 disputado en el estadio Carlos Belmonte, ante 15.014 espectadores.







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