La cronología del mayor apagón de la historia
Granada vivió más de doce horas sin suministro eléctrico, un suceso que dejó imágenes impresionantes y algún que otro momento de angustia

De la falta de suministro eléctrico al de internet y los teléfonos. La imposibilidad de comunicarse con los seres más queridos durante gran parte del lunes añadió el punto realmente dramático a una jornada que se salvó sin incidentes graves, a pesar de las más de doce horas sin luz que sufrió toda Granada durante el mayor apagón que se recuerda.
12:35 horas - Los primeros mensajes en los grupos de Whatsapp hicieron ver pronto que no se trataba de una avería local. El problema alcanzaba dimensiones nacionales e internacionales. El valor de la buena información subía enteros. Muchos vecinos acudían al bazar del barrio en busca de un transistor. Como antaño. Algunos establecimientos aprovecharon la coyuntura para venderlos al doble del precio habitual.
13:30 horas - Desde los centros hospitalarios se informó rápido de su autonomía para seguir con su actividad sin aparentes problemas. Preocupación prioritaria resuelta. Los primeros momentos de desconcierto se produjeron en el tráfico rodado. Los semáforos de toda la ciudad se quedaron inhábiles. Hubo que echar mano de los conocimientos básicos adquiridos sobre preferencia en rotondas e intersecciones aprendidos en la autoescuela, aunque la Policía Local se distribuyó con celeridad por toda Granada. También tuvieron trabajo extra durante las primeras horas los bomberos, que acudieron al rescate de personas atrapadas en ascensores.
14:00 horas - En la Jefatura de la Policía Local la preocupación va en aumento. Se suceden dentro de la instalación las primeras reuniones. Para las 15:00 horas el gabinete de crisis municipal ya está reunido al completo en el cuartel general de la Huerta del Rasillo. Allí, la alcaldesa, Marifrán Carazo, y todos los responsables policiales y de emergencias de la ciudad.
15:00 horas - Las primeras informaciones oficiales ofrecieron una horquilla entre seis y diez horas de tiempo para solucionar el apagón. Quedó resignarse. Los padres más rezagados terminaban de recoger a sus hijos del cole. Mientras, la Universidad de Granada confirmaba oficialmente que la actividad presencial se suspendía para el resto del día. En algunas residencias los internos aprovecharon la tarde para tomar el sol en la piscina.
16:00 horas - En los mensajes institucionales se repetía la petición de calma. Y los granadinos la mantuvieron. Se vivieron instantes de tensión cerca de la hora de comer en algunos supermercados, que se vieron obligados a organizar cola para dar acceso a la tienda. Para esta hora la gran mayoría había cerrado ya sus puertas para prevenir problemas.
17:00 horas - Con la misma previsión se actuó en el Metro. El servicio quedó cortado y resultó curioso encontrar sus vagones desperdigados en distintos puntos del recorrido, como abandonados a una catástrofe. Casi fantasmagórico resultó también el día en la estación de trenes, aunque allí permanecieron hasta tener noticias algunos familiares de usuarios de los dos trenes del trayecto Antequera-Granada que se vieron afectados por el corte de luz. Sin embargo, la situación en el Aeropuerto de Granada fue de normalidad. Ni siquiera sus empleados notaron el apagón hasta que comenzaron a consultar mensajes en el móvil. Poco antes de las 16:00 horas aterrizó un avión procedente de Madrid sin mayores incidencias. Sus pasajeros recibían en tierra las primeras noticias sobre la gravedad de la situación casi incrédulos.
18:00 horas - En algunas terrazas se pudo encontrar un ambiente atípico para un lunes. Mesas copadas. Amigos tomando algo. Risas. En el Centro, con la salvedad del comercio que cerró a mediodía y ya no abrió, los turistas recorrían sus calles como si nada. La heladería Los Italianos, con su generador eléctrico propio a pleno rendimiento, atendió la demanda sin problemas.
21:00 horas - El ajetreo de las calles menguó conforme se acercó la noche. Las aceras oscuras recordaban a escenarios más propios de una serie distópica que de Granada. A través de los balcones se adivinaba la luz de las velas en los salones. Quizás en algunos de ellos se aprovechó para escribir las primeras líneas del relato de una noche que probablemente nadie olvidará.
0:00 horas - Oscuridad y silencio apenas interrumpidos por los faros de algunos vehículos que circulaban por las calles o por el girar de las sirenas azules de los coches de policía que patrullaron por la ciudad de forma constante. Arriba, en el cielo, una estampa negra estrellada, casi olvidada por los vecinos de la capital, hizo de vigía hasta que poco a poco fue venciendo el sueño. Para el que lo concilió.
4:30 horas - El móvil empieza a recibir un rosario de mensajes ya atemporales. Preguntas de cómo lo llevas, asuntos del trabajo pendientes, fotos, memes... Las luces que se han quedado encendidas en casa por descuido hacen de chivatas. La normalidad vuelve a recuperarse.
7:00 horas - El sol despunta. Comienza otro día. Ojalá sea un martes tranquilo.
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