El Granada saborea miel en la hiel de la derrota

Los rojiblancos volvieron a dar una imagen irregular y cayeron ante el PSV, pero el resultado del Omonia-PAOK ayudó a la clasificación

Granada CF - PSV Eindhoven
Un gol de Malen complicó la clasificación | Foto: Antonio L. Juárez
Jero Camero
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Y los males llegaron a Europa. Lo que parecía ser el oasis de tranquilidad del Granada en esta temporada por poco se torna en desgracia. Como ya sucedió ante Real Valladolid y Celta, la fragilidad defensiva de los hombres de Diego Martínez fue el mayor problema al que tuvo que hacer frente el equipo.

No es solo que el PSV fuera un gran equipo, la descoordinación entre los hombres que componen la línea de los cuatro de atrás quedó patente desde los primeros compases. Desde el comienzo se vieron pocas ideas en la salida del esférico, con una pelota que no circulaba con velocidad entre los pies de Gonalons o Milla y un Yangel Herrera que no puede ya ni con el peso de las botas.

Las acumulación de minutos en ciertos jugadores clave de los rojiblancos está haciendo de ancla en el juego del equipo. Las lesiones y el coronavirus han obligado a Diego a disputar un mes de competición con una rotación de jugadores extremadamente corta. Ahora llega diciembre, pero este año la Liga tampoco para ni una sola semana por lo que la situación tiene pocos visos de mejorar en lo físico.

Poco pudieron ofrecer los nazaríes durante el primer tiempo en Los Cármenes. Un par de jugadas aturulladas y la más clara llegó en las botas de Soldado, que golpeó en los pies de un defensor. También Yangel estrelló un balón en la madera, pero el colegiado le señaló una más que dudosa falta a la hora de rematar con la cabeza.

Por suerte para el Granada, a pesar del dominio del PSV, las ocasiones de los de la Philips no terminaban de ser del todo claras. Götze no estaba apareciendo tanto como lo hizo en la primera jornada, en la que solo una parte le sirvió para marcar y poner en serios problemas a la defensa de rojiblanca.

Pero vivir sobre el alambre no es una situación que se pueda prolongar en el tiempo demasiado tiempo. No se puso nervioso el PSV a pesar de no definir las ocasiones más claras y al final terminó aprovechando una nueva laguna defensiva granadinista. De nuevo, la ausencia de un lateral diestro puro permitió el gol rival. Centro raso de Max y remate en el primer palo de Malen, que le ganó la espalda a Germán.

Trató de llegar la reacción del Granada, pero se quedó por el camino. La sensación de peligro sobre el área de Mvogo no crecía y el conjunto granadinista necesitaba algo diferente. Para comenzar, un paso por los vestuario que le ayudase a calmar la ideas y replantear el partido. En segundo lugar, cambios que modificasen el sistema empleado en los primeros 45 minutos.

Diego Martínez lo sopesó todo durante el cuarto de hora de receso, retocó los conceptos y el Granada consiguió saltar de nuevo al terreno de juego con las ideas más claras. El dominio del esférico cambió de bando en la segunda mitad. Las ideas comenzaron a fluir entre los hombres de arriba.

El ingresó de Suárez y Foulquier dio más profundidad al equipo. Los desmarques de ruptura del delantero colombiano comenzaron a generar presión sobre la defensa y, si en la primera parte el colegiado israelí pitó una dudosa falta de Yangel cuando tenía un remate franco, en la segunda se comió un posible penalti sobre el ariete en balón dividido en el que el jugador del Granada fue el único que tocó el balón.

Poco a poco el Granada iba creciendo sobre el verde. Yangel volvió a tener la más clara del encuentro una vez más, pero parece que de un tiempo a estar parte el olfato goleador se le ha desvanecido con su fondo físico. Lo que era una definición clarísima ante la portería terminó golpeando en su pie de apoyo y marchándose por la línea de fondo.

Aun así, todo lo que a los nazaríes no le salía en Los Cármenes, sí parecía marchar en Nicosia. A pesar del resultado adverso en España, un Omonia que no se jugaba nada conseguía aguantarle un empate al PAOK. Dicha sumatoria de resultados favorecía al Granada pero no al PSV, que se quedaba con tres puntos más que los griegos a falta de una jornada, pero con el enfrentamiento directo perdido.

El pobre equilibrio de resultados en el momento hacía que le Granada no se pudiese confiar lo más mínimo, ya que un gol del PAOK volvía a poner todo patas arriba. Sin embargo, lo que terminó llegando fue el tanto del Omonia. Una diana a falta de seis minutos para el final que dejó al PAOK totalmente fuera de la carrera y al Granada y al PSV con su billete para los dieciseisavos de final con una jornada de antelación.

Pero, más allá de las buena noticias deportivas y económica (porque el cuadro nazarí recibirá una buena cantidad de dinero por esta gesta), no se puede dejar de lado que el Granada volvió a sufrir una derrota en casa. Desde el parón de selecciones, la situación ha ido cuesta abajo y es el momento de darle la vuelta. La ansiedad por la Europa League ya no volverá hasta el año que viene, toca centrarse en la competición doméstica.


Ficha técnica:

Granada CF: Rui Silva; Vallejo, Domingos, Germán (Foulquier, 56'), Neva; Gonalons, Yangel, Milla (Molina, 76'); Machís, Soro (Suárez, 56') y Soldado (Puertas, 83').

PSV: Mvogo; Dumfries (Baumgartl, 71'), Teze, Boscagli, Max; Götze, Rosario, Sangaré; Madueke (Zahavi, 38') (Hendrix, 88'), Gakpo y Malen.

Goles: 0-1, Malen (38').

Colegiado: Roi Reinshreiber (ISR). Amonestó a Domingos Duarte, Machís y Germán en el Granada. También vieron cartulina Sangaré y Götze por parte del PSV.

Incidencias: Partido disputado en el Estadio Nuevo Los Cármenes de Granada sin la presencia de aficionados.







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